Se Paciente Conmigo |terminada|

18

BAADIR GIRAY

Apenas Ahmed se va con Eli, entro a la farmacia y me dispongo a llamar a mi padre para pedir un poco de su ayuda. Omito la actitud que ha tenido Ahmed todo este día, para centrarme en lo que le voy a pedir a mi padre, pero me es casi imposible creer que ese imbécil esté mostrando rastros de emociones cuando antes nunca lo hacía.

«Supongo que no lo hacía solo conmigo.»

—¿Diga? ¿Quién llama y cómo consiguió mi número?

— Soy yo padre, te llamaba para pedirte un favor.

—Lo sabía, sabía que no podrías cumplir con tu famosa venganza, pero no te preocupes, hoy mismo contrato a alguien para que mate a ese estú…

—No, no, no me estás entendiendo solo quiero pedirte algo, pero mis planes siguen en pie y van bien.

—¿Y qué necesitas? —Suelta un bufido, demostrando lo cansado que está.

—Solo necesito que contactes con Kiral, el asistente que despedí, no recuerdo su número, pero quiero que lo contrates y lo mandes para acá.

— Como siempre tu padre un paso adelante, él ya debe estar llegando al pueblo, lo contraté porque …

—Espera ¿Lo contrataste? ¿Por qué? — pienso rápidamente y caigo en cuenta en algo — No me digas que él es quien te tiene informado de todos mis pasos.

—No, no es él, lo contraté porque Faruk me dijo que posiblemente Ahmed va a regresar a Turquía y no quería que tú te veas perjudicado al perderlo como asistente.

«Al fin una buena noticia.»

—¿Es algo seguro que se vaya? — pregunto desconfiado pues no quiero hacerme ilusiones.

—No lo sé, pero es obvio que, de haber alguna posibilidad de regresar a Turquía, Ahmed no se lo pensará dos veces y se irá.

—Bueno, bueno, eso es lo de menos, entonces Kiral ya debe estar llegando al pueblo, gracias, papá por tu ayuda, ahora debo irme. — hago el intento de colgar, pero su voz me detiene.

—Espera, espera, quiero que sepas que lo que dije en la carta era verdad, te tengo vigilado y espero hagas las cosas bien, porque si no veo algún progreso en 3 semanas como máximo, créeme que iré yo mismo y cobraré la venganza ¿Entendiste?

—Sí padre, adiós. — cuelgo de inmediato.

Al salir de la farmacia empiezo a replantearme algunas partes del plan que tengo, pues sin duda Elizabeth me ha caído muy bien, y no quiero que la maten, pero en caso de ser necesario tendrá que ser así. Además, no tengo mucho tiempo, pues debo hacer que Emir se gane la confianza de Eli y se comprometan y mientras tanto yo le sigo endulzando el oído con palabras dulces que le gustan para después usar todo eso a mí favor.

Al cabo de un momento llego a la estación de policías que me trae malos recuerdo, sin decir nada paso inmediatamente a donde recuerdo era la oficina del imbécil de Emir. Cuando estoy por abrir completamente la puerta que se encontraba a medio cerrar, escucho 2 voces conocidas, la primera es la del imbécil y la segunda es de… ¿De Issadora?

—Pero no lo entiendo ¿Por qué no puedes pedir mi mano? — solloza Issadora — Tú me quieres a mí, los tiempos han cambiado y si tratas de persuadir al alcalde, tal vez no te hagan nada.

— Ya dije que no, además ¿Qué pasaría con Elizabeth? De seguro ella no se salva del castigo y podría terminar muerta.

—¡¿Te preocupa más lo que le pueda pasar a ella antes que mi felicidad?! — dice indignada.

—Si, de hecho, si, sabes muy bien que tu solo eres su suplente hasta que nos casemos, lo cual será muy pronto. — escucho una bofetada.

«Así que no solo yo soy el maldito que juega con las mujeres, ahora veo que tengo competencia.»

—No vuelvas a ponerme una mano encima Issadora, porque créeme, puedo olvidar todo lo que hemos hecho y hacerte pagar como mereces por tu osadía ¿Entendido?

Escucho a Issadora romper a llorar y decido abrir un poco más la puerta para presenciar esta escena de telenovela.

«En algo tengo que entretenerme ya que no hay televisión.»

— Ya, deja de llorar, si lo vas a hacer ve a tu casa porque aquí me estás estorbando. —se levanta.

—E-es que no lo entiendo, te he dado todo, hasta mi pureza y aun así la sigues eligiendo a ella ¡¿Qué tiene de especial, dime?! —Emir la ve sin inmutarse y pienso que no le va a decir nada.

—No quisiera hacerte daño, pero para que conozcas tu lugar te lo voy a decir. — acerca su cara a la de Issadora, como si la fuera a besar — Ella, es la mujer más hermosa de Kriana, cosa que tú no eres, ni siquiera te le pareces aun cuando eres su hermana; ella es muy inteligente, cosa que claramente tampoco eres porque después de haberte dejado sin tu pureza ¿Crees que alguien te querría? Fuiste demasiado ingenua cariño. 

Issadora intenta darle otra cachetada, pero se detiene, tal vez recordando la amenaza anterior.

—Entonces si crees que ella es la mujer perfecta ¿Por qué acudiste a mí? — ríe sarcástica — No te mientas querido, yo soy mejor que ella, por eso me buscaste, yo te doy lo que ella no te quiere dar y ahora estás coladito por mí, pero te haces de rogar.

— Bueno, tienes razón — Issadora sonríe triunfante — tú me das lo que ella no puede darme ahora, porque como te digo, hasta para eso es más inteligente y no una regalada como tú que se acuesta con el primero que le hable dulce al oído.

—¡Eres un maldito! —solloza «Dios esta mujer parece loca cambiando de ánimo demasiado rápido» — Te he dado todo de mí y a cambio no he recibido nada, ni siquiera el gusto de ver la cara de esa idiota si se enterara que la hemos engañado desde siempre.

No me sorprendo, pues recuerdo claramente que el pueblerino que estaba conmigo en la celda me contó que los había visto engañando a Eli, pero no sabía que desde siempre. Emir es un maldito, e idiota por haberlo hecho con la hermana de Eli. 

—Y te quedarás con las ganas, porque si no…

—¡Ya me cansé! Ahora mismo se lo voy a decir a ella y a todo el pueblo y todos tus planes de boda se irán por la borda, todo se irá a la borda y me regocijaré sobre la tumba de ella y sobre tu orgullo que será pisoteado por el pueblo.




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