Seamos Dos

BAILE CON SABOR AMARGO

CAPITULO 10 

Δ  

-Deben apresurarse – grito desde, de pie junto a la puerta de la pequeña casa que se encuentra no muy lejos de la ciudad, dos horas, dos horas fue lo que tarde en convencer a mis dos amigas a que me acompañaran a celebrar, no salíamos pero en esta ocasión era importante, solo faltaba una etapa para poder graduarme de la universidad ahora debía prepararme mejor y sé que debería estar sentada frente a mi mesa leyendo una y otra vez y repasando lo que voy a exponer o resolver en ese examen que serán en menos de tres semanas pero quiero disfrutar este momento. 

 Con la única que iba a bailar, una amiga que vive lejos desde que se casó hace menos de un año, uno de nuestros lugares favoritos para bailar fue cerrado porque tuvieron problemas de salubridad con la comida hoy iremos a uno que según mis investigaciones tiene clase, seguridad y podemos comer un poco al igual que bailar.  

Bajaron un poco a regañadientes y protestando un poco porque la idea no les parecía bien del todo y aun cuando sabía que estaban muy felices por mi logro después de duro recorrido, ellas preferirían que nos quedáramos en casa a comer o que fueras a un lugar solo, menos bullicioso, por mi parte yo quería disfrutar y bailar y lo lograría así las llevara a arrastras  

Nos subimos al auto de Dulce dirigiendo a una especie de restorán y discoteca, después de unos quince minutos note que habían dado su brazo a torcer y se encontraban si no contentas al menos resignadas de que iríamos a ese lugar – tranquilas que tampoco es un lugar a oscuras completamente – hable para que en ciertos momentos me dejaran de ver con enojo. 

La palabra no era nerviosa me encontraba emocionada por la noche que nos esperaba, deseaba bailar y bailar, llevaba ya casi un año de no salir, desde que mi amiga se comprometió, no me puedo quejar los dos son grandes amigos solo que el papel de prometida se lo tomo tan en serio que no salíamos sin su presencia y yo resultaba siendo el mal tercio.  

El rostro de mis amigas cambio al ver la entrada del lugar donde estaremos – ven, no es una discoteca en si  

-Maddi, contigo nunca se sabe – habla Elena casi abrazándome – pensé que nos llevarías a tu disco favorita  

-Tomando en cuenta que mi discoteca favorita fue cerrada – niego con la cabeza – no es posible y seguramente no entrarían en ella ninguna de ustedes – hablo viendo las ellas – vamos  

- ¿Qué, tan fea era para nosotras? – su pregunta me causa risa  

-No, en lo más mínimo, era preciosa, solo que toda oscura – hablo – se usaban antifaces fluorescentes, no entrarían, las tres tomadas de los brazos cruzamos la puerta, aun cuando sabía que la música era fuerte en todos los lugares esto era abrumador, estaba lamentando mi elección “no fue buena idea”, después de eso sentí dos halones hacia adelante bueno yo había venido hasta aquí, yo debía entrar con paso decidido, entro haciendo que mis oídos lo agradezcan porque dentro la música era justa para un ambiente agradable.  

Camino con decisión sobre los azulejos con sus tacones un poco altos, pero para ser honestos ella se sentía muy incómoda con aquel atuendo que eligió, una molesta risa resonó en su cabeza burlándose de mí lo cual lo único que pudo pensar era intenta olvidar todo.  

Al estar sentadas una sensación recorre mi cuerpo, no quiero por alguna razón prestarle atención, seguramente era el cambio de música que se había efectuado en ese momento. 

-Espero que bailen un poco – anuncio viendo de una a otra con la intención de que se enteren de que no saldremos de este lugar hasta que no sienta mis pies con estos tacones  – lo que significa que – tomo de las manos a ambas antes de que se sienten a la mesa, arrastrándolas a la pista de baile al principio caminaron sin entender la situación, pero después de un rato pusieron resistencia – venga no morirán por mover un poco el cuerpo – veo como se miran ambas con resignación por lo que intervengo en su comunicación – no tiene nada de malo – acusándolas de nuevo – solo bailaremos ustedes y yo nada de hombres – ellas accedieron caminando hacia la pista 

El ver los cuerpos estáticos de mis amigas me hace arrepentir de encontrarme en este lugar con dos personas que no disfrutan de una buena canción con el cuerpo poco a poco intento despejar mi mente moviéndome al ritmo de la música, después de un momento veo que intentan moverse por lo que las animo a que lo hagan con libertad al menos intentare. Mis amigas me dicen algo al oído que no logro escuchar del todo por lo que solo asiento y veo como se alejan de la pista de baile. 

Por un tiempo no tengo idea de cuanto en realidad, pero lo que si sabía es que tenía sed esa era mi señal de tomar un descanso, por las luces me cuesta ubicarlas en el gran salón después de varios intentos las veo en una mesa sentada cerca de una ventana del área del restaurante, justo la parte más iluminada ahora lo único que me queda es acercarme un poco al llegar las dos hablan sobre los materiales que faltan a la empresa para la exposición que pronto llegara al centro histórico de la ciudad y nosotras tenemos un local que llener con producto – te esperábamos – me señalan un vaso color naranja y sin sentarme a la mesa me bebo la mitad  

-tranquila que te vas a ahogar – me llama la atención Elena, alzo las cejas en modo de pregunta porque tengo la boca en el borde del cristal – despacio – me reprende nuevamente  



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En el texto hay: amor, amistad celos y lagrimas

Editado: 27.04.2021

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