Saturno (ten cuidado con lo que deseas)

¿Qué está pasando?

Un campo lleno de flores, mi rosas rojas favoritas, mi hijo estaba a mi lado y delante de mí tenia a Nereus, su cabello rubio, sus ojos azules que me fascinan, hacían que me pierda la dirección de mis sentidos, me acerca tanto a mí que puedo escuchar su corazón, siento su respiración, veo sus labios y escucho un estruendo, suena la puerta y despierto de golpe, era un sueño, un loco sueño, uno de tantos pero este se notó más real, no lo quería aceptar pero hasta hoy me doy cuenta que me gusta Nereus, pero lo único que me importa ahora es regresar a casa.

Me levante, me arregle, hoy estaríamos solos, porque Elithar no estaría es raro que el no este, es como si el mismo Saturno se fuera, salgo a caminar, me siento mejor porque no nos mantienen encerrados como al principio, a lo lejos veo a Astrid con Nereus y Polo.

Al verme ella me llama, me dirijo para allá y Nereus se va, como siempre me odia y aun no entiendo porque, pero algún día de estos me voy a enfrentar a él, pase lo que pase.

—Hola amiga, creo que estaremos de vacaciones Elithar se fue con los demás a reclutar a más personas creo.

—¿Volvió a la Tierra?, ¿Por qué no le lo dijiste? Hubiera pedido ir con él. —Le grito alterada, ver a mi hermano y mi madre es una de las cosas que deseo.

—Porque no fue a la Tierra, fue a Marte. —Polo responde.

—Lo siento, solo que ya no quiero estar aquí.

—Te entiendo amiga, pero no debes reaccionar así, llevamos mucho tiempo aquí, no vas a cambiar nada.

Tenía razón, no voy a cambiar nada haciendo mis berrinches, en silencio me fui de ahí y camine, hacia lo que parecía un rio, nunca he estado en este lugar del planeta, veo a Nereus sentando a lado del rio, quiero alejarme, pero me habla.

—No deberías estar aquí, las mujeres aquí solo sirven para una cosa y veo que no lo sabes, debes irte.

—¿Y para que servimos?

—Solo para matrimonio, así que debes tratar de irte de aquí.

—¿Por qué me odias?

—No lo hago, odiarte seria prestarte atención y no es mi intención hacerlo, tengo muchas cosas que hacer que perder mi tiempo contigo.

—Me siento extraña aquí, no sé cuánto tiempo ha pasado, quiero volver a ver a mi familia, quiero……

—No importa lo que quieras, el tiempo aquí no es igual al de la Tierra, allá ya debió pasar unos 100 años, posiblemente.

—¿Qué?, no, no, debo regresar.

—No creo que Elithar te deje, aquí casi nadie regresa, Polo lleva ya cientos de años aquí, es muy feliz, así que mejor acostúmbrate.

—Nunca me acostumbrare, quiero ver a mi hermano y mi madre, ellos son mi familia.

—Ahora entiendo todo. —Dice mi hijo mientras se ríe.

—Que es lo gracioso.

—Tienes lazos familiares, por eso aun no logra su cometido, deberías tener cuidado ¿Qué pediste a cambio de venir aquí?

—Inmortalidad para mi familia.

—Ahora entiendo, todo, debo habar con Titán.

—¿Qué pasa?, dime.

—Tu no sabes absolutamente nada del Universo, eres solo una hormiga y hay demasiadas cosas que no sabes.

—Siento que Elithar me oculta algo, y quiero saber que es.

—Tú no estás aquí por casualidad, Saturno te eligió o tu a él. —Me quedo helada, yo lo elegí a él.

—No, no ósea cuando era niña siempre deseaba conocer a Saturno, mi padre me compraba libros sobre los planetas, y siempre me llamo la atención por sus anillos, deseaba conocerlo y esas cosas.

—Como me lo imaginaba, lo deseabas tanto que él te eligió, pero aun tienes lazos familiares, cuando se cumplan 500 años terrestres, todo cambiará, debes tener cuidado de esto.

—No entiendo nada.

—No es necesario que lo entiendas, aun no, solo ten presente a tu familia nunca olvides a tu hermano, si quieres que ellos vivan.

Se fue y quede más confundida que antes.

El tiempo paso relativamente rápido, regreso Elithar y llegaron muchas personas, claro raras por ser de Marte, no entendíamos nada de lo que decían.

Necesito hablar con el regresar con mi familia, aquí no hemos hecho nada de lo que dijeron que haríamos aquí, el entrenamiento si, sin embrago nunca fuimos a ninguna batalla hasta este momento.

Quise hablar con Elithar, fui a buscarlo y no lo encontré, a la hora de la comida no me dejaron salir, es extraño que la primera vez que llegan nuevos seres desde que estamos aquí no nos dejen salir a conocerlo.

La misma chica de siempre me trae mi comida, es muy nerviosa cada que trato de hablarle huye de mí, sin embargo, hoy no la dejaré.

—Hola. —Le digo y ella me ignora, me acerco y se aleja. —No quiero hacerte daño, solo quiero saber ¿por qué no me dejan salir?

—Hay nuevos seres, están dándole la bienvenida es todo.

—Pertenezco aquí, siento que debo estar ahí, así como están todos.

—Usted es diferente, El amo Saturno no logra que usted rompa lazos, cuando llegue ese día, usted....... —Se queda en silencio justo cuando Elithar está detrás, el solo en su cara es de terror, le tiene demasiado miedo a Elithar.




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