William Pov:
No se quien se cree ese sujeto que es como para hablarme de esa manera, yo no le he hecho nada como para que venga y me hable asi o si quiera para que me amenace, el no tiene derecho a hacer eso, no soy una persona a la que le guste pelear, pero me se defender y si en algún momento dado el quiere irse a los golpes, bueno, nos iremos a los golpes, aunque es mas que obvio que yo perderé delante de el, se ve mas fuerte y es notoriamente mas grande que yo.
Varias de las personas en la universidad se me habían quedado viendo de manera extraña, hoy era mi segundo día aquí y las personas aun me veían extraño, tal vez crean que estoy loco por enfrentar al bully de este lugar, y puede que tengan razón ya que yo nunca hubiera hecho algo como esto de no ser que ese sujeto no me hubiera amenazado y se hubiera disculpado por no mirar por donde iba.
De solo pensar en aquel tipo mi piel se pone de gallina porque muy a pesar de que sea un completo patán, no voy a negar que se ve bien... esta guapo. Mierda, no puedo dejar que nadie sepa que soy homosexual, si esto llegase a oídos de mi madre estaré en camino hacia el vaticano para convertirme en un cura y eso es lo que menos quiero, adoro no ser parte de una religión que juzga tus gustos o que simplemente te juzga hasta por como hablas.
Mi madre, la gran señora Logwood, una mujer respetable y que no le gusta escuchar que hablen mal de ella, una mujer que siempre se preocupa del que dirán, algo molesto ya que ella es quien menos debería de preocuparse de las personas que la rodean. Mi padre es otra cosa, el si que es un hombre amable y carismático, es quien menos se preocupa de lo que las personas digan, pero claramente ninguno de los dos se atreve a desafiar a mi madre.
-Escuche por ahí que eres el chico loco que desafío al gran Sebastian Edwards- dijo un chico poniendo su brazo sobre mi hombro.
-Yo no desafié a nadie, el me amenazo y claramente no me quede callado- dije defendiéndome y quitando su brazo de mi hombro- ya no estamos en la secundaria como para que ese idiota venga e intente intimidar a los demás.
-El no intimida a los demás- dijo sonriendo- el aplasta a los demás, a quien sea que se cruce en su camino.
-Lo mas ridículo que yo haya escuchado en toda mi vida, ese sujeto tendría que preocuparse mas en sus estudios que en pelear con los demás, principalmente en los que somos mas chicos que el- no sabia quien era ese chico, aunque su apellido se me hacia conocido de algún lado.
-Hablando del diablo, acaba de llegar y ya todas las chicas se van detrás de el, es como si no se tuvieran respeto por ellas mismas, ¿acaso no te molesta eso?- la verdad es que no porque no me gustan las mujeres.
-Yo no estoy aquí por las mujeres, estoy aquí para estudiar- dije sin mirar a la dirección en la que el estaba mirando- Por cierto, ¿Cómo me dijiste que era tu nombre?
-Soy Jake, Jake Clearlake, mucho gusto- me ofreció su mano.
-Yo soy William Logwood, igual mente- hice lo mismo y estreche su mano.
No volvimos a decir nada mas ya que el estaba mas al pendiente de lo que ocurría con las chicas y el sujeto que acaba de llegar, me da curiosidad saber sobre ese tipo, necesito estar prevenido por si pasa algo que no me convenga. La curiosidad me gano y me di la vuelta y que el caminaba como si estuviera en una película de adolescentes donde el chico popular hacia su entrada y todo el mundo se ponía a sus pies.
No voy a negar que sus ojos verdes me hacían querer mirarlos, sus labios gruesos y rojos eran una tentación y su cabello rubio hacia que quisiera enterrar mis dedos en ellos y pasarlos por, se veía despeinado y cansado, era obvio que no dormía bien, me pregunto por que será.. creo que todo el mundo conoce la respuesta a esa pregunta, es mas que obvio que es porque duerme con cuanta chica se cruza en su camino y que no descansa ni porque haya escuela al día siguiente.
En un momento dado sentí como sus ojos encontraron los míos y en sus labios se formo una sonrisa tan endemoniadamente seductora que mi corazón comenzó a palpitar alocadamente, mi respiración se contuvo gracias a ello y mi cara comenzó a arder, decidí mirar a otro lado ya que no quería que el supiera el efecto que tuvo su sonrisa en mi... de que estoy hablando, es mas que obvio que le sonreía a alguna chica, dudo mucho de que el sepa de que yo soy gay.
Sacudí mi cabeza y me encamine hacia mi primera clase del día, la cual era arte, no soy muy bueno para esas clase pero aun asi la tomo porque tiene que ver con computación y esa es mi especialidad.
Esto tiene que ser una maldita broma, esto no me puede estar pasando a mi, este tipo esta en la misma clase que yo y para el colmo llega justo cuando se le da la gana, maldita sea mi suerte. Hace unos minutos llegue a mi clase de arte digital, la maestra llego luego de que yo llegue seguida de los demás alumnos y justo ahora, quince minutos después llego este sujeto, antes de que la maestra cerrara la puerta, lo raro es que ella lo recibió como si no fuera el mejor de los alumnos.
No se porque tengo el presentimiento de que este será un año largo y que tendré que verle la cara a ese sujeto por mucho tiempo, no solo eso sino que también tendré que soportar su maldita sonrisa burlona durante un muy buen rato... será mejor que yo retire esta materia antes de que algo ocurra, antes de que...
-Para su primer proyecto tendrán un compañero y espero que sepan que me gusta dejar a quienes escoja como compañeros durante todo el año, asi no hay que cambiar de pareja cada vez que yo deje un proyecto- esto pase, espero que me toque alguien que sepa sobre estas cosas- como algunos de ustedes saben esto es muy usual en la secundaria, no es que yo sea igual que sus ex-profesores, es que me gusta hacer esto ya que lo encuentro muy útil para que ustedes puedan conectar con sus compañeros y no me gusta cambiarlos a menos de que no sea sugerido mutuamente.