Saving Contract

V. Las condiciones

Su pecho subía y bajaba a medida en que respiraba. El sudor tampoco paraba de descender por su cuerpo. Axel jadeó de frustración, secándose con la tela de su playera. Una risa más. Frunció el ceño. —¿Qué es tan divertido?

—Tú - Eris resolvió con una amplia sonrisa, que dentro del maniquí que estaba poseyendo se veía escalofriante. Con un movimiento, irguió nuevamente la espada que sostenía. —Sí quieres alcanzar las habilidades del verdadero Axel, tendrás que seguir entrenando por una o dos vidas más, forastera.

Se tumbó en el suelo, cerrando los ojos. — Dame un minuto —Negó, más se estremeció al escuchar cómo el maniquí cayó violentamente al suelo. —¿Eris…? —Su compañera no decía palabra alguna, se sentó en el suelo, un torrente de dolor le forzó a encogerse sobre sí mismo. Lo había tomado tan de sorpresa que no pudo evitar tener un ataque de tos, sus músculos contraídos a voluntad por alguien más.

—Mi casa no es tu maldito campo de juegos — Bajó la cabeza al advertir la presencia de Bladimir. ¿En qué momento había entrado? De cualquier forma, sus palabras no podían ser más claras. Aquel lugar era donde Axel vivía, pero no era su casa.

—Me disculpo, padre. — Apretó los pliegues de su ropa, obligándose a no alzar la cara.

El adulto, como de costumbre, no parecía mortificado en lo absoluto. —¿Estabas entrenando? — Lo vio asentir, por lo que continuó — ¿y qué te detuvo? Tu fuerza es lo único que te hace destacar, ¿estoy en lo correcto?

Asintió una vez más, odiaba que fuera de esa manera, pero cada cabello de su nuca se erizaba mientras se ponía de pie. Se puso en posición, el maniquí frente a él se irguió haciendo lo propio, ladeó la cabeza, solo para corroborar quien lo estaba controlando.

Axel reprimió el grito de dolor en tanto la espada de madera golpeó estridente en su estómago. —Nunca apartes la vista de tu enemigo. — El mayor puntualizó.

“No lo hago” le dio por pensar, sin apartar la vista del mayor, al percibir de reojo un segundo ataque su mano derecha se movió sola, bloqueándolo en un grácil movimiento.

< <No lo provoques > > La voz de Eris sonaba conciliadora, y su posición cambió a voluntad de ella, sin esperar el siguiente ataque dio un salto, levantando su propia espada para golpear de lleno la cabeza del maniquí, que se giró violentamente.

Duraron así por varios minutos, ataque, defensa, contraataque. Una sonrisa arrogante quería dibujarse en sus labios cuando sus movimientos no requerían del apoyo del espíritu.

< < Cuidado > > Axel abrió los ojos, sorprendido, cuando, con un movimiento el maniquí sacó una segunda espada, asestando un golpe que consiguió romper en dos la suya. No creía que eso fuera jugar limpio, pero no tenía tiempo para pensar en ello. Retrocedió para evitar otro golpe, buscando cómo contraatacar. La expresión ahora fría del maniquí le resultó aún más irritante que cuando Eris lo controlaba, un paso hacia atrás sólo eran otros tres de ventaja para su contrincante. Y su espacio se reducía.

Una súbita opresión en el estómago llamó su atención. Que sólo se extendió más, cayó al suelo, y el maniquí aprovechó para atacar, alzándole la mandíbula de un golpe que lo derribó, seguido de otro en las costillas. Jadeó, sintiendo el sabor metálico en la boca, no necesitaba volver la cabeza para apreciar la silueta de su padrastro, quien lo miraba impasible desde arriba.

—¿Tienes algo que decir? —Estaba seguro que sí, pero de sus labios no salió nada. Pronto supo que tampoco podía moverse, cuando el adulto caminó en su dirección ni un solo músculo reaccionó. Bladimir tomó una de las espadas, apuntándole con ella. —Cuando estés en pelea, ¿crees que tu contrincante tendrá piedad? ¿Que se va a quedar esperando por tus estúpidos y lentos ataques? — El cuerpo del pelirrojo se estremeció en tanto la espada de madera apuntó su torso — Todos van a querer verte abajo, porque no destacas en nada, lo sabes, ¿no es así? Usarán todos sus trucos, sus poderes, sus habilidades ocultas en cuanto busques acorralarlos.

Quería apartar la mirada, quería mantener el contacto visual, quería huir de esa situación y a la vez quería mantener su expresión desafiante. No podía constatar hasta qué punto aquellas emociones eran suyas o de ese cuerpo que estaba habitando. Cuando el hombre tomó su cabello y lo hizo levantarse. — Así que será mejor que progreses, para estar por lo menos al nivel de tu oponente. ¿Entiendes?

Respiró hondo, sólo para comprobar que tenía de nuevo el control de su cuerpo. Asintió con dificultad —Sí, señor.

Una vez que el hombre se alejó se tumbó nuevamente en el suelo. Vio con atención la puerta antes que se cerrara, percibiendo la presencia de un niño pequeño, que asomaba la cabeza al interior. Uno de los hermanos de Axel, seguramente. El pequeño salió corriendo en tanto hicieron contacto visual. Y volvió a quedar solo ahí. Suspiró, buscando relajarse. Su cerebro parecía querer retumbarle, y no estaba seguro si era por las intromisiones de Eris o el ajetreo.

—¿Siempre es así? — Fue lo único que preguntó, le dio por pensar en medio de aquel silencio, que hasta el buen humor de ella había desaparecido también. No recordaba si alguna vez su hermana le habló del personaje de Eris, o si había mencionado cuál era su relación con Axel, pero suponía que debía ser buena, al verla sentarse a su lado, circunspecta.

Ella apareció, pensándoselo antes de añadir —Al menos desde que acompaño a Axel sí.

—¿Y desde cuándo es eso? —Se aventuró. Pasó la mano por las comisuras de su labio, aún en el suelo, la visión de la sangre y el escozor por los golpes le mareó.

Eris hizo una mueca, como si estuviera calculando — Él tendría… ¿ocho… o nueve, quizás?

Arqueó una ceja, tratando de imaginar cómo habría sido el primer encuentro de ellos, qué cosas había visto Eris. Preguntó —Axel… ¿no recurre a sus otros familiares? — Suponía que no, en el tiempo que llevaba viviendo ahí, parecía más un fantasma deambulando solo, siempre del salón de entrenamiento a su habitación, de la habitación a la escuela. Ni siquiera comía con nadie más. Se aventuró — ¿Axel sabía que Bladimir no era su padre en ese momento? ¿Cómo se enteró?




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