Saturno.

Capítulo 25.

Devan

Esbocé una sonrisa al llegar a casa de Winter. Su familia me había invitado a pasar el año nuevo con ellos y los amigos de mi novia, y no podía sentirme más feliz por ello debido a que sentía que compartir este tipo de momentos hacían que nuestra relación se fortaleciera cada vez más.

—Bienvenido, Devan, cariño espero que esta noche todos nosotros podamos tener un momento agradable juntos y también, espero que tu madre no se haya molestado con nosotros por impedirle a su hijo que pase con nosotros en un día tan especial como este —la madre de Winter me abrazo con mucha fuerza, he de admitir que ella me parecía una persona muy acogedora y que es un honor que ella me acepte en su familia.

—Mi madre ha estado de acuerdo en que venga a pasar año nuevo con Winter y con toda su familia, porque ella cree que eso nos hará más cercanos, además, considera que todos ya tendremos la oportunidad de compartir durante el cumpleaños de Winter ¿No es cierto?

—Sí, concuerdo con tu madre en todo —besó mi mejilla— Los mejores amigos de mi niña están allí dentro, así que prepárate para conocerlos ¿De acuerdo?

—Daré lo mejor de mí mismo para agradarles a ellos porque mi Winter los considera una gran parte de su vida, y yo pienso lo mismo de igual manera.

—La mejor forma de agradar a las personas, es siendo tú mismo ¿Lo comprendes? No hay necesidad de ajustar algo de ti para que los demás puedan quererte, porque es más valiosa la pureza de un alma a la mentira que la misma pueda crear —acarició mi rostro, siendo este un gesto muy bonito y acogedor—Winter te ama por la persona que eres y tú también sabes lo mucho que vales.

—Muchas gracias, en verdad, qué bonitas palabras...—le agradecí con cordialidad, dándole un último abrazo y dirigiéndome hacia donde se encontraba mi preciosa amiga en compañía de sus amigos más cercanos.

—¡Devan, mi amor, qué bueno que ya estés aquí! —Se apresuró en acercarse y envolverme en sus brazos. Acarició mi cabello y jugó un poco con él, también dejó un beso sobre mi cuello y después, hizo lo mismo sobre mi cien. Disfrutaba mucho de sus caricias, puesto que alteraban mi pulso por completo y lograban que esbozara la sonrisa más grande y honesta—Te extrañé mucho, mi cielo...Mucho, mucho, mucho, la realidad es que no imaginas lo mucho que puedo llegar a extrañarte, dulzura.

—Te amo, pequeña princesita —dejé un beso sobre su oreja y su sonrisa se hizo más grande aun—¿No vas a presentarme a tus amigos?

—Oh, sí, por supuesto, discúlpame cariño —sin soltar mi mano, nos dirigimos hasta el lugar en el que ellos se encontraban—Evangeline, Hope, August, les presento a Devan, mi novio.

—¿Con qué este es Devan, cierto, señorita inviernito? —August se puso de pie y no pude evitar soltar una risita al enterarme que ella había estado hablando sobre mí con sus amigos. De alguna forma, me hacía sentir importante.

—¿Así que hablas de mí un poco seguido, bonita? —Me burlé y ella de inmediato empezó a sonrojarse, tanto que tuvo que cubrirse el rostro con ayuda de sus manos. Sus amigos lo único que hicieron fue reír con fuerza. Aunque ver a Winter Howland avergonzada era algo que veía con mucha frecuencia, nos dejaba de encantarme tanto.

—Ay, ya cierra la boca...—murmuró, causando que las risas de los presentes aumentaran.

Winter

—No sabes cuánto me alegro al ver que has encontrado a la persona correcta para que sea tu pareja —Evangeline nos envolvió a un abrazo a Hope y a mí. A pesar de ser una persona a la que no le gustaba tener un círculo tan grande de amigos, sí puedo decir que tengo a mi alrededor personas que en realidad me aprecian y que sé que van a estar allí en el momento que los necesite—Devan es un buen hombre, eso es lo que puedo ver en él. Es bastante tranquilo, y la mirada que tiene cada vez que te ve demuestra todo lo que su corazón siente por ti. Veo que estás muy enamorada y que él siente exactamente lo mismo que tú.

—Sé que puede que sea cierto que no lo conozco por tanto tiempo, pero, creo que el amor no se trata de tiempo, sino de lo que te hace sentir. Me siento cómoda con Devan a mi lado, y sé que no querré perderlo nunca —me recosté sobre el hombro de Hope y ella comenzó a jugar con mi cabello. El estar en una situación como esta, me recordó algo que viví en el pasado.

Arrugué la nariz y rodé los ojos apenas tuve a Francisco Ferrer frente a mis ojos. Este muchacho era el hombre más egocéntrico y al parecer, no era capaz de comprender de una vez que lo que menos deseaba en este mundo era aceptarle una cita. He tenido que soportar la misma situación desde hace tantos meses, que ya no puedo ni contarlos con exactitud.

—¿En verdad no quieres salir conmigo? ¿No quieres que tengamos una cita tú y yo?  —Se acercó a mí mucho más de lo que me gustaba y me vi obligada a empujarlo para que no estuviera demasiado cerca de mi rostro.

—Francisco, me parece que ya he sido lo suficiente claro contigo. No quiero que los dos tengamos una cita ¿Ya lo entiendes? —Estuve a punto de gritarle, pero, me contuve y me di la vuelta para emprender mi camino hacia el salón de matemáticas. Estaba a punto de llegar tarde a clase debido a que había olvidado terminar la tarea que el maestro nos dejó y la estaba culminando en el patio. No esperaba que continuara siguiéndome, este hombre va a darle fin a la poca paciencia que me queda— Oye, creo que ya he dejado bastante claro que no deseo tener nada contigo ¿Lo comprendes? Por favor, dime que lo entiendes.

—No, claro que no entiendo la razón por la que no quieres salir conmigo, es decir, cualquiera desearía estar en tu lugar...Además, no comprendo por qué no puedes tener una cita conmigo y listo, no es tanto problema ¿No crees, guapa? ¿Por qué no querrías salir conmigo? Quizá si me explicas con claridad, no volveré a molestarte ni una sola vez más.




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