Se Busca a Julie Ramirez

Capitulo 9

Sin pensarlo y darle pie a que los nervios me gobernaran, me dirigí hasta el primer piso y entre a la zona de servicios, dos mucamas se acercaron  mi y luego de dos  intentos intentos fallidos para poder sacarme del lugar, me llevaron hasta donde encontraba Julie, obviamente les tuve que contar el motivo de mi entrega, ya que para ellas no parecía repartidor de flores, si no que el idiota enamorado. 

-Muchas gracias- dije al llegar a una puerta de color negro que tenía sobre ella en letras grandes -comedor- mi corazón se acelero y aproveche esa impulso para entrar y localizar a Julie con mi mirada, por suerte el lugar estaba vacío, ella me miró, yo la mire y no pude evitar sonreír, ella me devolvió la mirada y me acerque a ella. 

-Hola- dije sin poder articular otra palabra. 

-Hola ¿Se quiere sentar?- yo asentí y me senté frente a ella, por suerte las mesas eran pequeñas. 

-Estas son para ti- le extendí las flores y la carta. 

-Que suerte que traje la carta, Felipe dijo que me dejarías las flores aquí, no pensé que vendría Usted- la  mire extrañado.

-Por favor deja los modales de lado, Dime Jared...

-Estas con traje y corbata, me hace sentir en el trabajo...eh.. antiguo trabajo- su comentario me hizo a reír y de paso sentirme incomodo, ya que sus ojos se concentraron los míos, no pude evitar separar la mirada. 

-Lee tu segunda carta- Negué con mi cabeza- ¡Si!- su risa provocó un fuerte eco en el comedor, pero no le importo y siguió regalándome sus fuertes carcajadas- Okey haremos esto a mi manera, tu leerás tus dos cartas y yo te escribiré mi segunda carta aquí, te la leeré si es lo quieres. 

-Me parece un trato justo- no había forma de que me negara con sus ojos penetrando mi alma. 

-Antes debo pedirte disculpas, por mi comportamiento el día que te vi, me tomó por sorpresa y me sentí un tanto extraño, pero me agrada que estés aquí- ella ignoró mi mirada y sacó dos sobres de sus bolsillos- Esta es tuya- me ofreció mi sobre de vuelta- y este es mío, comienzas tu... 

-Nunca fui amante de alguna mujer, no se si mi trabajo era más importante o quizás me asustaba dañar un para siempre- ella asintió y abrió su sobre. 

-¿Como saber si realmente no lo fuiste? Supongo que te refieres a un para siempre dentro del matrimonio. Creo que pensamos igual, que difícil cargar con el término de una matrimonio, estacas, cruces, armas ¡fuera matrimonio de mi vida! Ahora que lo pienso, sonaba mejor en mi cabeza- tome la otra carta, para poder leerla.

- Esta si me da vergüenza leerla ¿puedes leerla tu?- ella negó repetidamente con su cabeza. 

-¡Claro que no!- nuevamente su risa inundo el espacio- ¿quieres ser romántico o no?-

-Okey... La primera chica que me beso no me gustaba, nunca me gusto, mas bien su beso me resulto desagradable, años después, cuando estaba por terminar mis años de colegiatura, bese a la chica popular del colegio, en ese momento pensé que algo malo había en mi ¿Por qué no me gusto su beso? ese mismo año, cuando todos los alumnos se habían ido del colegio me encontré con Azucena una chica normal, que amaba estudiar y reír con sus amigos, esa chica me hacia sentir algo pasional sobre su cuerpo y mente, ese día perdí mi virginidad y di mi primer beso, en un salón del colegio donde nunca mas volví a pensar solo en las clases, si no que en sus labios y cuerpo- mire con una sonrisa la carta y no por recordar a esa chica, si no porque ese momento fue un antes y un después para mi vida. 

-Cuando tenia dieciséis años me gustaba un compañero de curso, el era el chico guapo del salón y se que es idiota que me hubiera gustado, pero sus ojos ocultaban algo y eso me gustaba, su mirada me penetraba el alma, nunca me había sentido así, todo el curso se entero y comenzó el bullying, no me importo la verdad, porque como el me miro nadie  me había mirado, pero sabes mi primer beso no fue con el, si no que fue con alguien como Azucena, que amaba estudiar y reír con sus amigos, se llama Marco y el vio algo especial en mi, algo que yo no puedo ver, el vio mi mirada, se enamoro de mi mirada como nadie lo había echo ¡Que lindo! ¡tener un lindo recuerdo como ese!- Julie me miro con una sonrisa y rápidamente paso su mano por mi nuca, provocando que nuestros rostro quedaran a milímetros. 

 




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