Saving Contract

X. La cena

- ¿Cómo es que se supone que mi misión es mantenerme sólo al margen? - Un resoplido de decepción salió de sus labios con cada palabra. En tanto el último grupo de adolescentes salió de un edificio cercano, siendo patrullado por los oficiales de protección; él optó por mezclarse junto a ellos.

La pantalla a su lado se actualizaba. 300 puntos habían sido agregados en el apartado de “divergencia de personaje”, 100 puntos agregados en “complejidad del personaje” por haber lanzado esa flecha también.

Eris añadió< < Créeme, con estas cosas que has hecho ya hiciste mucho, más tarde te darás cuenta > >

Estaba por dar un segundo resoplido de molestia cuando el flujo de estudiantes que habían escapado del gimnasio ya se había disipado casi por completo. Tenía que mezclarse con ellos, y habría funcionado, de no ser por los profesores que se acercaban para preguntar el estado físico de ellos, destacando su presencia justo cuando cierto rubio iba saliendo del edificio. La notificación de la pantalla a su derecha sólo lo corroboró.

Rodeado de los estudiantes que había salvado, Abel lo miraba con suma curiosidad, lo que esperaba; de todas las personas que se podría encontrar, seguramente él era la última que anticiparía. Sin embargo, esos encuentros extraños se seguían repitiendo. Si se tratara de otra situación, Axel se lamentaría más por los puntos de reputación que bajaron, ahora en cambio, una segunda presencia llamó también su atención.

“Mantenerse al margen” era algo que tenía que hacer, pero el gimnasio realmente no estaba muy lejos de la biblioteca. Aun cuando había un jardín de por medio, el pelirrojo tragó saliva en tanto reparó en la silueta aturdida y espantada de Stephan, que iba saliendo de la biblioteca, siendo escoltado por un grupo de guardias.

En la historia original, Axel había sido quien entró a esa biblioteca. Había seguido a alguien hasta ahí mientras se quejaba del heroísmo de Abel. Había visto algo que no debió.

- ¿Joven Ivanov? - Asintió involuntario en tanto escuchó la voz de la señorita Griffin. - ¿Es que todos aquí están así de ensimismados?

-Perdón, ya… ya estoy mejor - Balbuceó, cuando dirigió su mirada de nuevo en los presentes, esos ojos amatistas aún lo veían. Dio un par de pasos hacia atrás - Ya tengo que irme… - Y sin decir una palabra más, se marchó.

- ¿Qué hacía él aquí? - No era secreto para nadie lo mucho que a Josh le desagradaban tanto Axel como su séquito, razón por la que el tono frío no le sorprendió - No está en nuestra clase, ¿habrá venido con intención de ponerse del lado de la secta? ¿Notaste su cara? Parecía que había visto un fantasma.

Abel parpadeó varias veces. Ese día había tenido demasiada información y muy poco tiempo para procesar todo. La voz en su cabeza, el poder que salió de sus manos, el mensaje que le escribió a I, la flecha negra que anónimamente les ayudó… El jodido ataque de la secta ya de por sí había sido traumático.

Se llevó una mano a la frente. - ¿Dónde quedó mi cuaderno? - Fue lo primero que salió de sus labios después de un rato.

Sean soltó un quejido de exasperación, Axel seguía sin saber por qué el niño insistía tanto en hacer las cosas junto a él. De cualquier forma, se rio, antes de ir en su dirección y ayudarle con la corbata de moño del menor, la cual estaba enredada entre sus dedos en un completo desastre.

-No pedí tu ayuda… - Se había quejado el pequeño castaño, pero se dejó hacer, soltando un suspiro de alivio por el apoyo de su hermano mayor. Este se rio, alisando la corbata para empezar a anudar.

-Sé que no, estabas dominando la situación - Ironizó. Cuando el niño pareció quererse quejar, se apresuró a intervenir - Sólo bromeo, ¿okay? No te estaba saliendo tan mal.

Ante la seriedad de ese comentario, la expresión del menor se relajó, sorprendido. - ¿En verdad?

-No - Confesó, antes de volverse a reír. Axel tenía que admitir que le gustaba molestar al niño, ni bien terminó de arreglar el moño, este lo apartó de un empujón. De cualquier manera, el semblante de Sean no era agraviado, estaba sonriendo también.

Su hermano actuaba muy raro, o al menos eso le daba por pensar a Sean, aunque bueno, si lo ponía en retrospectiva; nunca lo había visto de ninguna forma que no fuera a la defensiva. No sabía la razón, pero no se esperaba que fuera tan sencillo acercarse así. Suspiró, viéndolo terminar de prepararse.

—Así que…— Axel comenzó a decir con aire casual. —¿Has estado entrenando con Stephan? ¿Cómo está él?

Supo que un comentario como aquel no era común tratándose de él, aun así, le calmó el que no se le restaron puntos de reputación, supuso que tampoco sería especialmente anormal considerando su repentino cambio de actitud. Sean ladeó la cabeza, con cara sorprendida, casi como si dijera “¿también lo notaste?” con su sola expresión.

El menor hizo un puchero. —Hoy no quiso entrenar conmigo, pero… no sé qué le pasa —Admitió, para después verlo fijamente — ¿tú sabes algo? ¿Cómo lo viste en la escuela?

Axel fingió estar concentrado en su propio atuendo, alisando su saco y con la vista en espejo, balbuceó - No solemos encontrarnos en la escuela. Parecía molesto cuando veníamos para acá. Pensé que tú sabrías - No quería hablar abiertamente del ataque, “las paredes tienen oídos”, le había mencionado Eris en alguna ocasión, y era consciente que, en específico, tales palabras podrían ser escuchadas por alguien más.

Sean parecía contrariado - Pasa más tiempo ahora con padre, pero… no parece que sea por algo bueno… - Una mano pasó por sus cabellos, su hermano mayor lo abrazó, quizá demasiado brusco, alzó la vista sin poder evitar fruncir el ceño. - ¡Oye! - Por toda contestación, Axel le había sonreído.

-Seguro sólo está tenso por las clases y la presión de padre, cuando acuerdes, estará de nuevo entrenando contigo - Le había dicho en tono conciliador. El niño suspiró y él, posando cual modelo a su reflejo para relajar el ambiente, añadió - Será mejor que vayamos saliendo o se molestarán allá abajo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.