Save me

1. Invitaciones incomodas

-Esta va a ser una noche muy larga - dije para mí.

-Que has dicho amor que no te escuche - dijo Steve abrazándome por detrás.

-Que la fiesta va a ser increíble - me apresure a decir - y  me encantaría ir, te veo allá.

-Claro amor, nos vemos luego te amo - dijo mientras dejaba un beso en mi cachete.

- Yo también... - la verdad odiaba ser cursi me daban ganas de vomitar.

Fui a buscar a mis amigas al patio, ya que ellas me habían dejado sola con Steve y lo iban a pagar caro, ellas sabían que no me gustaba estar sola con Steve estos últimos días ya que el me andaba pidiendo que me acueste con él y yo sabía que no era el momento adecuado ya que yo todavía no sabía si él era de confiar o no.

Bueno en pocas palabras no sentía mucha confianza aún ya sea con él o de mi cuerpo, amaba mi cuerpo pero eso no quita que sea tal vez un poco vergonzosa.

Por ser la chica "mala" del colegio todos tenían diferentes pensamientos de mí y muchos me abrían paso alejandose de mi camino, me tenían miedo por los rumores que se propagan de mí. Pero que más podía pedir estaba contenta con eso, era bueno que me tuvieran miedo, porque si pedía algo, cierto grupo de personas querían complacerme en el mismo momento.

Era mala no, pero me beneficia que todos piensen eso, ligeramente abusaba del "poder" que el mismo alumnado me había dado, pero yo no tenía la culpa de que ellos pensaran que era mala y había que aprovechar. No es mi culpa que jamás se dieran el momento para conocerme.

Mi novio Steve es el capitán de baloncesto adorado por todas las chicas, menos por mi, es decir me gusta ¿tal vez?, la cosa es que yo no lo amaba aún y no sabía si podía amarlo algún día, no era que no pensara que era atractivo o buen partido, solo no  es la persona que me hace sentir que puedo hacer estupideces por amor, pero mis queridas amigas las mejores del mundo nótese el sarcasmo me obligaron a salir con él porque decían que una reina de las carreras ilegales necesitaba un rey, y aunque no iba aceptar de principio tomé en cuenta que debo avanzar no puedo estar amarrada al pasado , así que le di una oportunidad como Thor se la dio a Loki, que podría salir mal, que Steve mate a mi padre y tome su forma.

Vi a mis amigas en la mesa de siempre, muy campantes y comiendo las muy "sabidas" estaban demasiado tranquilas comiendo, fui a coger mi comida y vi una enorme fila así que me adelanté y me puse detrás de la chica a la que le servían la comida.

- Hola Edina, te ves horrible hoy puedes darme una hamburguesa de más y por favor me regalas un sobre con sal o mejor que sean dos - salude a nuestra cocinera ella me conocía desde los 9, cuando mi madre se olvidaba de venir a verme, ella me iba a dejar a casa, nos llevábamos bien y entendíamos "hola te ves horrible" en nuestro vocabulario es te ves bien, ella tenía 34 años.

- Claro cosa horrorosa, parece que te hubieras puesto el traje de mi abuela - la mayoría de las cosas que nos decíamos se entendían en términos contrarios como antónimos.

Mientras me servía mis hamburguesas con doble ración de papas chili me adentre a mis pensamientos, ella ha trabajado aquí por más de 11 años, su salario no era el mejor, ni el peor por lo que no tenía problemas, le encantaba cocinar y vivía de ello, se mudó aquí cuando tenía 17 años, con su hermana pequeñas de 4 y su madre de 35 ya que su país sufría económicamente, su padre como me contó había sido asesinado cuando tenía 15, por unas deudas, por lo que su madre se vio obligada a trabajar y ella dejo de estudiar para cuidar a su hermana.

-Toma, espero que te rompas los huesos esta noche, en la carrera - dijo mientras me entregaba una bandeja con mi comida, refrescos todo por doble y en mi mano dejo 2 sobres de sal.

Camine en dirección a mi mesa, donde se encontraban las muchachas, tome una lata Coca-Cola y la batí no pare de hacerlo hasta llegar a la mesa.

- Muchachas me dejaron botada - dije poniendo una sonrisa de niña buena.

-Que tramas Lucy Stone - dijo Madison mientras me observaba, ella era flaca por naturaleza, Amber y yo siempre la llamábamos barriga sin fondo, porque comía demasiado y ni así engordaba.

Abrí un sobre de sal debajo de la mesa y puse en marcha mi plan. -Recuerdas al chico que te gusta ese de pelo color naranja - dije.

-PELIRROJO! - Exclamaron mis amigas a la misma vez.

- No ese no, ¡el de allá! -dije señalando hacia al frente y como ellas estaban de espaldas tuvieron que girarse para ver de quien se trataba, lo más rápido posible puse sal en una de las colas que se encontraban en la mesa y la otra la cambie por la cola que había agitado hace ya un buen rato por lo que la agite un poco más, y tome a la que no le puse sal.

- Él no es - dijo Amber señalando a un chico muy flaco y con lentes.

-Oh entonces quien es el - me hice la desconcertada.

-Ni idea - dijo Madison volviendo a su comida.

-Buenos... me voy hacer los deberes, Amber me prestas tus apuntes - dije - ya sabes la carrera de ayer termino tarde - puse una excusa, no quería estar aquí para la explosión de drama.

-Si están en mi mochila en el aula de biología -hablo con comida en la boca.

-Nos vemos luego - tome mi bandeja, cuándo vi a Amber, llevarse la cola a la boca, salí con pasos rápidos de la mesa, tome asiento en otra donde estaba Steve y sus amigos estaban conversando de pistolas, hombres tienen que ser, cuando llegue se  quedaron callados.

-Mira - señalé la mesa de las muchachas - Empezó el show- dije cuando Amber bebió la cola.

Amber tiro la cola de su boca al percatarse del sabor, mojando a Madison en el proceso, la cual tenía cara de asco y cara de querer matarla, yo estaba lejos de los problemas mordiendo mi rica hamburguesa. Vi a Madison decirle algo a Amber y esta puso cara de pánico y comenzó a retroceder, Madison tomo su cola y comenzó a dar pasos hacia en dirección a Amber que se alejaba, al abrir la cola que supuse se la iba a tirar encima a Amber esta cayó en la mesa y comenzó a girar mientras derramaba todo el líquido de su interior por la presión mojando no solo a Amber sino también a otras personas cerca de ella y Madison quedo impactada, ambas hablaron unos segundos y giraron sus cabezas buscando algo y cuando me vieron vi un destello de travesura en sus ojos.




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