Seamos un cliché.

Capítulo 9.

Nick o Dick, me gustan los dos.


La mujer pelirroja esta gritando el nombre de una tal Aria y señalando a Ian que parece querer que lo trague la tierra mientras que yo estoy sentadito moviendo mis pies de lado a lado, no se que esta pasando pero algo me dice que me debo de quedar callado.

—¡Te dije que vamos a hablar! —grita la señora a penas se acerca a nosotros. 

—Mamá, por favor, detente —suplica Ian fastidiado, con que es su mamá, bueno, se parecen un poco en el rostro, ambos tiene pecas.

—Aria, estábamos hablando y te largaste, hija, no puedo seguir haciendo esto, estoy harta, ¡¿por qué tienes que ser así?! —reclama la señora, miro a Ian y parece querer quebrarse. 

Sus ojos están rojos al igual que su nariz, incluso su respiración esta agitada y sus manos temblando, ¿qué tipo de situación es esta?. 

—Buenas noches, temo que no nos conocemos, soy Nick Lander —saludo, bueno, tal vez no es la mejor manera de intervenir pero cambiar el tema siempre es la mejor opción. 

Me mira de arriba a abajo antes de esbozar una enorme sonrisa.

—Soy la mamá de Aria, un gusto conocerte Nick, ¿eres su novio? —pregunta alegre, Ian me mira al instante, me esta suplicando con la mirada que diga que sí. 

—Sí, Ian es mi novio —confirmo sonriendo y tomándola de la mano para saludarla adecuadamente.

—¡Marina! —la regaña un hombre pelinegro que entra a la habitación. 

Esta agitado y sudado, vino corriendo seguramente, sus ojos son como los de Ian pero con menos brillo, debe de ser su papá.

—Mira, ese niño bonito es su novio —dice Marina señalandome.

—Ay que guapo, buen trabajo hijo —lo felicita sonriendo hasta que lee el ambiente —¡Marina!, vámonos —ordena tomándola del brazo y sacandola de la habitación y quiero creer que del hospital. 

Me quedo en la misma posición, me merezco un diez en actuación, a pesar del momento de nervios mantuve el teatrito del tobillo y camine como sí estuviera herido, soy un genio. 

Dejando a un lado mis autofelicitaciones observo al chico a mi lado, se dejó caer al suelo, bueno, en cuclillas, esta cubriéndose el rostro y negando sin parar con la cabeza, no tengo idea de lo que esta pasando pero sé que tiene todo que ver con Aria y sé que es algo que lo lástima. 

—¿No vas a preguntar? —pregunta Ian aún en la misma posición.

—No, sé que es algo importante para tí y también sé que no querías que yo supiera, sí lo deseas puedo fingir que no ví ni escuche nada, no haré nada que te haga sentir incómodo —aclaro.

Puedo ser lo que quieran pero no un pendejo, bueno, poquito nomás. 

—Soy un hombre trans —confiesa.

Lograron callar a Nick, denle un trofeo a Ian. 

Sé lo que significa, nació con el sexo femenino pero se identifica con el género masculino, lo leí en Google hace unos días. 

—Estás bien guapo —suelto sin más después de estar en silencio por varios segundos.

¡MÁTENME!. 

Dios, ya, ¿qué te hice? ¿cometí un pecado sin darme cuenta? ¿es por dormirme en la iglesia? ¿es por que no estoy bautizado? 

Estaba por ir a lanzarme del último piso pero la risa de Ian me detiene. 

—¿Gracias?, es la mejor reacción que he visto hasta ahora —bromea.

—Debo de admitir que no lo esperaba. 

—¿Tan malo es?

—¿Por qué debería de serlo?, Ian, ser trans no cambia nada, sigues siendo Ian el que casi me rompe el tobillo, nada nuevo —respondo.

Se le salió un moco de tanto reírse, ¡se los juro!, es lo más tierno que he visto en mi vida, su risa es tan contagiable que yo también me estoy riendo como menso. 

Es agradable verlo así, se veía tan mal después de la visita de su mamá, no quiero imaginar que es lo que vive.

Muchas personas no aceptan a las personas que están dentro del paraguas trans, están tan limitados y solo creen en el sexo asignado al nacer, no entienden que existe la identidad de género y/o expresión de él, creen que solo es una etapa o es generado por simple disforia pero realmente es más complicado que eso. 

Ser transgénero no es algo que eliges, las personas no parecen entender eso. 

—Dick, se sincero, realmente ¿no tienes problema con eso? —pregunta de nuevo mientras se abraza así mismo.

—Tengo un solo problema.

—¿Cuál?

—Deja de llamarme Dick, eso significa pene, me llamo Nick, usa mi nombre correctamente, por favor —suplico haciendo pucheros, ya es como la tercera vez que me llama así. 

—Ahora me has dado motivos genuinos para llamarte así. 

Ayuda. 

(…) 

Dan juega con un moco, Ethan y Jack miden quien tienen los dedos más largos y Michelle discute conmigo sobre algunas estrategias de partidos, todos esperamos a Ian, ayer lo lleve a casa y aceptó almorzar conmigo, casi lloro de la emoción ahí mismo. 

Los chicos están tan perdidos en su mundo que ni siquiera notaron el vendaje y olvide explicarles mi estrategia, si la cagan los mato.

—Dan, te dije no estés jugando con tus mocos secos —lo regaña Ian. 

—Deja a nuestro bebé ser libre —bromeo, bueno, broma no es, es tres minutos menor que Michelle así que es el menor aquí. 

—Dick, cállate —ordena indignado. 

—Cállame.

Esperaba un beso pero solo me dio un sape, ese libro me mintió. 

—Solecito, siéntate conmigo —lo invita Michelle emocionada, Ian le da una media sonrisa y la obedece, ¿por qué a ella si le hace caso?, no se vale.

—Toma, comelo todo —ofrece Ian, es una especie de gelatina pero tiene frutas dentro, se ve delicioso. 

Como el ser tragón y obediente que soy lo tomo, tuve que darle como tres manotazos a Jack por que intento pellizcar la gelatina antes de que la fotografiara, esto es un suceso histórico que necesita recordado por futuras generaciones.

—No me dejaste comerlo pero se lo das a Nick, no se vale —se queja Dan. 

—Le herí el tobillo, mínimo debía de darle un postre —se justifica. 



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En el texto hay: boys love, boyslove, enemytolover

Editado: 17.02.2022

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