Saturno (ten cuidado con lo que deseas)

Un Sueño Imposible

Un día despertaré y te veré en el cielo, tan resplandeciente como sales en los libros, te veré tan imponente con tus anillos, brillando como me imagino que serías.

—Hija sabes que solo lo puedes ver por telescopio. —Dice mi padre mientras reímos, el es un fanático de los planetas al igual que yo.

—Cuando sea grande viajare al espacio lo conoceré y te traeré fotografías para que veas de cerca lo lindo que es Saturno. —Mi padre me carga y ríe.

—Lograras cosas grandes mi pequeña.

Pero despierto de mi sueño a la realidad, sabiendo que verte sería imposible y me lamento pensar en que todo lo que le prometí a papá nunca lo cumplí. Me case joven sin estudiar la universidad, decepcionándolo, nunca iré al espacio ni mucho menos conoceré a Saturno, solo viven en mis sueños.

Me conformo con saber que existes y que siempre serás mi planeta favorito.

Mi nombre es Illianis, soy la mayor de dos hermanos, me case muy joven pero el destino me arrebato a mi esposo y mi padre el mismo día en un accidente, ahora vivo con mi madre Amara, mi hermano Taren y mi hijo Aurelio, somos felices dentro de lo que cabe, trabajo como cajera en un supermercado, no me quejo al contrario doy gracias que por lo menos tengo trabajo, aunque no es lo que realmente me gusta, pero doy todo con tal de hacerlos felices, mi hermano tiene 20 años, es soñador como lo somos todos a esa edad, estudia y trabaja mucho para ayudarme con los gastos de la casa, mi mamá cuida de mi hijo ya que no puede trabajar

Cuando era niña siempre le decía a mi papá que viajaría al espacio, eran mis sueños más profundos, pero entendí que no todo suele suceder como lo deseamos. A mis 30 años debería haber aterrizado y pensar que esas cosas nunca sucederán, que solo eran sueños que todos tenemos en nuestra niñez, al contrario, no hay día que deje de pensar o soñar con ese planeta, es como una conexión que nos une.

.

Es de noche y siempre tengo mi mente en otro lado, mientras mi hermano me habla.

—¿Qué tanto piensas? Espero que no sea en un hombre. — Mi hermano pequeño, ya es todo un hombre, pero para mí siempre será mi hermano pequeño, nos llevamos muy bien, a él no le gusta hablar de los planetas como a mí, salió parecido a mi madre, siempre me dice que soy loca por interesarme esas cosas, sabiendo que verlos sería imposible para nosotros porque somos simples mortales sin dinero, aunque duele es la verdad.

—Te imaginas, despertar un día y ver a Saturno en el cielo brillando con sus anillos hermosos, tan imponente como se lo ve en los libros, verlo ahí, así como se ven las nubes, así como se ve la luna en la noche, sería impresionante, una experiencia mágica, una noticia que despertaría la curiosidad mundial, Ahhh. —Puedo notar la cara de impresionado que tiene Taren, veo que se sonríe burlonamente, hasta que suelta una carcajada tan fuerte que los vecinos escuchan.

—Hay Illianis, no seas loca, eso no pasará, sabes que, si Saturno se pone a esa distancia de la tierra, nos pulveriza ¿verdad?, la gravedad no lo soportaría. —Lo sé perfectamente, pero, es un sueño que solo yo entiendo.

—Si, lo sé, pero no te burles, es un sueño, una ilusión en mi imaginación que siempre he tenido, acaso tú nunca has tenido alguno — Literalmente desde niña he deseado ver a Saturno en el cielo.

—Hay tú y tus ilusiones, por eso sigues sola y cuando te casas nuevamente, enamorada de Saturno, un planeta que nunca vas a poder ver, solo en los libros. — Duele, pero es verdad, nunca lo veré.

—No es amor, es solo admiración, verlo sería mi más profundo deseo.

—No vaya hacer que se te cumpla, mejor cállate, siempre tienes boca de profeta a veces todo lo que dices se cumple, claro en cuestiones normales, como el otro día que dijiste que querías que llueva y justamente llovió, pero eso de ver a Saturno no pasará y si pasa, nos morimos todos, la Tierra es muy pequeña para semejante planeta.

—Lo sé, solo es una ilusión que tengo, no digo que se hará realidad, tampoco digo que quiero que pase, Taren sabes que siempre me ha gustado Saturno, conocer sobre él, verlo en fotografías.

—Si desde que tengo uso de razón me hablabas de tus planetas, pero ya eres una adulta, tienes 30 años y un hijo, mejor ya deja de hablar cosas sin sentido y vamos a dormir ya es tarde mañana es jueves y toca trabajar.

Mi hermano entró a su habitación, debería hacer lo mismo en lugar de imaginarme cosas que nunca ocurrirán, así que eso hice, revise si mi hijo dormía, él tiene 3 añitos, como quisiera que la vida sea mucho más larga, veo como personas mueren, quedé viuda cuando Aurelio tenía 1 año, es tan pequeño, lo que menos deseo es dejarlo solo, la vida es bella y cruel.

Me acuesto a dormir, empieza a caer la lluvia, arrulla mi sueño, me encanta el invierno, aunque es algo extraño que llueva es verano.

Veo a mi hijo que duerme a mi lado, para protegerlo haría cualquier cosa, el nació prematuro, siento que debo protegerlo a toda costa, doy mi vida por él, lo abrazo y siento su calor, quiero vivir toda la vida para protegerte.

En mis sueños veo a un hombre, alto cabello plateado que se acerca, su piel es perfecta, siempre he soñado con él, desde que era niña, nunca recuerdo que es lo que hace, siempre veo que está ahí mirándome.

Veo que se acerca a mí, tanto que puedo sentir su respiración, mi piel se eriza, quiero correr, pero no puedo, su aroma es tan extraño, siempre su boca cerca de mi oído y susurra:




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.