<<Lo importante no es lo que se promete,
si no lo que se cumple>>
-Es más grande de lo que pensaba- digo entrando al departamento- y parece ser bastante acogedor.
El living es bastante grande, aunque solo cuenta con un sillón de color blanco y un televisor, lo cual me alegra porque no soy de esas personas amantes por la decoración; me gusta lo simple y espacioso.
Así que entro a mi nuevo departamento con la única maleta que he traído, y me dirijo a la primera habitación que veo, aunque el departamento solo cuenta de dos habitaciones, la cocina, el baño y el living.
Al entrar a la habitación me doy cuenta de que el baño esta dentro de ella, y a decir verdad, es una grata sorpresa ya que no lo esperaba debido que en las fotos que me había mandado la antigua propietaria no aparecía esto. Además de que en ella solo se encuentra una cama de dos plazas, con un armario mediano de color blanco, y un escritorio del mismo color.
Parece que a la antigua propietaria le gustaba el color blanco
También lo que me tiene contenta de este nuevo departamento, es que esta todo amueblado y no tengo que andar preocupándome o molestándome por pequeñas trivialidades. Por lo cual decido empezar a desempacar las cosas.
...
Una vez que termine de acomodar mis cosas y dejar todo acomodado en la habitación, salgo de ella mientras que siento como me vibra uno de los bolsillos del pantalón.
Lo sacó y veo que tengo un mensaje de Jake.
"-¿Como estás? ¿Qué tal la gran ciudad?-"
Decido ignorarlo y compruebo en el celular que ya es mediodía y en la cocina no tengo nada como para alimentarme. Así que salgo del departamento y bajo por el ascensor para poder ir a algún supermercado.
Una vez que estoy abajo me encuentro con el recepcionista que ya debe rondar por los 50 años, lo que hace sacarme una sonrisa al recordar a mi abuelo que también rondaba por esa edad.
-Hola disculpe que lo moleste, soy la chica del departamento 17- digo acercándome a el.
-Hola hija, ¿en que la puedo ayudar?- dice sonriendo calidamente.
-Mire, es que soy una nueva por aquí y estaría necesitando ir a algún supermercado, ¿me podría indicar como llegar?
-Si claro hija, mire usted va por...
-ABUELO ESTOY POR ENTRAR EN UN ESTRÉS INMENSO POR NO PODER ENCONTRAR UN MALDITO DEPARTAMENTO- dice una morena entrando al edificio y yendo hacia el recepcionista
-Mi niña no sea maleducada y salude- dice su abuelo señalándome y dándome un gesto de disculpa, al cual respondo dándole una sonrisa despreocupada (o bueno eso intente transmitir)
-Ah hola, me llamo Micaela- dice la morena por fin mirandome
-Hola, mi nombre es...
-ABUELO, HAZ ALGO POR DIOS Y LA VIRGENCITA SANTA- dice volviendo su atención a su abuelo sin dejarme terminar.
-No es mi culpa que hayas dejado todo para ultimo momento jovencita
-Pero haz algo, estoy por entrar a la universidad y ni lugar para vivir tengo- dice la morena con los ojos vidriosos.
Ay no, odio cuando la gente llora
-¿A que universidad vas a ir?- digo metiéndome en la conversación.
-A la Universidad San Andrés, ¿porque?
-Porque yo también estoy por ir a esa y tengo una habitación extra en mi departamento, si estas dispuesta a que paguemos las cosas entre las dos, no tengo problema en que vivas conmigo.
- Ni siquiera me conoces, ¿porque lo haces?- dice mirándome como si la fuera a secuestrar.
-Digamos que prometí ayudar siempre que pueda- le digo ya sintiéndome incomoda con la mirada que me da la morena.
-¿A quien?
-A mi abuelo.
- ENTONCES SIGNIFICA QUE NO ME VAS A SECUESTRAR Y QUITARME MIS CHOCOLATES CUANDO TERMINES CONMIGO.
¿Chocolates? ¿Pero de que me esta hablando?
-La estas asustando cariño- dice su abuelo, dándome un gesto de disculpa una vez más.
-Ah si lo siento, ya te acostumbraras a mi- dice la morena sonriéndome- muy bien, entonces creo que esto es el comienzo de nuestra amistad... espera ¿como te llamabas?
-No me habías dejado decirte mi nombre antes-le digo ya riéndome de su locura- mi nombre es Alexandra.