Saturno.

Capítulo 5.

Winter

—Señor Reed, la cámara ya está lista —le indiqué a mi jefe en cuanto todo estuvo en su lugar. Estábamos a punto de grabar algo que iba a ser sumamente importante en el libro; hablar sobre el amor de su vida, si es que alguna vez lo tuvo, aunque él me aseguró que sí que lo había tenido y que aquello lo había marcado.

Hace tres semanas que me encontraba trabajando a su lado, y me tomó por sorpresa que no volviera a coquetearme de ninguna forma. Sin saber por qué me hacía falta que me molestara, pero, sabía que era lo más indicado. En este tipo, hemos avanzado mucho con el proyecto de forma positiva.

—Está bien, empecemos a grabar entonces —me sonrió de lado. Me alegraba que estuviéramos teniendo una relación netamente profesional.

—Antes de empezar, le recuerdo que hablaremos de su vida personal, en especial de las relaciones que ha mantenido a lo largo de los años. Esto será una parte muy importante del libro, usted sabe que a las personas les encanta las historias de romance, y tiene que ser honesto conmigo a todo momento ¿De acuerdo, señor Reed? —Acomodé mi cabello detrás de mi oreja al tiempo que revisaba una vez más el botón de encendido de la cámara.

—No hay problema, señorita Howland, comprendo que para escribir el libro debo hablar acerca de mi vida privada —me dio la razón y me sonrió.

—Muy bien —levanté el pulgar para indicarle que la cámara había comenzado a grabar y tomé un respiro antes de empezar—Mi nombre es Winter Howland, correctora de la Editorial Kellog y soy quien personalmente se encuentra escribiendo el libro biográfico de uno de los empresarios más grandes del país, el señor Devan Reed. Hoy, hablaremos de un tema que es de interés para varios; las relaciones amorosas que él ha tenido. Así que, señor Reed, me encantaría que comenzáramos hablando acerca de los rumores que circulan sobre su persona desde hace tiempo atrás, a esto me refiero que la gente piensa que usted es un hombre bastante mujeriego ¿Cómo puede responder ante eso?

—Es totalmente cierto que era un hombre muy mujeriego en cuanto comencé a trabajar en la empresa, pero, de eso ya han pasado varios años y puedo asegurar que ya no soy ese mismo hombre. Ahora soy una persona que ha cambiado completamente, mucho más madura después de haber pasado por varias experiencias —dijo todo eso mirando a la cámara.

—La vida nos cambia ¿Cierto, señor Reed? Y aunque, usted haya sido un mujeriego, siempre, uno llega a tener un punto débil. A esto me refiero a que hasta aquellos que no creen en el amor, terminan por enamorarse ¿Ese ha sido su caso, quizá? —Pregunté viendo como los músculos de su cuerpo se tensaban. Por qué será.

—Me he enamorado, sí, sin embargo, una sola vez —soltó y me llevé una tremenda sorpresa en ese mismo momento. Al principio, pensé que no tenía sentido alguno puesto que, desde mi punto de vista, se comportaba como una persona con muchísima experiencia. No obstante, recordé que para ser un casanova no se necesitaba amar a las mujeres con las que salías. Ay, pero, qué tonta eres a veces Winter Howland—He de admitir que esa historia es una de mis favoritas, al igual que la que mayor dolor me ha hecho experimentar.

—Esa historia es algo que no muchos conocen, por lo que me gustaría escuchar un poco sobre aquel que ha sido su primer amor y el último, hasta este momento.

Suspiró y bajó la mierda.

—Olivia Evans, una de mis antiguas secretarias —Devan pronunció con voz suave. Dios mío, qué locura era esta—Olivia llegó a trabajar a mi lado gracias a su manera espectacular de redactar documentos, y bueno, pasábamos muchas horas juntos gracias a que era mi mano derecha casi todo el día. Olivia era una mujer hermosa, de pies a cabezas, y también podía conquistarte por completo con su exquisito léxico. Nuestro romance inició en el momento que nos quedábamos hasta muy tarde, aproximadamente hasta las dos de la mañana, y le besé. Me agradaba mucho, y aquella noche tuvimos la oportunidad de conversar sobre varias cosas que me ayudaron a confirmar que nos gustábamos.

—Señor Reed ¿Olivia y usted mantuvieron un romance formal? Es decir, me llama la atención saber si hubo una especie de interacción entre ambos después de esa noche —cuestioné, siendo un manojo de nervios sin razón aparente—Como sabemos, un amor honesto y real no necesita ser el que más tiempo duró o que más felices nos hice.

—También lo sé. Olivia salió conmigo por varios meses, el inconveniente entre ambos fue que ella era una persona con la que la gran parte de las veces no se podía llegar a un consenso. Nos la pasábamos peleando día y noche, y, al fin y al cabo, eso es algo que no todos somos capaces de soportar —se quedó callado, jugando con sus manos. Se notaba que le costaba un mundo conversar sobre este tema tan delicado con alguien, en especial si era consciente de que existía una cámara grabándolo y que todo lo que él dijera, iba a ser presenciado por millones de personas en un par de semanas—Y no es que yo me considere la mejor persona en este mundo, pero, creo que no me merecía una relación tan tóxica como esa. No mentiré al decir que fue mi único amor, sin embargo, fue como prácticamente ofrecerse como carnada…Ella dejó de trabajar en mi oficina para encubrir nuestra relación.

—Y, si no le molesta la pregunta que estoy por hacerle… ¿Podría responderme cuál era el sustento económico de la señorita Evans durante todo ese tiempo que no trabajó porque ustedes deseaban ocultar su relación? —Más que divertirme, esta entrevista me estaba matando del estrés. Todo esto era difícil y ver a alguien sufrir frente a mis ojos no era una de mis actividades preferidas.




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