Sebastian

CAPITULO 5

  Sebastian Pov:

Ver la cara de esos dos cuando bese al pelirrojo no tiene precio, era algo que quería hacer desde el primer momento en el que los vi hablando, principalmente porque se que el idiota ese de Jacob quiere algo con William, no le iba a dar el gusto de que hiciera que el pelirrojo callera por el, además de que se que ese imbécil solo quiere jugar con... o tal vez es solo mi imaginación y no es cierto, el punto es que Jacob no me cae bien y no me gusta que este hablando con William.

Llegamos a mi departamento en poco tiempo, al entrar nos quedamos mirando por unos segundos, se veía tan irresistible, sus labios aun estaban un poco rojos por el beso que le había robado en la fiesta, estaban provocando ganas de devorarlos y de hacer cosas con ellos que no creo que sean apropiadas para nadie que sea homofóbico o para niños, debería de dejar de pensar en esas cosas, porque se que no es el momento para ello, aun no es el momento para hacer cosas que no debería, por ende me tuve que alejar un poco de el.

Mire hacia otro lado en mi departamento, a la cocina, había un poco de basura en el desayunador, quería distraerme de las cosas que quería hacerle al pelirrojo, por lo me encamine hacia allí y comencé a ponerlos en el fregadero, abrí la llave del agua y limpie lo poco que había que limpiar, sentí la mirada confundida de William en mi cuello.

-¿Me trajiste a tu departamento para que vea como lavas los platos?- el tiene un buen punto.

-No, pero tenia que lavarlos, crei haberlo hecho en la mañana, pero no fue asi- conteste con una sonrisa- También estoy tratando de no hacer lo que quiero hacer contigo, estoy distrayéndome de mis pensamientos "impuros", dirían muchas personas en la iglesia.

-¿Que pasa si yo quisiera que hicieras lo que estas pensando?- pregunto tímido, me di la vuelta y me encontré con su muy sonrojada cara, estaba del mismo color de su cabello.

Se veía tan tierno, mordía sus labios de una manera tan fuerte que crei que de ellos saldrían sangre, cuando soltó su labio inferior estaba tan rojo, mucho mas de lo que estaba cuando volvimos de la fiesta, esta vez se veía tan irresistible que mis ganas volvieron con mas fuerzas...

-Al demonio- dije encaminándome a el para comenzar a besarlo.

Entre besos apasionados, caricias salvajes y una que otra mordida, nuestros cuerpos estaban incomodos por la calor y la ropa, nos sentíamos completamente incomodos por lo que cada prenda que llevábamos puesta fueron desapareciendo, las caricias fueron aumentando aun mas, se tornaban con mas violencia y mas pasión que cuando estábamos aun vestidos.

-Esta es la primera vez que estaré con alguien- dijo el pelirrojo, yo solo me limite a mirarlo y a sonreírle, la sola idea de que esta fuera su primera vez y que yo fuera el primero me tenia alucinando.

-Seré muy cuidadoso- dije arrodillándome ante el, la sola idea de su sabor, el probar el dulce néctar de su cuerpo.

Mi boca estaba donde debía estar, su cara al sentir el calor de mi boca sobre su piel era algo que no cambiaria por nada del mundo, su cuerpo temblaba cada vez que besaba su abdomen, fui descendiendo aun mas con mis besos, lamiendo y chupando cada parte de su piel hasta que llegue a ese punto, justo hasta su glande. El cerro sus ojos mientras disfrutaba del placer, mordía sus labios, su pecho y su cara estaban rojas. De su boca comenzaron a salir gemidos suaves, me levante del suelo y comencé a besar sus labios mientras continuaba con mi trabajo de hacerlo sentir bien.

-Espero que estés listo para pasar la mejor noche de toda tu vida, una de tantas- susurre en sus labios- te aseguro que no vas a querer parar.

-Por favor- dijo con voz sumisa, sonreí nuevamente al escucharlo.

Lo tome de la mano y lo lleve hasta mi habitación para comenzar con la otra parte del proceso de complacerlo. Lo acosté en mi cama y busque una botella de lubricante que tenia al lado de mi cama, puse un poco de lubricante en mi mano, el se veía confundido hasta que puse unte el liquido en su entrada, su cuerpo tembló al sentir el frio tacto del liquido, comencé a dilatarlo, el mordía su labio tratando de impedir que los gemidos saliera de sus labios.

-¿Estas listo?- el solo asintió con la cabeza- Esto será un poco incomodo al principio y sentirás un poco de dolor, pero te acostumbraras.

Entre cuidadosamente en el, su cara mostraba el dolor que sentía, comprensible, por lo que tome su mano entrelazando nuestros dedos, si, el estaba boca arriba, le di un beso en la frente, uno en la nariz, uno en cada mejilla, uno en la barbilla para terminar besando sus labios lentamente. Continúe profundizándome un poco mas en su cuerpo para que se acostumbrara a mi invasión en el, lo cual logre con éxito.

Cuando por fin pude estar completamente en el, no del todo, me quede tranquilo por un momento hasta que el me dijera si se sentía lo suficientemente cómodo como para que yo hiciera mi trabajo. El comenzó a mover sus caderas en círculos haciéndome gruñir de placer. Comencé a penetrarlo lentamente sacándole suspiros, su respiración y la mía se agitaban cada vez mas, mi cuerpo había comenzado a sudar al igual que el de el, mi ritmo fue aumentando cada vez mas junto a sus gemidos.

Me sentía en las nubes al estar con mi pelirrojo hermoso de esta manera, me gusta verlo de esta manera, agitado, con sus ojos oscurecidos por el placer, era una de las mejores imágenes que pudiera ver en toda mi vida, una que quería tener para siempre, y con un poco de suerte, la tendré, algún día estaremos viviendo juntos, en un departamento o una casa y siempre haremos lo que queramos sin que a nadie le importe que o como hagamos las cosas.

Aumente todavía mas el ritmo de mi cuerpo sobre el suyo hasta llegar al clímax, metí mi cara en el hueco de su cuello y hombro tratando de recuperar un poco el aliento, el aroma de su cuerpo sudado era exquisito, el orgasmo le sienta bien a este hombre, las feromonas de su cuerpo eran aun mas notables, el aroma que desprendía hacían que yo quisiera continuar aun mas, sentí un pequeño cosquilleo en mi entrepierna mientras aun continuaba encima de el... y dentro de el. Reí ante mis pensamientos y ante la reacción de mi cuerpo por lo que estaba pensando, el comenzó a acariciar mi cabello y a dar besos en mi cuello que hicieron que la sensación de cosquilleo se sintiera aun mas fuerte hasta convertirse en una suave corriente eléctrica.



#495 en Otros
#180 en Humor
#1373 en Novela romántica

En el texto hay: corazonroto, drama, amor

Editado: 19.11.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.