Saturno.

Capítulo 26.

Winter

Hace veinticinco años que llegué a este mundo. No puedo decir que mi vida ha sido la más maravillosa de todas porque he dejado pasar cosas que pueden llenarnos de diversión y convertirse en momentos inolvidables por elegir cosas que eran mejor para mi futuro, sin embargo, sí siento que he dado lo mejor de mí misma. 

Devan decidió darme un regalo por mi cumpleaños al viajar a Miami para disfrutar de las preciosas playas y por la misma razón, consiguió una preciosa casa en la playa para que pudiéramos quedarnos en ella por un par de días. Este era el primer cumpleaños que no pasaba en compañía de mi familia y el primero en compañía de el amor de mi vida. La ciudad era hermosa y ya habíamos realizado cientos de actividades que nos entretuvieron un montón.

—Feliz cumpleaños, reina de Saturno —me felicitó acercándose a mí con un pastel de chocolate que llevaba un par de velas encima. En estos días, Devan se encontraba particularmente feliz, me parece que al igual que yo, le ha hecho bastante bien alejarse de todo y de disfrutar de nuestra relación de otra manera—Como este es el primer cumpleaños que paso a tu lado, lo que más deseaba era que te sintieras cómoda y contenta a mi lado.

—Nunca dudes de eso, eh...Nunca dudes de lo cómoda y feliz que puedo sentirme estando contigo —señalé riendo y soplando la vela que adornaba el pastel—Eh, disculpa por no haber dejado que me cantaras feliz cumpleaños, es que no me gusta en lo absoluto sentir tanta atención sobre mí.

—Cariño, tú siempre tienes toda mi atención, sin embargo, está bien comprendo que no te guste del todo —me ayudó a poner el pastel en uno de los mesones de la cocina y luego de ello, puso un poco de crema en mi nariz—Luces tan tierna de esta forma.

—¡Devan! —Lo golpeé levemente, abrazándole y manchando su nariz al igual que hizo conmigo—Te amo, y eres mi todo...Lo eres todo para mí y ni siquiera sé como agradecerte todo esto que estás haciendo para celebrar mi cumpleaños.

—Cuando seas mi esposa, voy a celebrar cada uno de tus días con vida con mayor esmero.

—¿Quién en su sano juicio desearía casarse conmigo?  —Solté a manera de broma.

—Yo lo haría, no hay nada que no haría para darte todo el mundo en un segundo si solo fueras mía —un nudo se formó en mi garganta al oír cada una de sus preciosas palabras—Si fueras mía...

—No hay nada que no haría para verte sonreír y verte feliz...Es imposible no enamorarme de ti.

—¿Y es que quién no podría enamorarse de Winter Howland y hacer todo por ella? Voy a amarte cada uno de los días que nos quedan por vivir...Simplemente, voy a amarte...

—Sabré amarte de la misma forma, entonces...—estaba a punto de soltar un par de lágrimas por todo lo que me hacía sentir, pero, mi teléfono vibró en mis bolsillos—Si me disculpas, estoy recibiendo una llamada.

—Sí, no hay problema.

—¿Winter? —La voz de mi hermana menor, Amy, sonó al otro lado de la línea.

—Amy, querida ¿En qué puedo ayudarte? —Una sonrisa apareció en mi rostro en el momento que salí al balcón de nuestra habitación de hotel. El hermoso paisaje que se alzaba frente a mis lujos era precioso.

—Lo he hecho, Winter, lo hice por ti —confesó y me quedé en completo silencio sin saber a que se refería. Hasta que después de pensar en lo que acababa de decirme por varios segundos, entendí que se refería a que al fin había podido decirles a nuestros padres acerca de su inclinación sexual.

—¿En serio? ¿En verdad lo hiciste? —Solté un grito de alegría al mismo tiempo que bailaba en forma de celebración—No puedo creer que lo hayas hecho, por el amor de Dios...Soy la persona más feliz y orgullosa de este mundo ¡No puedo creerlo Amy! ¡No puedo creer que lo hayas hecho!

—Quise hacerlo por ti y por mí, debido a que fue una promesa que te hice tiempo atrás. Además, me siento muy cómoda conmigo misma ahora que no le oculte ningún secreto con las personas que solo me han brindado amor a lo largo de mi vida. También, me siento muy agradecida por lo que hiciste por mí y por las sabias palabras que utilizaste en cuanto te enteraste de la verdad. Winter, juro que eres la mejor hermana que cualquiera puede tener.

—Me alegra mucho saber que ya no tienes más secretos que ocultar, y bueno...La verdad es que me llama la atención saber cómo han reaccionado nuestros padres ante la noticia —me mordí las uñas y me encontré con Devan en la cocina, de forma rápida besó mis labios y se separó de mí para continuar preparando el almuerzo para ambos—Vamos Amy, dime qué ha pasado.

—A mis padres les ha caído muy bien la noticia, piensan que lo único que a ellos debe interesarle es que yo encuentre la verdadera felicidad al lado de una persona que me quiera de corazón. Me ha hecho muy feliz saber que ellos están dispuestos a apoyarme en las decisiones que estoy tomando actualmente, sobre todo porque como tú misma dijiste...No era justo que me mantuviera callada sin decirles a mis padres la manera en que me sentía.

—Me alegro mucho por ti...—regresé a ver lo que estaba haciendo Devan y comenzó a cautivar mi atención haciendo un par de gestos—Amy, cariño, sabes que esto me alegra demasiado y bueno, me encantaría continuar hablando contigo, sin embargo, hay algo que debo hacer ¿Te molesta si cuelgo?

—Claro que no, Winter, feliz cumpleaños.

—Muchas gracias Amy, adiós —di por finalizada la llamada y me acerqué a Devan—Y bien...¿Qué es lo que quieres decirme? ¿Puedo ayudarte en algo?

—Sí, en realidad hay algo que quiero que hagas por mí —dijo en voz baja y rápidamente me llevó hasta la entrada del dormitorio que estábamos compartiendo estos días.

—¿Qué quieres que haga, dulzura?

—Usa el vestido que he dejado sobre la cama porque hoy será una noche muy especial ¿De acuerdo, Winter? —Me dijo y asentí, prácticamente echándolo de la habitación para observar a solas y en silencio lo que había dejado sobre la cama que hemos compartido las últimas noches.




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