Seas of Destiny

Capítulo 20 parte 1

Taína

No puedo estar más feliz en este momento, reencontrarme con Ismaíl ha sido totalmente inesperado pero el hecho me ha llenado de alegría, tarareo una canción que no se ni su nombre, es de esas canciones que escuchas una vez y se te pega en la memoria y no puedes dejar de cantarla aunque no sepas la letra, llenó mi copa de vino una vez más mientras me siento a esperar que el repartidor se digne a llegar, le pedí a Ismaíl que cenemos en mi departamento no me apetecía salir a comer a uno de esos restaurantes finos donde se debe vestir de etiqueta, no soporto más los tacones, estuve todo el día en la oficina con unos puestos, las mujeres tenemos nuestros límites  y yo ya he llegado al mío con los tacones por hoy, el llamado a mi puerta me distrae de mi copa, no tardó en colocarme en pie y acercarme a la puerta, observó al repartidor esperando que me entregue mi comida y me diga cuanto le debo, pero lo único que hace es observarme descaradamente los senos ¡ni siquiera llevo escote!, estoy a punto de mandarlo a la mierda cuando Ismaíl hace acto de aparición, golpea al repartidor por la espalda de modo saludo, pero muy fuerte 

- ¿Acaso sabes volar repartidor? - 

- No, claro que no - 

- Si no quieres verte en la obligación de aprender a volar, más te vale dejar de ver a mi novia, o te voy a lanzar de la terraza - el chico se apresura a entregar la comida 

- Mi amor ve adentro en un momento voy yo - acepte no voy segura, pero obedecí entrando al departamento, la verdad me sentía sumamente incómoda por la mira de ese repartidor, Ismaíl entró al departamento unos segundos después cerrando detrás de él 

- Dime que no lo golpeaste - 

- No te digo entonces - 

- Demián no tenías que golpearlo - Claro que tenía, te estaba observando, te puso incómoda, más bien se salvó que no se como llegar a la terraza - 

- Cariño, no hables así - 

- No hablemos más de ese imbécil, mejor ven aquí y saludame como corresponde - con una sonrisa corrí a sus brazos saltado sobre el enrollando mis piernas en su cadera, mientras lo besaba 

- Ese si es el recibimiento que me gusta - 

- Pedí comida italiana, espero que te guste, si mi madre se enterara de que pido comida italiana me mataría, en mi defensa la cocina y yo no nos llevamos, ese no es mi don, se me quema esta el agua, soy terrible - Demián se rió de mí, y de mis inexistentes habilidades culinarias 

- Esta bien pequeña, quieres comer ya, aunque creo que tú ya te me adelantaste con el vino - sonreí tratando de parecer inocente 

- Sabes cuanto amo el vino, no pude evitarlo - 

- Lo sé, tengo un recuerdo de una mujer hermosa muy borracha cantando a todo pulmón en el casino del crucero con una botella de Merlot en la mano - 

- Yo no tengo idea de que hablas - me baje de su cuerpo, caminando está la cocina para servir la comida y el vino que por cierto es Merlot, después de cenar, conversábamos de lo que habíamos hecho en estas cinco meses, todo está bien hasta que Demián preguntó porque ya no ejercía como abogada 

- Pequeña estas tensa, si no quieres contármelo esta bien yo te respeto - 

- No, yo si quiero contarte, tal vez eso es lo que necesito, decirlo en voz alta - di un largo suspiro para dar inicio a mi narración 

- Yo tenía una mejor amiga de toda la vida, desde que teníamos cinco años que nos conocimos, todo lo hacíamos juntas nunca nos separamos, ella era mi hermana de otra madre, siempre estaba para mí, en las malas ella me ayudaba a continuar, cuando sentía que no podía con la carrera ella estaba ahí para animarme a no rendirme, en las buenas, cuando nos graduamos de nuestras respectivas carreras nos escapamos a las Vegas donde me sacaron de un casino por disturbios ella estaba ahí para sacarme de prisión sin que mi familia se enterara, ella era una arquitecta, era la mejor, sus diseños eran simplemente asombrosos. 

Ambas progresamos en nuestras respectivas carreras, me forje una poción como la mejor abogada de toda la costa Oeste, me gane ese título porque jamás negaba un caso, no importaba que tan difícil fuera yo lo tomaba y lo ganaba, por eso no importaba que tan joven soy - Tomé un respiro buscando las palabras adecuadas 

- Un día llego a mi despacho una mujer con un caso de agresión doméstica, que me suplicaba la divorciara de su esposo y que le dirá la custodia completa y única de sus tres hijos menores de edad, como sabes esos casos cuando están involucrados niños suelen ser muy complicados, pero eso no me importó igual tome el caso, le pedí a mi hermano mayor que me ayudará con la investigación necesaria para mi caso, el es un detective, Zedequiel no tardó en ayudarme, pero sin duda nunca hubiese imaginado lo que encontró, resulta ser que el hombre era toda una joya, no sólo tenía miles de denuncias por agresión si no también que estaba siendo investigado por asesinato múltiple y venta de todo tipo de narcóticos - Ismaíl me miró con sorpresa 

- No me digas que te metiste en ese embrollo amor - 

- Si, bueno todos me dijeron que abandonara el caso que me pondría en demasiado peligro, pero yo no escuche razones, no quería perder mi reputación si renunciaba perdería todo mi prestigio, todo por lo que había luchado solo se caería de la noche a la mañana, no podía permitirlo, seguí con el caso, recibí muchas amenazas, todos me pedían lo mismo abandonara el caso pero incluso tomé por alto eso y seguí al frente logré mi cometido y gane el caso, le quite el derecho completo de los niños a la lacra esa, pero a qué costos, tan solo una semana más tarde, las autoridades arrestaron al sujeto pero antes de ir a prisión dio la orden a un sicario para matarme, yo no sabía nada de eso, pensé que estando en prisión el peligro ya había pasado. 



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En el texto hay: humor, secretos, romance de verano

Editado: 14.11.2019

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