Kate
-Hola Katherine-me saludo con lentitud un doctor de aproximadamente unos cincuenta años.
Hoy iniciaba mi nuevo tratamiento y solo esperaba que funcionara, estaba tan nerviosa que casi no pude dormir la noche anterior.
-Hola doctor...
-Derek Johnson-completo por mi con una sonrisa en sus labios-Soy el padre de tu doctor.
Al decir lo ultimo mis ojos lo escanearon buscando un parecido entre ambos y era mucho, tenían el mismo tono de piel, mismo color de cabello (aunque el suyo estaba casi blanco) sin embargo sus ojos no eran negros sino azules.
Le sonreí y antes que pudiera decir algo la voz de Doward a mi espalda me interrumpió, obligándome a dejar de mirarlo para buscar los ojos negros que me habían acompañado hasta ese momento.
Ambos se abrazaron con fuerza.
-Me alegra verlo doctor-le dijo su padre lleno de orgullo para seguidamente fijar su atención en mi-Bien Kate, como sabes este proyecto o experimento, como tu decidas llamarlo, será un poco agotador deberás dar un ciento diez por ciento, no obstante la recompensa al final del tratamiento cambiara tu vida por completo.
Por hoy puedes regresar al departamento y iniciar con el tratamiento allí, lo tomaras día de por medio para evitar que tu organismo rechace tanta medicación, si te sientes mal Doward estará listo para atenderte las veinticuatro horas del día.
Asentí y el añadió:
-Ah y deberás iniciar a hacer ejercicio diariamente aunque de manera moderada claro.
Dichas todas las indicaciones el y Doward conversaron muy animadamente mientras yo espere en el corredor.
De un momento a otro aparecieron en mi campo de visión un doctor de cabello castaño y dos enfermeras las cuáles empujaban un carro de parada (carro de reanimación) y corrieron hasta llegar al cuarto frente a mí.
Entraron y no se detuvieron a cerrar las puertas.
Un doctor de tez blanca le practicaba RCP a un chico, sin embargo parecía no dar resultado.
-Aplíquenle dos miligramos de epinefrina-les grito haciéndose aun lado para que una de las enfermeras intentara reanimarlo-Carga el desfibrilador a doscientos.
Debido a la cantidad de gente que le rodeaba no pude reparar mucho en su aspecto, aún así sentí mucha lástima por el.
A pesar de los esfuerzos de las enfermeras y doctores nada daba resultado.
-¿Pero que...
La pregunta de Doward quedó incompleta pues el también corrió hacia el interior del cuarto y sin ser consiente mis pies ya se habían acercado hasta el umbral de la puerta.
-Tenemos un código azul, se le administraron dos miligramos de epinefrina y se cargo el desfibrilador a doscientos, pero no responde-le informo el doctor que le practicaba RCP.
Las enfermeras seguían intentando reanimarlo sin obtener éxito.
-Adminístrenle otro gramo de epinefrina y carguen a trescientos- les ordeno Doward.
-Pero doctor..
-Haga lo que le ordeno-ordeno sin dejar lugar a replicas.
Ellos sin decir ni una sola palabra hicieron lo que el había dicho, pero aun así el chico no volvía, lo volvieron a intentar y nada.
-Doctor ya no hay nada que hacer, ha muerto-informo el doctor de cabello castaño que hasta el momento había permanecido callado.
Las lágrimas cayeron de mis ojos al ver tan lastimosa escena.
-No, carguen a trescientos cincuenta.
-Pero Doctor, el ya esta muerto..-opino una enfermera.
-¡Por un demonio, haga lo que le ordeno!-espeto furioso.
Ella obedeció y para sorpresa de todos su pulso volvió.
Dios mío gracias...
¡Lo ha hecho!
Doward suspiro y sonrió aliviado.
-¿A que se debe la alergia?
-No lo sabemos, es uno de los voluntarios para el experimento y antes de iniciar con la medicación se le hicieron pruebas de alergia con los fármacos a utilizar-informo el doctor de tez blanca.
-Es muy extraño que su organismo rechazara el tratamiento de manera tan repentina-opino el otro doctor.
-Si, lo sé, por eso quiero que investiguen que paso exactamente con su medicación.
Se alejo de ellos y salió, yo me aparte del umbral y el cerro la puerta a su espalda.
-¿Estas bien?
-S..sí- tartamudee aún en shock-¿Él estará bien?
-Haremos lo posible para que si lo este, yo mismo me encargaré de monitorear su estado.
Asentí en respuesta.
-Fue impresionante lo que hiciste ahí dentro, de no ser por ti el habría muerto.
-Gracias Kathy, aunque la verdad yo solo hice una parte del trabajó, si el no se hubiera aferrado así a la vida nada hubiera servido.
-Tienes razón, pero de no ser por ti ellos lo habrían dejado morir, creo que después de todo eres un buen doctor.
-Valla, pues gracias supongo-le sonreí y ambos quedamos en silencio hasta que el añadió:
-Tu opinión es muy importante para mí.
Mi cerebro tardo en procesar la información y cuando lo hice preferí no decir nada para evitar una conversación incomoda.
Una hora después estábamos nuevamente en el departamento, pedimos pizza para almorzar y nos sentamos frente a la televisión para ver una película en lo que llegaba.
-¿Qué película quieres ver?-me pregunto encendiendo la pantalla.
-Una de Harry Potter-respondí con rapidez.
-¿Esa no es la del niño mago?-frunció la nariz con desagrado.
-Si, si ¿La has visto?
-No, pero he visto muchas reseñar y es muy mala.
Oh, esté hermano se quiere morir.
-Como puedes decir eso si ni siquiera la has visto-rodé los ojos.
-No me interesa, ya se que no me va a gustar-se encogió de hombros y comenzó a buscar una película en su móvil-¿Vemos una esposa de mentira?
-Ya la vi y no me gusta, el narizón es realmente patético-comente refiriéndome al personaje.
Doward se llevo la mano al pecho y me miro horrorizado, cualquiera diría que he matado a su perro o peor.
-Como puedes decir eso de Adam Sandler-me señalo acusadoramente- Que no te guste debería ser un delito.
Editado: 06.02.2023