Sé que es mejor para ti.

Epilogo. Elvira.

Dos meses después de mudarnos por completo a Italia, Davide y yo nos casamos. La ceremonia fue muy íntima en nuestra nueva casa junto al río. Fabi hizo un buen trabajo y encontró una casa exactamente la que soñé, aunque no pudo decorarla. Al ver la declaración de amor de Leo, cuya emisión le costó un buen dineral, Fabi entendió todo y se enamoró de él de nuevo. Aceptó trabajar en mi empresa y ahora, junto con mi ahijado, hicieron su nido de amor en la casa en Sun Beach. No le quedaba dinero a Leo para pagar el alquiler de su apartamento con las vistas a Las Vegas, pero esto no lo deprimía en absoluto. Con él estaba su "princesa".

Ellos solo habían venido desde Estados Unidos por una semana para ayudarme con la celebración, pero eran como gemelos siameses entrelazados, por lo que estaban más preocupados el uno por el otro, que por la celebración. Pero me ayudaron mucho Olga y Mario, quienes, aunque no tenían prisa por volver a formalizar su relación, vivían juntos. Herman y los amigos de mi esposo también estuvieron aquí. Y por supuesto, invité a mi padre a la boda.

Después de ver el video de Leo, de repente pensé por primera vez en mi padre, no como un mafioso, sino como un anciano solitario, que había estado privado de amor y calor familiar durante toda su vida. En toda su historia, que me contó y que yo creí, no era un villano. Solo trató de sobrevivir en el ambiente donde el destino lo trajo. Y el hecho, de que se convirtiera en lo que se convirtió, no me habló de la gran crueldad de su esencia, sino solo del carácter fuerte de mi padre.

A pesar de todo lo que tuve que soportar por su indirecta culpa, ya no sentía nada negativo hacia él, solo sentía pena. Por lo tanto, estuve completamente de acuerda con Davide y le llamé esa noche. Estaba contento de tener la oportunidad de conocer a su nieto, por lo que vino primero para el compromiso y ahora vivía cerca de nosotros.

- ¿Cómo supiste que Jacobo, hijo de Davide? - Le pregunté.

- He vivido demasiado en esta tierra y he aprendido a entender bien a la gente. - sonrió.

- ¿Pero no lo sabías con certeza? - No me di por vencida.

- No al cien por cien. Cuando te llamé y en primer lugar preguntaste por él, pensé que por alguna razón estabas interesada en Carmona. Pero cuando él vino a mí y me exigió que le dijera dónde estás, me di cuenta de que entre vosotros había algo muy familiar. Entonces una urraca muy preocupada en su cola me trajo la noticia, y todas las dudas desaparecieron. Muchas cosas me han quedado claras, - respondió Calabrés.

- ¿Y el nombre de esa urraca preocupada no me dirás? - finalmente pregunté.

- No, cariño, le di mi palabra, - sonrió el viejo. - No tuve la oportunidad de estar en tu nacimiento, entonces pensé que mi nieto debería conocer a su padre antes, que yo supiera de mi hija. ¿Espero que no estés ofendida?

- No, hiciste todo bien. Me devolviste la oportunidad de convertirme en la mujer más feliz del mundo, papá, - dije y abracé al anciano, notando sus ojos húmedos.

Davide y Leo se acercaron a nosotros.

- Gracias, Jacobo, - dijo Davide.

- Cuida de ellos. Son todo lo que tengo, - dijo mi padre.

- Será mejor que no lo pides. Ellos también son mi vida, - sonrió mi esposo, quitándonos a mí y a mi hijo de las manos del anciano.

- Gracias por ayudar a difundir el video por toda la ciudad. – ahora Leo se acercó a Massini.

- No vale la pena dar me las gracias. Siempre estoy dispuesto a ayudar a esta chica.

- Sí, qué bueno que Fabi lo vio en solo dos semanas, - me reí, - de lo contrario te hubieras quedado sin pantalones.

- Nada, ganaré más, tengo tantas ideas. Por cierto, Manu va de vacaciones a Puerto Ruco. Quiere presentar Bree a su familia. – exclamó Leo.

- Siempre sabía que estos dos demasiado se odiaban, para no amarse, - me reí.

- Por cierto, a uno de mis amigos le gustaría comprar los derechos de ese video. - le dijo Calabrés.

- ¡No! - exclamó Fabi, escapando de las manos de su futura suegra, que con todo su amor le enseñaba la vida ahora a Fabi. - Leo no lo venderá, porque para mí es más precioso, que un anillo de un diamante de tropecientos quilates.

- Sí, mi amor, dejemos este video para nuestros hijos. - Leo agarró a su "princesa" en su brazada.

- ¿Ya estás pensando? - se acercó Olga, obviamente interesada en la conversación.

- Todavía no, mamá, pero en un año o dos intentaremos hacerle amiguete a Jacobo, - se rio Leo, y Fabi se sonrojó por alguna razón.

Los miré de nuevo y no pude evitar preguntarme cómo coincidían. Tenían, un sentido increíble en entendimiento mutuo impecable en el contexto de sentimientos locos, esta era precisamente su verdadera magia.

Yo también estaba feliz con David. Feliz como nunca antes. La vida se ha vuelto brillante en su totalidad, sin lados ocultos que antes eran inaccesibles. Me sentía como un funámbulo cobarde que, solo después de muchos años, por fin se atrevió a andar por la cuerda floja sin seguro, y ya al otro lado del abismo me di cuenta de que el riesgo valía todo, porque había amor allí.

 

P.S. Queridas mías, por fin acabé mi historia de “hada madrina”, “el Rey”, “la Princesa” y tonto “Ceniciento”. Espero que valoráis mi trabajo bien y me echáis unas cuantas estrellitas. Un beso a todas.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.