Winter
Estaba intranquila con todo el asunto de ese tonto sueño que tuve hace tantos meses atrás, y a pesar que, ya había pasado un tiempo considerable desde que lo tuve, algo dentro de mí me pedía a gritos que averiguara un poco más respecto a él, así que decidí visitar a una vidente con el objetivo que ella pudiese leerme el tarot y darle fin a todas esas dudas que tenía sobre temas diversos.
—Entonces ¿Qué la trae por aquí? —La señora me sonrió y yo le devolví el gesto— ¿Alguna vez ya ha participado de una lectura de cartas?
—No, nunca. He venido en busca de ayuda porque hace un par de meses tuve una especie de sueño en el que alguien me decía que mi tiempo estaba por terminarse...Qué mi vida iba a acabarse y que necesitaba aprovechar el tiempo antes que no pudiera hacerlo, además me advirtieron acerca de que el hombre al que yo amo no va a ser capaz de amar a nadie más el día en que yo deje este mundo.
—Ya entiendo, necesitas saber si eso es verdad o simplemente ha sido un mal sueño —asintió y comenzó a desplegar un par de cartas—Muy bien, elije tres con cuidado bonita.
Asentí e hice lo que me pidió al pie de la letra. Ella esperó un poco para darle la vuelta a la primera carta,
—Oh, no, no...Mi niña, temo que tu futuro no es muy bueno después de todo —negó con la cabeza y me dio una mirada de lástima pura. Ese pequeño gesto hizo que me sintiera mucho más nerviosa—Esta carta es la muerte...Significa transformación completa, muerte y renacimiento, el fin de algo. Evolución desde un estado a otro superior, cambio provechoso.
—¿Moriré, no es cierto? —Un enorme dolor invadió mi pecho.
—Mi vida, puedes morir tú o puede morir alguien muy cercano, es algo que no podría decirte con exactitud...—se tomó un momento para respirar—Tu segunda carta es La torre, mi amor, tú sí que estás llena de mala suerte. Puede referirse a un cambio violento, que no te lo esperabas en lo absoluto o algo que va a lastimarte.
La observé en silencio, cruzando las piernas por debajo de la mesa y maldiciendo bajo.
—¿Y la última carta que dice?
—El tres de espadas...—la señora puso una carta de horror y en ese jodido instante, caí en cuenta de lo real que era todo esto. No había vuelta atrás, mi futuro estaba a la vuelta de la esquina esperando para cortarme el cuello y arrebatarme todo aquello que ha significado algo para mí—Es inevitable ni temer a esta carta porque este corazón atravesado, nos dice que vas a sufrir o que alguien va a sufrir, esto significa sentimiento de dolor puro. Aquí hay una profunda tristeza, decepciones...Aquí hay una pérdida, o relaciones rotas que no parecen remediarse ¿Tienes una pareja de la que estás muy enamorada, cierto?
—Sí, la verdad es que estoy muy enamorada y de un hombre muy especial, o al menos eso es lo que es él para mí.
—Veo a un atractivo hombre de negocios, con un noble corazón que te pertenece por completo y sé que será alguien muy sensible ante cualquier cosa que pueda pasar contigo. Tal vez sea él la persona que va a sufrir tanto o tal vez, puedes ser tú misma. La verdad es que es algo que no está muy claro todavía, pero, sí puedo asegurarte que tienes un futuro lleno de tragedias y de dolor, sobre todas las cosas.
—Parece que todo lo que he visto en ese sueño es solo un tipo de premonición de lo que puede pesar conmigo o que puede pasar con una persona cercana...—agaché la mirada cuando un frío enorme me recorrió el cuerpo entero—¿Qué debería hacer?
—¿Disculpe? —Enarcó una ceja, sorprendida por lo que acababa de preguntar.
—¿Qué debería hacer? ¿Cómo debo esperar a que lo peor suceda?
—Olvidándose de esta conversación y de ese sueño tan feo que tuvo, querida. No se la pase pensando en todo lo malo que puede pasar cuando menos lo espere, le aconsejo que disfrute del tiempo que la vida ha querido regalarle y que ame con más locura a todos los que considera son importantes en su vida. Ame a ese hombre que tanto lo ama y en caso que fuese usted la persona que va a fallecer, cuídelo desde el más allá para que sepa hasta la eternidad que su amor fue honesto y real. Haga las cosas que siempre ha deseado hacer y no piense en nada de esto, sea feliz o al menos, inténtelo.
—Muchas gracias por todo lo que ha hecho por mí hoy —le agradecí tomando sus manos—Intentaré tomar cada uno de sus consejos, lo prometo. Y espero que usted sea capaz de hacer todas esas cosas que quizá yo no pueda y si algún día, por casualidad del destino mismo, logra encontrarse a Devan Reed...Por favor, recuérdele lo mucho que le amé cuando estaba viva y si le pregunta cómo me conoció, cuéntele la verdad porque él es la persona más sincera que he conocido.
Es verdad, los finales felices no existen y cuando crees estar a punto de encontrar el tuyo, la vida te da el golpe más duro de todos y en esta ocasión, no vas a poder recuperarte de él. Ni siquiera sé cómo demonios voy a ser capaz de olvidar toda la conversación que acabo de tener con esa señora que acaba de aclarar todas las dudad y miedos que tenía creciendo dentro de mí. Pero, supongo que mi inspiración y mi razón para callar todo eso y continuar viviendo con tranquilidad hasta que ese día llegue, tendrá que ser Devan y el enorme amor que estoy segura que siento por él.
Devan
Winter pasó por la oficina en la noche para visitarme y eso alegró todo el mal día que tuve gracias a que un negocio no logró concretarse y no existía nada más en este mundo que me molestara tanto como aquello. Por suerte, la mujer de mi vida vino a hacerme feliz luciendo tan hermosa como siempre.
—Me alegra verte, mi cielo —acaricié su rostro en cuando nos encontrábamos subiendo a mi auto. Ella siempre se veía tan bonita, y lo era mucho más cuando pintaba sus candentes labios con ese color rojo carmesí.
—También me alegra verte —me dio un corto beso— ¿Cómo ha estado tu día?
—Bueno, digamos que tan aburrido como siempre, más aun ahora que ya no cuento con tu compañía en la oficina —le dije mientras encendía el auto y comenzaba a manejar en dirección a un restaurante— ¿Y el tuyo? ¿Ha sido igual de aburrido?