Se que te vas

Capítulo 11

Fragmento

Hanabi

Suspire llena de felicidad, él era tan increíble que apenas y lo creía real. Nunca me había imaginado que llegaría a sentir un amor tan... intenso. Pero ahí estaba, llenando mi vida, con cada momento que pasábamos juntos, podía sentir como nuestro lazo se fortalecía, rezaba cada día porque nuestro tiempo juntos fuera, eterno.

Sonreí como tonta, sintiendo un intenso calor barrer mis mejillas y sin embargo, me encontraba más cómoda que nunca. Los labios de Sasuke se movieron contra los míos con más fiereza a cada momento, provocándome pequeños estremecimientos que encendieron cada una de mis terminaciones nerviosas. Pasé las manos por su cabello, buscando aferrarme al contacto de su cuerpo, pero sin poder evitarlo, puso entre nosotros un par se centímetros, suficientes para hacerme fruncir el ceño.

Entonces, susurró una única palabra, la cual estuvo destinada a romperme el corazón.

—Sakura.

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"Y a veces se me olvida que no estas a mi alcance."

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Capítulo 11

Amigas, recuerdos y golpes.

Hanabi

Pasee de un lado a otro, haciendo que mi sangre hirviera más de la cuenta, me sentía tan enjaulada que deseaba gritar hasta desgarrarme la garganta. Después de que Sasuke me echara de su casa, me di cuenta de lo mal que estaban las cosas. Un paso en falso y todo se acabaría. Se supone que todo sería diferente, que él... yo no, no podía simplemente olvidarlo, renunciar a todo y fingir que nada había pasado. ¡Pasó todo! Ahora él no podía irse con ella, no cuando mi corazón, aun se aceleraba y rompía por igual con su simple recuerdo.

Un sollozo ahogado, resonó por la habitación, me tomo un segundo notar que era yo quien lloraba, las lágrimas caían sin descanso por mis mejillas y la impotencia no dejó que respirara con normalidad. Unos años atrás, cuando mi cuerpo se había debilitado y la esperanza se me estaba agotando, me prometí que no volvería a llorar.

Lloraba cuando la tierna Hinata se llevaba la atención de todo el mundo, gracias a su voz baja y a sus amables modales. Lloraba cuando me di cuenta de que Sasuke, no podía amarme, cuando la salud me abandono y esa regreso. Así que me prohibí ser débil, no derramaría ni una lagrima más, porque siempre terminaba sintiéndome peor que al principio, más débil y tonta.

Pero esa tarde me permití llorar como años atrás no hacía, de cualquier manera, me habría sido imposible frenar las lágrimas que escocían en mis ojos y se desbordaban sin compasión, cerré los ojos un momento, dejando que los recuerdos envolvieran mi mente y se burlaran un poco más de mí.

Flash Back

Contemple con atención mi rostro en el gran espejo que adornaba el baño de mujeres. Había llegado a la escuela varios minutos atrás, topándome al instante con la noticia que conmocionaba a todos.

Había una alumna nueva. Tenten juraba que era una chica hermosa y genial, con unos increíbles ojos verdes y el cabello más lindo que alguien podía tener. Cuando pregunte como lo sabía, se dedicó a mirarme con suficiencia y no dijo nada. Odiaba a esa molesta castaña, pero de igual forma sonreí y me encamine al baño.

Moje mis manos con cuidado e intente alizar mi cabello, para que pareciera menos desaliñado, sonreí al espejo, decidiendo que me gustaba el raro color de mis ojos, la palidez en mi piel y la forma de mi rostro, me gustaba pensar que poseía una belleza suave, casi apasible. Entonces la puerta se abrió, la reconocí al instante. Hermosos ojos verdes, piel perfecta y envuelta por el más hermoso y exótico cabello que alguna vez había visto.

No solo era la chica nueva de la que Tenten hablaba con tanta emoción. También era la niña de la foto que Sasuke siempre llevaba en su cartera. La misma de la que tanto hablaba Mikoto Uchiha. Sakura Haruno estaba ante mis ojos.

Sentí ganas de gritar, mientras le dirigía una mirada cargada de odio, pero ella fingio no darse cuenta, sonrió dulcemente y se presentó de forma amable, preguntando si me encontraba bien. La maldita no solo era hermosa, sino que también tenía una vena caritativa y bondadosa. Sin siquiera abrir la boca salí de ahí a toda prisa, mi respiración se convirtió en erráticos jadeos llenos de preocupación y todo en lo que podía pensar, era que lo perdería.

Caminé casi a siegas, con los ojos anegados en lágrimas que estaban a punto de caer, lo vi caminando despreocupadamente, escuchando en silencio las tonterías que Naruto parloteaba sin descanso, tan distante y serio que parecía no encajar con lo que le rodeaba, pero de igual forma, era como si el mundo girara a su alrededor.

Corrí a su encuentro, y sin pararme a pensar que odiaba las demostraciones públicas de afecto me lance contra su cuerpo, buscando seguridad al abrazarlo, pude sentir su desconcierto pero no me aparto, tampoco me envolvió en sus brazos como deseaba que hiciera, solo nos quedamos quietos un momento.

Sasuke había intentado ser más amable conmigo cuando se enteró de mi condición, había jurado que me permitiría amarle tanto como fuera posible y que él, me correspondería de igual manera. Lo conocía lo suficientemente bien como para saber que no se atrevería a dejarme, al menos mientras mi vida corriera peligro. Pero sentí miedo, miedo de que ella pudiera engatusarlo para que él corriera a su lado.

—Te amo, Sasuke-kun— susurre, contra su pecho.

No respondió nada, pero entonces me rodeo con sus brazos, dándome un poquito de tranquilidad. Lo amaba y nadie podría quitármelo jamás.




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