Toda mi vida desde que tengo memoria había tenido que liderar con dos cosas:
La insuficiencia cardiaca y la religión de mi familia.
Una enfermedad que quienes la padecen están condenados a morir y una religión que según dice mi familia te salva, pero que en mi había fallado porque solo tenia seis meses de vida, a menos que alguien donara su corazón, lo que parecía algo imposible, hasta que el llego.
Parecía un príncipe tan guapo y gentil, mientras que yo era una pobre moribunda con delirios de escritora.
Soy Katherine Evans y este es la historia del mayor acto de amor que el hizo por mí.
Editado: 06.02.2023