Se Paciente Conmigo |terminada|

22

BAADIR GIRAY

«Maldita sea, maldita sea, ¿Cómo se enteró?»

Ahmed sabe que tengo un plan con Emir, no conoce los detalles, pero el simple hecho de que sepa que estoy confabulado con ese otro imbécil, podría suponer un gran problema para mi plan, no puedo dejar que eso pase, tengo que encontrar la manera de que cierre su estúpida boca.

Se atrevió a amenazarme y eso es lo que más me molesta. Todo por defender a su querida Elif, porque si, esa maldita mujer fue la que le dio la información y encima me amenazó con contarle todo a Eli, si Elif salía perjudicada de alguna u otra forma.

No sabe mucho de mi plan de hecho no sabe nada, pero si le dice a Eli que tengo algo que ver con Emir, o tan siquiera le menciona de alguna posible amistad, Eli podría sospechar de Emir y el compromiso se vería retrasado lo cual perjudicaría mis planes.

«Ella es muy inteligente y sabría de inmediato que algo pasa»

Me detengo justo en la entrada de la estación de policías al ver que Issadora está entrando también, no me nota, pero aun así decido tener precaución y seguirla para conseguir más información de esta estúpida parejita.

Antes de que cierre la puerta del despacho de Emir, pongo mi pie para que no se cierre completamente y de inmediato empieza la discusión.

—¿Ahora qué quieres? Te dije que yo te llamaría, en este momento no quiero verte Issadora

Ni siquiera la mira, solo sigue escribiendo y eso es lo que más le enoja a Issadora porque trata de llamar su atención quitando algunos papeles del escritorio.

—¿Ya no me vas a decir cariño? —él niega—Ahora solo vas a fingir ser el buen novio con mi hermana y a mí me dejarás de lado ¿verdad?

—Si vas a empezar con eso, mejor vete, que no estoy de humor para tus tonterías. —dice aun sin verla.

—Te vengo a decir que el jefe imbécil que tiene Elizabeth la está cortejando ¿Eso si te interesa?

«¿Me llamó imbécil?»

Ahora si capta su atención.

—¿Qué dices? ¿Cuál de los dos?

—El único jefe que tiene, Baadir, el otro solo es un estúpido asistente.

—¿Por qué lo dices? ¿Los viste haciendo algo indebido? ¿Cuándo?

—Hoy, tuvimos que trabajar juntos y la llevó a comprar ropa, encima la llama ¿Cómo era? ¿Abejita? Si, la llama así y aparte estuvo todo el día diciendo que es la mujer más hermosa que había visto.

—¿Por qué la llevó a comprar ropa? ¿Estás segura de lo que me dices? —se levanta enojado.

Decido entrar para que esta mujer no me eche más de cabeza.

—¡Oh! lo siento, vi la puerta abierta y pensé que estabas solo —le digo a Emir.

Issadora no sale de su asombro y es obvio que no esperaba verme aquí.

—Qué bueno que estás aquí, ahora mismo quiero que me aclares unas cuantas cosas que me acaba de decir Issadora.

—E-emir, no creo que esté bien que se lo digas, así como así, mejor… —interrumpe Issadora muy nerviosa.

—Cállate, y solo repite lo que acabas de decirme frente a él, si es verdad no tendrías por qué temer.

«Exacto, dime en mi cara que soy un imbécil»

—Cla-claro, yo, emmm, está bien, llevaste a Elizabeth a comprar ropa, la llamas “abejita” y encima estabas diciendo que era la mujer más hermosa que habías conocido, e-eso fue lo único que dije y es verdad ¿O no?

—Si, en efecto todo es verdad, pero te faltó mencionar algunos detales que tal vez le interesen saber a Emir ¿Las digo o las dices?

—¿De qué habla Issadora? —ella agacha la cabeza —¿No me lo vas a decir? Está bien, dime lo que tengas que decirme Baadir.

—Con gusto, verás…

—Olvídalo Emir, no necesitas saber nada más, solo debes centrarte en que tu noviecita está coqueteando con él y…

—¡Cállate! —golpea con un puño la mesa — te di la oportunidad de hablar y ahora te callas y dejas hablar a Baadir.

Se nota que este tipo provoca temor el Issadora, pues esta se encuentra temblando. Aun así, no me compadezco y decido contarle todo, incluso si tengo que mentir.

—Bueno, te explico Emir —asiente— le compré ropa porque ella —señalo a Issadora —, se la destrozó toda, incluyendo el vestido rojo que llevó ayer —ella intenta defenderse, pero no la dejo — y tengo un testigo, Ahmed la vio haciendo todo eso, así que no intentes mentir.

Espero que sí haya sido ella, pues la verdad, Ahmed no me ha dicho nada y esto me lo estoy inventando.

—¡¿Cómo?! ¿Quién te crees para destruir las cosas de mi novia? —la señala y hace que ella agache más la cabeza — Esto tendrá un castigo, te lo aseguro. —me mira —continua.

—Bueno, lo de “abejita” es porque ella está en ese voluntariado de nombre “Honeycomb”, una vez que fuimos escuché a uno de sus profesores llamarlos así a TODOS y decidí hacerlo también, pero mis intenciones no van más allá de una amistad y no tengo segundas intenciones al llamarla así.

—¡Mientes! No les dicen así, está mintiendo Emir, no le creas.

—Ya te dije que cierres la boca, si no quieres que te encierre en una celda. —dice apretando los dientes.

—Y bueno, lo que dije de ella, que era la mujer más hermosa que había visto, es verdad y no creo que tú pienses lo contrario, por algo es tu novia y yo respeto mucho eso. De hecho, no me sorprende que seas un excelente novio y no tengas ojos para nadie más que ella.

Ambos se miran y por primera vez Issadora esboza una sonrisa que hace enfadar aún más a Emir.

—Así que viniste acá a manchar el nombre de tu hermana solo con mentiras, intentaste ponerme en su contra y encima tratas de mentiroso a Baadir incluso cuando tiene razones suficientes para cada cosa de lo que lo acusas.

—Y-yo, creo que mejor me voy, pensé que eras más inteligente, pero ya veo que… — recibe una fuerte cachetada que la hace tambalear y caer encima del escritorio.

No me importa, la verdad es que ni siquiera causa algo en mí la acción que acabo de presenciar, pues siento que se la merece, no por chismosa, pero si por o que le ha hecho a Eli tantas veces.




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