Sé que es mejor para ti.

Capítulo 64. Solo quiero tranquilidad. Elvira.

Hace un mes por fin, me mudé a la casa de Sun Beach, pero no pasaba un día sin que Leo viniera a mí con el pretexto de clases de surf. Dijo que su sueño finalmente se había hecho realidad: aprender a nadar en la tabla. Solía ​​avergonzarse de ir a la playa en Italia, pero ahora todo estaba bien y nada le impedía enseñar su tableta de chocolate, ganada con tanto esfuerzo.

Por cierto, a mi ahijado, en general, todo salía de la mejor manera. Estaba trabajando con entusiasmo en el estudio de Manu, se convirtió en el jefe del departamento de efectos especiales gráficos. Mi amigo le hizo un contrato de trabajo para tres años. Empezó a escribir un juego nuevo, aparte de crear imágenes para las películas. Ganaba un dinero muy decente, a veces incluso más que yo. Parecía, que comenzara a sentirse libre de todo y aprendió a volar.

En un año perdió cincuenta kilogramos y gracias al ejercicio físico, donde antes había grasa, ahora alardeaba el relieve de músculos. A veces yo misma lo miraba, como un artista admirando su cuadro más logrado. Su cuerpo se volvió magnífico. No quedaba nada del cerdo gordo, todo estaba ahora en su lugar y como debía ser. Y según Bree, también estaba perfecto abajo.

Su relación con Bree se convirtió en una estrecha amistad que dio sus frutos. Leo se volvió bastante versado en moda y ahora vestía con gusto. Pero lo más importante era, que se sentía seguro de sí mismo. Un buen trabajo, dinero decente y sexo con una mujer comprensiva le dieron esa oportunidad.

Cuando me dijo que quería comprar una Harley, al principio no le creí y traté de disuadirlo porque este tipo de motos, en mi opinión, eran para viejos atrapados en la era hippie, o tontos que pensaban que eran "Terminador". Leo no encajaba en ninguna de estas categorías. Pero me convenció diciendo que ahora quiere sentirse "libre, pero seguro". Lo entendí y ya no insistí en comprar un buen auto.

Leo también se hizo amigo de Manu, que era diez años mayor que mi ahijado, simplemente lo adoraba y me agradecía constantemente de haberlo traído a Estados Unidos. Mi ahijado seguía jugando al baloncesto con Dean, Josh y Nick del banco. Resultaron ser buenos muchachos y amigos, que en realidad eran difíciles de encontrar en Estados Unidos.

Quedaron algunos toques emocionales por corregir, pero ya no eran tan graves. En resumen, su transformación fue casi completa en un tiempo récord. Él mismo trabajó mucho en esto, pero también se tuvo en cuenta mi participación directa. Gracias a mi embarazo accidental y la adquisición de un padre "mafioso", mi ahijado pasó de ser un niño inseguro, incapaz de hacer nada sin una madre, a un hombre que tenía sus propios principios y que podía defenderlos. Por lo tanto, exigió constantemente que llamara a Carmona y contara sobre el niño.

El tiempo pasaba, mi hijo crecía en mi vientre, me sentía bastante bien y mi embarazo no me daba problemas. Por las mañanas yo iba al trabajo con Steve, porque el medico me desaconsejó conducir el coche, después volvía a casa y disfrutaba del buen tiempo en la playa.

 Pero yo todavía no podía encontrar las fuerzas, para llamar a Davide. Lo más probable, es que me hubiera acostumbrado a la idea, de que sería mejor no decirle nada. Dejarlo estar como estaba. Ya sabes, la costumbre perfecta del avestruz, tan simple, como esconder la cabeza en la arena y pase lo que pase. Leo no estaba de acuerdo conmigo categóricamente, pero no interfirió, dándome la oportunidad de comunicar esta noticia yo misma.

- Dime, ¿lo extrañas un poco a Davide? - preguntó repentinamente Leo.

- ¿Echo de menos yo a Davide? Si, no voy a mentir. - Dije honestamente, porque muchas veces vi dulces sueños con su participación directa, pero atribuí todo al embarazo y las hormonas. - ¿Pero le recordaría, si no hubiera estado embarazada de él? ¿Si no me hubiera sentido tan infeliz al principio, pensando que era mi "hermano"? Probablemente no. Me zambullía de cabeza en el trabajo y todas las tonterías, como el amor, se esfumaban en un par de meses. Siempre ha sido así.

- Pero no lo sabes con certeza. Me parece, que incluso sin todos estos problemas, aún lo recordarías y estoy seguro, que te arrepientes de haberte separado de él.

- Lo dudo mucho, tampoco estoy segura de que me recuerde aún. Corazones tan carbonizados como los nuestros son incapaces de encenderse de nuevo. Pienso, que mejor para nosotros, seria no remover las cenizas. – contesté lo que pensaba.

Aunque dentro de mi alma, una voz débil me decía, que estaba siendo deshonesta con Carmona, ocultándole mi embarazo, pero esta voz era demasiado débil, para vencer mis miedos para escuchar su indignación y sobre todo su rechazo.

- Por supuesto, eres una mujer muy inteligente, pero cuando se trata de tus propios sentimientos, te comportas como un tonto notorio, - leo saltó. - ¿Por qué crees que te olvidó? ¿Por qué crees que él no siente lo mismo por ti? ¿Quizás no encuentra un lugar para sí mismo, porque no entiende por qué lo dejaste? ¿Por qué crees que a él no le importa vuestro hijo? ¿Por qué decidiste todo por él?

- ¿Y qué hiciste para tener a Fabi a tu lado? - Le grité una pregunta prohibida, porque me cabreó. - Si quisieras, podrías invitarla aquí. Tienes mucho dinero, posibilidades también. Pero tampoco hiciste nada para estar con aquella por quien empezaste todo esto. Tú también tienes miedo, así que no me reproches.

- Tengo que irme, - dijo Leo. - Pasaré mañana por aquí.

Salió de la casa, encendió su Harley y se fue. Entendí, que fui demasiado lejos y ofendí inmerecidamente a mi ahijado. Leo tenía razón, fui deshonesta con Davide, escondiéndole mi embarazo, pero el niño todavía vivía tranquilo en mi vientre y aún no ha exigido un papá. ¿Fue egoísta? Sí, pero todos somos un poco egoístas, cuando se trata de nuestra tranquilidad. Y esta tranquilidad, después de todo, la experimenté solo hace dos meses y ahora la apreciaba más que nada en el mundo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.