Save Me

CAPITULO 37

Te extraño, ¿cuanto más tengo que esperar?, ¿cuantas noches más tengo que quedarme despierto… hasta que pueda verte?, hasta que podamos reunirnos.

“Spring Day”

Hoy Alexander me pidió que lo acompañara a un lugar, cuando le pregunté a donde solo sonrió con tristeza y me dijo que a ver a una persona especial, no quise preguntar más al notar la tristeza en sus ojos.

Veo como pasamos por la ciudad y como nos vamos acercando a un cementerio, lo volteo a ver por unos segundos, el va tenso sujetando el volante con ambas manos pero no pregunto nada, llegamos al estacionamiento del cementerio, nos bajamos del auto y él toma las flores que compramos antes, me extiende su mano y la tomó entrelazando nuestros dedos, caminamos entre las tumbas, el guia el camino hasta que se detiene en una, leo la inscripción en la lápida:

“Benjamin Icaza Torres, amado esposo, padre y amigo”

+3 de Julio 2014

Estamos en la tumba de su padre.

Alexander suelta mi mano y quita las flores marchitas reemplazandolas con las nuevas, vuelve a tomar mi mano y nos quedamos en silencio viendo la lápida.

—Hola papá ¿cómo estás?… cómo te darás cuenta en esta ocasión no vine solo —a medida que sigue hablando su voz se quiebra, tiene que aclararse su voz varias veces— alguna vez me dijiste solo querias que te presentará a la mujer con la me casaría, contrario a mamá que quería conocer a todas mis novias —suelta una risita nostálgica— pues aquí estoy, con mi novia y la mujer con la que me casare algun dia, se llama Amalia todos le dicen Lia pero solo yo la llamo Milly… siempre me hablaste de que tenía que buscar una buena mujer y creeme que Milly supera cualquier estadística, es la mujer mas buena, bondadosa, sensible, alegre y hermosa que he conocido…

Hago todo el mayor esfuerzo para no llorar al escucharlo hablar, mis ojos están cristalizados pero me obligo a no derramar una lágrima… aun

—Se que reconoces el nombre porque no es la primera vez que te hablo de ella, me has escuchado hablar de ella por horas, y ahora está aquí conmigo —aprieta mi mano quedándose callado

—Hola señor, soy Milly —hablo aclarando mi garganta, Alexander me ve con sorpresa como si no creyera que le estoy hablando a su papá— solo quiero agradecerle por traer al mundo a un hombre como Alexander, y no se preocupe por él, se ha convertido en un hombre de bien, yo soy la afortunada de que mi camino se haya cruzado con el de su hijo, y aunque admitiré que al principio no lo acepte tan rápido, él nunca se rindió en luchar por conquistarme —lo escuche reír— es un hombre leal, amoroso, aventurero y confiable, y eso sin contar lo atractivo que es, y esos hoyuelos con los que fue bendecido y me vuelven loca, y… — me callo antes de decir informacion de mas, siento mis mejillas arder y a Alexander reprimir una risa, me vuelvo a aclarar mi garganta— solo quiero que sepa que amo mucho a su hijo y que siempre haré lo que sea necesario para que el sea feliz, es el hombre de mi vida, una persona tan buena como él, solo merece felicidad y amor en su vida y yo me encargare de que lo reciba y viva su vida rodeado de amor y felicidad

Termino de hablar y cuando volteo a ver a Alexander me ve con ternura en sus ojos me atrae a sus brazos y me envuelve en ellos

—Te lo dije papá, es la mujer de mi vida

El saca una manta de su mochila la extiende sobre el césped y nos sentamos en silencio, toma mis manos mirándome a los ojos como si quisiera decirme algo pero no estuviera seguro lo miro con ternura sin presionarlo, me lo dirá cuando esté listo, pasan muchos minutos hasta que habla de nuevo.

—La familia de papá siempre fue muy dura con él… —comienza a decir— él creció siguiendo y haciendo lo que su familia le decía, hasta que conoció a mamá y se reveló de cierta manera, él fue un buen papá un poco estricto pero siempre nos dio amor a Cassie y a mi, pero yo… no le hice las cosas más sencilla —sonríe de lado con nostalgia— ya sabes que Cassie lo llama mi época oscura pero no lo hacia para molestar a mis padres, lo hacía porque su familia me quería controlar, Gabriel debes hacer esto, deja el fútbol que no te aporta nada bueno en tu vida, en lugar de ir a fiestas deberias de ir a la empresa con tu padre y aprender el negocio familiar, la familia no tolerará a un Icaza descarriado, alcohólico y drogadicto, que era como me llamaba, la oveja negra de la familia —suelta con amargura— no me gusta que me llamen Gabriel porque esa familia siempre me llamaba así, por eso siempre me presento como Alexander hasta que descubren mi segundo nombre…

Alexander por fin se está abriendo, intuía que no tenía una buena relación con su familia paterna desde que nos topamos a su tia en el centro comercial, a excepción de Vic y Eli, son con las únicas con las que nunca dejó de hablar.

—Cuando su familia comenzó a atacarme papá salió en mi defensa no dejó que abandonara el fútbol y fue cuando mamá me confesó que papá pudo haber sido un jugador profesional si su familia no hubiera intervenido en su futuro, yo nunca he visto el fútbol de manera profesional siempre lo tuve como un hobby en el que podía descargar mi energía y siempre se me dio bien, supongo que por los genes de papá —sonrie de lado— llegue a ser mariscal muy rápido, y eso enfureció a su familia pero todo cambió… —se le llenan los ojos de lágrimas y se le corta la voz, se tomó unos minutos para continuar— cuando estaba por empezar el tercer año de secundaria, una semana antes de iniciar las clases, me presente en la oficina de papá molesto porque había prometido que iríamos a comprar un nuevo informe para cuando iniciara la temporada pero había estado ocupado en la compañía que no había tenido tiempo —se limpia las lágrimas que comienzan a salir con su antebrazo y a mi se parte el corazon verlo asi— lo obligue a salir de la oficina haciendo un berrinche diciendo que el resto de la semana ya tenia planes para entrenar con Bruno, no me importo si el estaba ocupado o tenia una reunion mas tarde, me miro atento en medio de mi rabieta gritandole que tenia que cumplir con su promesa, que tenia que ser un buen padre, al terminar el solo suspiro apago su computadora, tomo su saco y salimos de su oficina, su secretaria intento detenerlo pero el se limito a decirle que cambiara su agenda de la tarde, yo me senti un ganador, en camino a la tienda de deportes no pare de hablar emocionado sobre los nuevos uniformes y equipos que habia visto con Bruno semanas antes, papá no paraba de sonreir, y de reirse de escucharme hablar de Guzman en su faaceta de entrenador, al llegar el me ayudo a escoger todo, y cuando estabamos en la caja para pagar… —comienza a sollozar, me acerco para abrazarlo, sus hombros tiemblan el me abraza muy fuerte enterrando su cabeza en el hueco de mi cuello




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