Veo a mi padre correr con su cuerpo ardiendo en llamas, cae al suelo gritando del dolor y mi hijo llorando a todo pulmón. El fuego se expande mas rápido de lo que imagine, intento ir hasta la salida pero el fuego en las paredes me lo impide.
—No te duermas hijo —cubro su rostro lo mas que puedo con mi chaqueta.
Casi no puedo respirar y Nicolas esta casi inconsciente, escucho las sirenas de la policía.
—Debemos salir de aquí, no alcanzaran a llegar.
Ambas paredes arden en llamas y la escalera para subir esta casi bloquadas, si corro lo mas rapido que puedo lograre subir.
—O eso espero... Te llevare con tu madre.
Nicolas ya no llora y esta completamnete inconsiente, nisiquiera puedo sabaer si esta vivo, solo debo sacarlo de aqui.
—Papa —dejo que sus brazos me rodeen— se que he cometido muchos errores, pero el no debe pagar por ellos.
—No será así hija, lo encontrarán.
—Mi niña —siento los brazos de mi mamá abrazándome.
—Si el muere, jamás me lo voy a perdonar, soy joven e ingenua aun, pero Nicolas es inocente de todos mis errores.
—Mirame hija —miro a mi padre a los ojos.
—Perdonenme, siempre he problemas, siempre han tenido que cargar conmigo, desearía tanto que su verdadera hija estuviera viva y no yo.
—Eres nuestra hija, siempre lo has sido, ni tu madre ni yo te cambiariamos.
—Escondo otra vez mi rostro en su pecho sin dejar de llorar.
—Jade el FBI —escucho a Klein.
Espero a que lleguen hasta mi y tomo a mi mamá fuerte de la mano.
—Nicolas y Peter ¿Los encontraron? —Pregunta mi papá.
—Asi es.
Por un momento perdí las fuerzas de mis pies, pero mis padres alcanzaron a sostenerme, los abrazo y corro a los brazos de Klein.
—¿Están vivos? —Escucho decir a Jenny.
Sigo a los médicos por un pasillo con paredes blancas e interminables, sosteniendo fuertemente la mano de Klein y la de Jenny a mi otro lado.
—Solo podrán estar dentro un par de minutos, lo que verán será fuerte, pero deben ser aún más fuerte por el.
Los tres asentimos con la cabeza, Jenny es la primera en entrar, corre hasta Peter y sostiene su mano sin dejar de llorar.
No podía creer que lo estaba viendo, las palabras no salían de mi boca y no podía dar un paso más hacia el, solo lágrimas caían por mi mejillas.
—¿Cuando despertara? —pregunta Klein.
—En un par de minutos, cuando lo haga sentirá mucho dolor.
Parte de su lado izquierdo de su cuerpo tenía quemaduras, su brazo y su pecho, pero más que nada sus piernas. Dijeron que lo vieron salir de las llamas del sótano, que atravesó el fuego corriendo.
—Esta despertando... Peter amor.
Sus ojos se abren e intenta levantarse desesperado, los doctores lo sostienen lo mejor que pueden y Jenny intenta calmarlo. De pronto comenzó a gritar del dolor, jamás había oído algo asi.
—No te quites las mascarilla —le dice Jenny.
Las lágrimas caían por las mejillas de Peter, mira toda la habitación hasta llegar a mi.
—Nicolas —lo escucho decir con dolor— ¿está vivo?
Me acerco a el y acarició su cabello.
—Lo lamento —dice el doctor— debemos sedarlo.
Peter me mira con desesperación, limpio una de sus lágrimas y beso su frente.
—Esta bien, le salvaste la vida.
Sus ojos se cierran con fuerza.
—El se pondrá bien, está luchando y tú debes hacer lo mismo.
Me observa un par de segundos y cae dormido.
Nicolás al ser solo un niño, su cuerpo es más delicado, antes de ver a Peter lo vimos a el, está conectado a unas máquinas para poder respirar, dijeron que debieron resucitarlo durante el camino al hospital, por ello sigue inconsciente.
No sufrió quemaduras por qué Peter lo impidió con su cuerpo, pero por la cantidad de humo que entró en su sistema temen que habrá secuelas en su cuerpo.