Se que te vas

Capítulo 17

Capítulo 17

Culpa

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Te tengo que decir que tú me hacías muy feliz

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Sasuke

El sonido de la puerta abriéndose, atrajo mi atención inmediatamente, después de un montón de doctores y demás personal médico tomando muestras y realizando exámenes, estaba llegando a mi límite. Pero, mientras tomaba una una profunda respiración, me prepare mentalmente para responder un montón más de preguntas rutinarias que no me harían ningún daño.

Levanté la mirada justo a tiempo, para encontrarme a una hermosa chica, no necesitaba mis recuerdos para darme cuenta de que era la mujer más extravagante y hermosa que alguna vez había visto, con su vibrante cabello rosa y los ojos más verdes que podría imaginar, acentuados por unas oscuras ojeras que estropeaban su piel de porcelana. Su delgado cuerpo llamó mi atención al instante, no pude evitar notar las voluptuosas curvas que ocultaba bajo su holgada ropa. Entrelazaba las manos frente suyo, apretando los dedos con fuerza, por un momento tuve el impulso de pedirle que parara, antes de que consiguiera lastimarse sin querer, pero el tipo rubio que tomó su cintura para instarla a entrar, me mantuvo callado. Era más alto que ella, de rasgos marcados, tez bronceada y de claros ojos azules, en conjunto habría sido una buena combinación, de no ser porque tenía una molesta sonrisa de tonto, que nadie sería capaz de ignorar. Mantuvo posesivamente una mano en la cadera la chica pelirosa, quien se notaba sumamente nerviosa, posiblemente por no estar acostumbrada a mi presencia

— ¡Hola, Te... Sasuke! — comenzó el rubio de forma alegre.

Gracias al tiempo que llevaba despierto, pude averiguar cosas como mi nombre, edad y por el aspecto de la habitación en conjunto con el trato que recibía del personal médico, mi estatus social, el cual me aventure a pensar era muy elevado.

— ¿Cómo te sientes? —Volvió a hablar el rubio —Vaya susto que nos diste, no tienes idea de lo mucho que nos has preocupado, fue muy inconsciente de tu parte que...

—Naruto— interrumpió la chica, con una voz tan dulce que por un momento, desee cerrar los ojos y pedirle que dijera algo más.

Fue obvio que de no haberlo detenido, Naruto, como lo había llamado la pelirosa, habría seguido parloteando sin parar. Él le dedico una mirada embelesada, fue como si me golpearan fuertemente en las entrañas, hasta para el mas obtuso habría quedado claro el profundo lazo que los unía. Lo cual me dejo una rara sensación en el estómago.

—No creo que sea conveniente abrumar a Sasuke-kun.

Aun cuando sus palabras parecían de preocupación por mi bienestar, me quedó muy clara la prisa que tenía por irse. Entonces vi como Naruto acariciaba su cintura, comencé a buscar algo que los liberara de la responsabilidad de pasar el día conmigo, solo porque acababa de despertar.

— ¿Nos conocemos desde hace mucho tiempo? — fue lo primero que pude decir.

Los ojos de Naruto se iluminaron en el instante en que me escucho hablar.

—De toda la vida— fue la sencilla respuesta.

—Supongo que somos buenos amigos— me aventuré a comentar.

— ¡Los mejores! — su júbilo era casi palpable.

—Lamento no recordar nada y no poder recordarte— comente con una leve inclinación—y no poder recordar a tu novia.

Ella bajó la mirada, apretando las manos en puños mientras un mechón de cabello le cubría parte del rosto. Naruto soltó una risa nerviosa al mismo tiempo que se rascaba la cabeza.

— ¿Qué? ¿Sakura-chan? En realidad ella es...

Pero entonces Sakura, se dio la vuelta y salió corriendo, dejando la puerta abierta de la habitación y provocando Naruto corriera tras ella. Por alguna razón, esta escena me dejo la sensación de que la veía por milésima vez, fue ahí cuando caí en la cuenta, esa chica, era a la que había oído pronunciar mi nombre en una habitación vacía, apenas unos minutos atrás.

—Sakura— susurre y en mi corazón se instaló una gran sensación de calma, parecida a un bálsamo.

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Lo único que realmente sana un corazón roto, es el tiempo.

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Sakura

No me recordaba. Una cosa era imaginarlo, pero el impacto que causo en mi fue más de lo que podía soportar. Deseaba lanzarme a sus brazos y suplicarle que nunca nos volviéramos a separar. Sin darme cuenta estaba en la puerta del hospital, con la respiración agitada y los ojos anegados en lágrimas. No quería llorar frente a él ¿Cómo se lo habría explicado?

Con desesperación busque un lugar en donde poder esconderme, aunque fuera por un minuto, deseaba llorar desesperadamente, solo unos segundos y después, podría volver a su lado, acompañarlo en estos difíciles momentos y no me apartaría nunca más, a fin de cuentas, aún era mi esposo.

—Sakura-chan— los brazos de Naruto me rodearon con delicadeza, presionando mi cara contra su pecho, me arropo con su cariño y calor, como siempre hacía, llore por unos minutos interminables, deseando que al abrir los ojos todo estuviera bien. Sus manos acariciaron mi espalda mientras susurraba palabras de consuelo que cayeron en oídos sordos.

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Caen tantas lágrimas, de mis tristes ojos, tan cansados de llorar

-Ramona

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Después de llorar por unos minutos interminables, por fin pude limpiarme los ojos y seguir con la vida, Naruto me acompaño hasta la puerta del baño para que pudiera lavarme la cara y adecentarme un poco. Caminamos silenciosamente a la pequeña sala de estar en donde estaban los demás, en ese momento Mikoto y Fugaku se encontraban con Sasuke, Itachi me miro comprensivamente, antes de darme un abrazo fraternal que me hizo sonreír.




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