Nuestra primera cita fue dulce, como un dulce macchiato, donde fuera que fuéramos, queríamos ir juntos.
“Coffee”
—¿Qué tienes Vlad? —le pregunto por quinta vez
Ha estado serio desde la mañana y no me ha querido decir que le pasa, Blanca pone los ojos en blanco por mi pregunta, este receso está resultando muy incómodo, ella sigue sin perdonarlo por no haber ido con nosotros a comer sushi después del juego hace una semana, mi hermano sigue sin decir nada al igual que Mati, Seby-by, Javi y Tomi son team Blanca, están igual de molestos que ella, por mas que intente explicarles, con mentiras obvio su ausencia ellos no quieren ceder.
—Nada —me responde por quinta vez, tomando un trozo de sandía de mi tupper
—No le insistas Lia —señala Blanca en un tono nada amigable viéndolo con sus ojos entrecerrados— si no quiere hablar, que no hable
Vlad voltea a ver de reojo a mi amiga, desde que Blanca le reclamó por dejarme ir sola, solo intercambian saludos, ninguno de los dos quiere ceder y yo soy la que queda en el medio
—¿Tuviste una mala práctica? —insisto para que hable conmigo
—Emilio es un pendejo —es lo único que me responde de mala gana
No soy partidaria de hablar con groserías, no me gusta y por eso no lo hago, Vlad sabe que no me gusta cuando se refiere a alguien por una groseria, pero últimamente pareciera que lo hace aproposito, como si me quisiera dar a entender que él puede hablar como le plazca, que vamos lo puede hacer, Seby-by dice una cantidad infinita de groserías, pero jamás las usa contra los demás en forma de ofensa, eso es lo que me molesta.
—No me gusta que lo llames así —le hago saber con voz suave
—¡¿PORQUE SIEMPRE LO DEFIENDES?! —explota lanzando su tenedor de plástico contra el suelo— ¡¿ACASO TE GUSTA?! ¡¿ES ESO?!
—Y-yo… —me quedo en shock por su reacción
—¡¿QUÉ DIABLOS TE PASA?! ¡¿TE VOLVISTE LOCO?! —exclama mi amiga molesta
—TU NO TE METAS —le ordena mi novio apuntandola con su dedo
—Tu —ella empuja su dedo con su mano— no me ordenas nada
—Chicos tranquilos —me pongo en el medio cuando ambos se ponen de pie uno frente al otro— fue mi culpa…
—¡No fue tu culpa! —me interrumpe Blanca más molesta— deja de culparte por la actitud de mierda de Vladimir
—¿Actitud de mierda? —objeta Vlad— la única que tiene una actitud de mierda eres tu Blanca, deja manipular a Lia
—Ella no…
—Mirate en un espejo idiota —me vuelve a interrumpir mi amiga— el unico que la manipula eres tu
—¡BASTA! —grito sintiendo las lágrimas amenazando con salir de mis ojos— ninguno de los dos me manipula ¡¿qué les pasa?!
Adiós autocontrol, siento las lágrimas caer por mis mejillas, odio ser una llorona, Blanca respira para tranquilizarse al verme pero Vlad toma sus cosas y se marcha ignorándome cuando lo llamo.
Estas malditas pesadillas no me dejan en paz, no se porque mi subconsciente me sigue traicionando de esta manera, no quiero volver a vivir mi relación con voldemort en mi sueños, fue lo bastante traumática como para que el me siga atormentando, la Psicóloga Castillo me dijo que es debido al estrés de recibir los mensajes anónimos, me ha advertido que si no hablo con mis papas ella lo tendrá que hacer.
Se que no es normal recibir más de tres mensajes diarios de el, todos con el emoji de uno o dos pasteles, en ninguno aparece el número solo dice número privado, pero se que es el, porque cada vez que recibo un mensaje lo bloqueo pero a las horas recibo otro mensaje, siempre es lo mismo, Blanca ya sospecha que algo pasa, pero no la quiero preocupar, suficiente tiene con los intentos de sabotaje de Catalina como para que encima se tenga que preocupar de que voldemort me esta molestando de nuevo.
Estoy terminando de guardar las cosas en la cesta para el picnic que tendré con Alexander en el lago, solo espero que esta distracción me quite de la mente a Voldemort.
Mis papas bajan a la cocina aun con pijama a las nueve de la mañana, les digo que siente y les sirvo a ambos su taza de café junto a una chapata de jamón con queso idéntica a la que llevo para el picnic, me siento con ellos igual con una taza de café pero el mio con leche.
—Es cierto —mamá deja su taza de café en la barra de cocina y me ve como si acabara de recordar algo— Leo me dijo que irá a este lugar donde esta serie con el guapo de ¿Gunyo?
—Goon Yoo —la corrijo con una sonrisa
A mi mamá le terminaron gustando las series coreanas después de ver Boys over flowers y cuando la hice ver Goblin quedó enamorada de Goon Yoo
¿y quien no? si es un papucho
—No estas tan emocionada como imagine —opina papá
Es ahora o nunca, fighting Lia
—¿Qué pasa princesa? —pregunta papá ante mi silencio
—Y-yo —los veo a ambos— bueno…
—¿Sabes que puedes confiar en nosotros verdad? —mamá toma mi mano y mis ojos se llenan de lágrimas
—S-si —digo con un nudo en la garganta, tengo que aclararme la garganta para poder hablar
Les cuento todo, desde que recibí el primer mensaje, los mensajes que sigo recibiendo, las pesadillas que tengo casi todos los días, el miedo constante de que un dia se presente en la Universidad y me de cuenta de que aún tiene poder sobre mi, mi café pasa a segundo plano cuando les cuento todo, las lágrimas obviamente se hacen presentes, mamá se para para abrazarme, mis papas siempre han sido la clase de papas a los que les puede contar cualquier cosa, y siempre te ayudaran, yo crei que podia resolverlo por mi misma pero no puedo, no quería preocupar a mis papas con esto, menos cuando papá ha llegado hasta tarde de la oficina por trabajo y mamá ya tiene suficiente con cubrir a su compañera que está de licencia por maternidad y hacerse cargo de la casa.