ELIZABETH AYDIN
Solo han pasado 4 días y han pasado muchas cosas. El jueves en la mañana como lo prometió Ahmed, vino a enseñarme defensa personal, lo cual agradecí demasiado cuando Emir fue a visitarme en la tarde, al principio me asusté pues temía que me vuelva a hacer daño, pero no fue así, de hecho, se portó muy cariñoso, tal cual era al principio de la relación, él solía ser “cursi” pero dejó de serlo, solo por vergüenza, pero ese día… ese día volvió a ser como antes.
Cuando me propuso salir en una cita, al principio dudé «demasiado», pero al final tuve que aceptar cuando mi madre me obligó a ir. Me llevó a la feria que está instaurada en el pueblo vecino y por estúpido que parezca lo disfruté, nunca había asistido a una como tal, y tal vez esa fue la razón para que me haya olvidado del daño que me hizo y disfrutara de ese día como nunca. Baadir y Ahmed no pudieron hacer nada, aunque este último junto con mi hermano pusieron mil excusas para no dejarme ir. Pero no lo lograron, mi madre tenía la última palabra.
El viernes en la mañana fue un día muy gris, pues ese día partió mi hermano al cuartel, fue una despedida amarga, pero me prometió volver lo antes posible y me pidió que no me deje convencer con palabras “dulces” de Emir y no lo acepte otra vez en mi vida, me dijo que él sabía cómo sacarme de aquí sin que reciba ningún castigo, sé que odia a Emir, pero la forma en la que me lo pidió fue tan insistente que me sorprendió. Ese día Emir no fue a mi casa, pero sí mandó a uno de sus policías a dejarme un ramo de girasoles.
«Se nota que aún no me conoce, no me gusta que me regalen flores, pero aun así lo hace.»
Y Ayer, fue uno de esos días especialmente ajetreados, pues en casa, todos debían preparar sus mejores atuendos y si no tenían se iban a comprar uno, esto para el festival Saflık que se hace hoy, domingo. Algo bueno que me pasó es que hice un nuevo amigo, pues Kiral, el que casi me mata «irónico», se ha integrado al grupo de trabajo de Baadir pues este me dijo que el mismo día del accidente, lo había conocido en la farmacia y le había pedido trabajo, a lo que él aceptó.
«Baadir tiene un gran corazón.»
Sin embargo, no puedo comentar nada, nadie debe saber que trabaja para Baadir porque me dijo que ya no tenía posibilidades de ayudar a más personas para obtener un trabajo, y no quiere que nadie en el pueblo se entere y le empiecen a pedir trabajo. Por eso ahora solo nos vemos cuando vienen a casa para hacer cosas del libro, él es el que toma notas. Ahmed, bueno, creo que ha sido un poco desplazado y por eso estos días ha estado con un humor horrible y siempre trata de evitar el tema de Kiral.
—Ya regreso, voy con tu hermana para ayudarle a escoger un vestido porque el que compramos ayer no le combinan con los zapatos, recuerda tener preparado todo mi atuendo que debiste haber planchado ayer mismo. —Dice mi madre y asiento.
«¿Le digo o no le digo? …Ya que, no pierdo nada.»
—Yo también necesito un vestido ¿Puedo ir con ustedes? Ayer no me llevaron y…
—¿Y el vestido que siempre usas? No me digas que lo rompiste muchacha.
—No, no lo hice al propósito, solo empezó a deshilarse e intenté repararlo, pero incluso la tela está muy desgastada, ya no sirve.
Mi madre mira a mi hermana y ambas ruedan los ojos y entiendo que así están quedando de acuerdo en algo.
—No tengo dinero, solo me alcanza para el de Issa, así que usarás uno viejo de ella — mira a Issadora — ¿Dónde está ese vestido rojo que se rompió el año anterior?
—No lo sé, supongo que en el ático. —Dice sonriente.
—Bueno, ya escuchaste, tienes tres horas para buscarlo, lavarlo y arreglarlo, así que ve buscándolo, nosotras ya nos vamos.
—Pero…
—Pero nada, por cierto, de la tienda de vestidos nos vamos directo a la peluquería para que nos arreglen, nos encontraremos con Charlotte también, así que tendrás que ir sola a la plaza, porque no nos dará tiempo de regresar a buscarte.
Sin más, se dirigen a la puerta y se pierden.
Decido no hacerme problema y mientras escucho música me dispongo a buscar la escalera vieja que tenemos para poder alcanzar la puerta del ático y buscar el famoso vestido. Trato de colocar bien la escalera, pero es demasiado inestable, sin embargo, no puedo esperar más y decido subirme.
Logro subir sin problema hasta el quinto escalón, y siento que me tambaleo demasiado, pero decido continuar, y cuando trato de poner mi pie en el 6to escalón, siento que todo mi cuerpo se tambalea a la derecha y la escalera se cae. Solo alcanzo a cerrar los ojos y esperar mi final.
«¿Ahora si me morí?»
Al instante siento una mano en mi cintura y otra por detrás de mis rodillas. Empiezo a abrir los ojos y veo a Kiral que me está sosteniendo algo preocupado. Nos quedamos viendo por un buen rato, pues del susto que tuve, ni siquiera me puedo mover.
Sin embargo, mi mirada deja de centrarse en Kiral cuando enfoca a Ahmed que se encuentra al fondo del pasillo, el cual parece que está buscando a alguien. Supongo que me estaba buscando a mí, pues cuando me mira, viene de inmediato y lo noto algo enojado.
—¡¿Qué carajos haces idiota?! — me arrebata de los brazos de Kiral y me sostiene.
—N-nada, solo intentaba ayudarla, casi se cae y …
—Si, claro, lárgate — dice y de inmediato Kiral obedece.
No me gusta su actitud pues Kiral no hizo nada malo, solo me ayudó.
—Antes de que te vayas—Kiral me regresa a ver —Gracias, si no fuera por ti, ya estaría muerta. —Le sonrío y me devuelve la sonrisa.
Cuando se va, regreso a ver a Ahmed y este no para de fruncir el ceño.
—Puedes bajarme, gracias. —Digo y lo hace despacio.
—¿Por qué siempre que te encuentro estás metida en un problema o a punto de morir?
Lo dice muy serio y por un momento estoy a punto de pedirle perdón, pero me detengo cuando esboza una pequeña sonrisa que trata de ocultarla, pero lo descubro.
Editado: 21.05.2022