Un fuerte y agudo sonido invade las profundidades de mi sueños, consiguiendo un fuerte gruñido de mi parte en busca de una solución a tal intensa molestia que después de cierto tiempo termina parecer ceder de su pequeña tortura, dándome el silencio que necesito para intentar volver a conciliar el sueño, cosa que doy por terminada en cuando el maldito ruido vuelve a reinar el lugar.
—¡Maldita sea! —Grito con molestia quitando lo que sea que este sobre de mi, poniéndome de pie sin la molestia de abrir correctamente los ojos —¡¿Quien mierda molesta tan temprano?! —Me pregunto cuando soy capaz de conseguir el maldito aparato que suena con desesperación, respondiendo al loco imprudente que me ha despertado en mi día de descanso —¡¿Que?! —Digo en cuando respondo el maldito aparato sobre mi mano.
—¿Dónde estas? —Una voz que me resulta familiar susurra desde el otro lado de la linea.
—¿Kwan? —Pregunto frunciendo el entrecejo recibiendo una respuesta afirmativa por parte de el —Estoy en mi casa donde mas quieres que este en mi día de descanso —Vuelvo a caminar de regreso a la cama sin abrir los ojos, dejándome caer sobre ella.
—No te acuerdas la exclusiva que teníamos el día de hoy con todos los artistas de Bit Hit Ententaiment —Salto en cuando lo escucho decir aquello que tanto tiempo habíamos estado preparando —Estamos casi todos aquí, así que apresúrate antes de que Mi-suk se de cuenta de que aun no has llegado —Me despojo del estado somnoliento y me adentro en el baño con rapidez comenzando a quitar mi ropa sin colgar la llamada.
—Encárgate que no se entere estaré ahí en diez minutos —Prometo antes de terminar la llamada, abriendo la llave de la regadera y entrando en ella sobresaltándome ante el contacto del agua fría sobre mi cuerpo —¡Maldición! —Maldigo en voz alta antes de apresurarme a lavarme sorprendiéndome al notar los productos de higiene masculina que adorna la ducha.
Tomándome un par de segundos antes reconocer el lugar en el que me encontraba y un par mas para poder recordar las estupideces que había hecho ayer por la noche, golpeándome la frente un par de veces antes de recordar la verdadera cosa importante en estos momentos. Así que no lo pienso tanto y termino de hacerlo con los productos masculinos bastante caros por lo que puedo notar a simple vista del pelinegro, antes de envolverme en una de las tantas toallas que adornan el pequeño lugar que honestamente resultaba ilógico siendo consiente de que el único que las ocupaba era Yoongi, cosa que muy rara vez lo hacia.
—¡Maldición, maldición! —Maldigo en voz alta al percatarme de que lo único que tengo para cubrir mi desnudes es la ropa de ayer, la cual apestaba totalmente a alcohol, y las pocas prendas que había dentro de su enorme armario —¡A la mierda! —Tomo una de sus tantas sudaderas y me visto con ella, la cual gracias al cielo me alcanza a cubrir mi trasero y gran parte de mis muslos, poniendo un pequeño y ajustado short negro que soy capaz de encontrar dentro del lugar, y que agradecía internamente por haberlo encontrado en caso de cualquier tipo de percances al que me pueda enfrentar en una situación como esta.
Mi celular suena una y otra vez sobre mi mano que cosa que es imposible no ponerme nerviosa, así que a penas soy capaz de peinar y lavar mis dientes antes de salir por las enormes puertas, asegurándome de cerrarlas correctamente antes de bajar con rapidez por las escaleras del edificio para llegar mucho mas rápido a la salida del mismo. Gracias a Dios soy capaz de conseguir un taxi en cuando estoy en la entrada del lugar, gracias a una persona que a penas soy capaz de agradecerle, antes de entrar y indicarle al chofer el lugar al que debe llevarme.
Para mi desgracia y la persona que conduce, me doy cuenta de que traigo nada mas mi celular intentando recordar donde mierda había dejado mi cartera sin tomarme el tiempo de avisarle al chofer de la situación en la que nos encontrábamos.
"Voy en camino, necesito pagar el taxi no traigo mi cartera, ayúdame" —Tecleo con rapidez luchando con la frustración al percatarme de los pocos datos que mantenía en mi celular y al observar la lentitud con la que el mensaje llega al destinatario.
—¿Señorita? —El chofer encargado llama mi atencion, dándome cuenta de que nos hemos detenido nada mas y nada menos que frente a Bit Hit Entertaiment.
—¿Puede esperar un poco? —Pregunto con un poco de vergüenza intentando conseguir un poco de tiempo para que mi mejor amigo se de cuenta del mensaje que acaba de enviar.
—En verdad me gustaría pero tengo un viaje en menos de diez minutos —Responde negándome esa posibilidad.
—Solo necesito cinco, solo cinco —Pido antes de adentrarme al lugar en busca de algún rostro conocidos, algún rostro que pueda serme de ayuda en estos momentos —¡Dame eso! —Le quito el par de billetes a Kwan en cuando lo encontró antes de correr de regreso a la salida, donde me disculpo infinidad de veces con el taxista antes de volver a entrar con la respiración entrecortada, obteniendo un gafete de acceso por parte de mi amigo que se encarga de arrastrarme hasta los pasillos de la lujosa empresa, extendiendo una botella de agua que agradezco antes de beberla por completo.
—Entrare primero —Se encarga de acomodar mi cabello, el cual puedo estar segura que se encuentra hecho un alboroto —Distraerá lo mas que puedo a Mi-suk, así que intenta ser rápida —Me dice antes de entrar por las enormes puertas dándome tiempo de adentrarme tras de el, antes de comenzar con la operación.
Hay muchas personas dentro del lugar así que me hacen mucho mas fácil la tarea de adentrarme en el lugar deteniéndome en el momento en el que un par de piernas se interponen en mi camino alzando la mirada para encontrarme con el dueño de dichas piernas que no duda ni un poco en tomarme del brazo con fuerza para arrastrarme hasta el motón de personal que parecen estar distraídos a causa de Kwan, quien se detiene al percatarse de la presencia del tipo que me suelta con agresividad en cuando se percata de la advertencia de mi mejor amigo.