Seamos un cliché.

Capítulo 5.

Mientras sea humano me gusta.

 

Cuatro días antes del fatídico rechazo. 

 

Después de la conversación con mi mamá me pasé toda la madrugada investigando sobre orientaciones sexuales, viendo videos sobre ellas y haciendo test, descubrí algo sorprendente, hay más de dos orientaciones.

¿Sabías que hay personas que solo sienten atracción sexual por personas con las que tienen un fuerte vínculo emocional?, se les conoce como demisexuales, evidentemente yo no entro en esa categoría por que ni siquiera me importa el nombre de la persona pero es interesante, no sabía que tenía un nombre. 

Me di cuenta de lo poco que sabía del tema, no es algo que se hable mucho, ni siquiera en la escuela nos explicaron nada de esto, los adultos siempre me decían que debía de tener novia así que me mentalicé con esa idea, creía que los hombres solo podían estar con mujeres y viceversa, cambio ese concepto cuando entre a la Universidad y conocí a las parejas homosexuales, hablando y conociendo a más personas entendí que no era raro que sintiera atracción por personas que no fueran mujeres, comprendí el tema de heterosexual, algo que no era. 

Somos normales, los no-hetero existimos, ¡yei!. 

Ser hetero o no, esa es la cuestión. 
Estaba por irme a dormir pero el sonido de unos pasos apresurados subiendo las escaleras son una clara señal de que no puedo, alguien viene hacía aquí. 

—¡Nick! —grita papá al otro lado de la puerta mientras toca como si su vida dependiera de ello. 

—¿Sí? —respondo.

Mi papá se llama Edgar, es un hombre alto y con un cuerpo "trabajado", castaño y ojos de color miel, a decir verdad todos dicen que somos iguales, mi papá es mi versión pero en sugar daddy. 

Es amable y atento, no es muy presente en casa pero pasa todo el tiempo que puede conmigo y mamá además de llamarme casi diario, es un buen papá, no tengo quejas pero si viajó toda la noche solo por que dije que era gay estoy empezando a dudar sobre si lo quiero tanto como pienso. 

—¿Puedo pasar? —pregunta un poco más tranquilo, abro la puerta y me lo encuentro, esta extremadamente nervioso y pálido, lleva una pijama junto a un enorme abrigo y su maleta en mano, ¿tan rápido quería llegar que ni siquiera se cambió?. 

Si me dice algo homofóbico lo voy a acusar con mi mamá. 

—¿Qué pasó? —pregunto ansioso, ¿tan malo es?, está tan pálido qué parece que se desmayará en cualquier momento. 

—¿Por qué no me lo habías dicho antes? —reclama.—Debió de ser duro guardar el secreto, mi pequeño niño estuvo en el clóset tanto tiempo, mira, quiero que sepas que te apoyo en todo, tu mamá y yo lo hacemos, lo que nos importa es que seas feliz, eres libre de amar a quien quieras, si alguien te juzga por eso dímelo y le diré a tu mamá que le pegue, además, eres el primer gay de la familia, la tía tendrá celos —presume orgulloso. 

Siento tanto matarte la emoción. 

—No soy gay pero tampoco hetero —aclaro.

—¿Bisexual?. 

—Con todo lo que he leído y visto parece que soy pansexual.

—Bueno, ¿eso cambia?. 

—¿Qué cosa? —les juro que jamás había visto a mi papá tan rojo. 

—Tus proapellido o como se diga —todo lo preocupado se me fue cuando dijo eso, juro que me voy a miar. 

—Papá, es "pronombres" y eso no cambia —le aseguro. 

—Aah, bueno.

—¿Estás bien con eso?. 

—Cielo, tu orientación no es algo que tu decidas, nadie debe de decirte si esta bien o no, ser hetero no es una obligación. 

—Gracias papá, te amo —realmente lo hago, estoy tan feliz de tenerlos como papás. 

—¿Puedo darte un abrazo? —me acerco a él y lo abrazo con fuerza, de alguna manera siento un enorme alivio, lo aceptó, sin quejas o dudas, gracias, siempre es tan cálido. 

—Bueno, quisiera quedarme pero debo de ir al aeropuerto de nuevo, tengo que regresar lo más pronto que pueda, salí sin pedir permiso.

Jina se va a enojar.

(…) 


Como dije, mamá estuvo furiosa toda la mañana, papá vino y ni siquiera la saludó, no comí mi madres por que cuando intentaba entrar a la cocina me decía "dile a tu papá que te traiga comida si tanto te quiere", celosa de su hijo la señora. 

—¡Tengo hambre! —grito dramáticamente en el pasillo.

—Pídele comida a esas chicas y seguramente te harán un bufet completo —bromea Jack señalando a tres chicas que no dejan de vernos, ¿no saben que eso puede ser considerado acoso?. 

—Él prefiere que su chefsito le preparé algo —se burla Ethan.

—¿Creen que él haya traído comida?, hay que buscarlo —ni siquiera deje que respondieran y corrí hacía la cafetería, a esa hora ya debió de iniciar el almuerzo de su edificio, le dije que iba a almorzar con él así que debe de estar esperando. 

—Nick, ahí está Michelle —avisa Jack nervioso, no la he visto desde hace dos días, ¿por fin me hablará?. 

—¡Nick! —grita Dan emocionado, trae casi a rastras junto a él al lindo Ian, que lindo. 

—No traje comida por que mi mamá está enojada conmigo, ¿ustedes trajeron?pregunto, okey, estoy tratando de ocultar mi emoción y mi hambre ayuda. 

—Dick, ¿qué harás?, estamos solo en una cafetería donde venden una enorme variedad de alimentos, ¿qué podrás hacer?, tal vez mueras de hambre —comenta sarcásticamente Ian. 

—Es Nick —corrige Dan. 

—Nick no come la comida de la cafetería, prefiere comida casera, me llamo Jina, dijo que no trajiste nada de comer y no quiere que mueras, toma, yo lo hice —informa Michelle ofreciendome una pequeña mochila roja que supongo trae la comida.

Michele, de cierta manera la extrañe estos días, es agradable estar con ella.

—Oh, mi salvadora, ¿debería de rezarte? —bromeó, tomo la mochila e inspeccionó lo que hay dentro, ¿trato de engañarme?, solo vacío una maruchan y la "ensalada" es la que viene enlatada, bueno, la intención es lo que cuenta. 



#10979 en Otros
#1722 en Humor
#17705 en Novela romántica

En el texto hay: boys love, boyslove, enemytolover

Editado: 17.02.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.