Sebastian POV:
Mi madre, mi padre y yo habíamos ido a visitar un spa que estaba en uno de los hoteles mas frecuentados por turistas precisamente por el spa y por las demás atracciones que tiene, es enorme, a mi madre le gusta venir de compras a este lugar cuando quiere despejarse un poco de todo el estrés que le causa ser mi madre, esta mujer de vez en cuando se harta de mi padre, tanto así que solo duran alrededor de dos horas alejados el uno del otro, y eso es mucho.
Cuando nos estábamos registrando en la recepción del hotel escuche a dos personas hablar de que venderían al hotel muy pronto, necesitaban encontrar a un buen comprador ya que muchas personas iban a perder sus trabajos y varios contratos se iban a perder a causa de esto, mire a mi padre antes de hacer algo completamente irracional, el no pareció notar lo que yo así que me acerque a las personas que estaban hablando sobre el tema, mis abuelos celebraron su aniversario en este lugar hace meses.
Me acerque a las personas que hablaban del tema para poder escuchar un poco mas y para posiblemente hacer una oferta, quero poder tener este lugar ya que puede ser un buen negocio que mantenga a mi padre algo distraído de estar todo el tiempo con mi madre, el aun puede trabajar, no entiendo como es que decide alejarse de la vida laboral así como si nada, el tiene todo el tiempo del mundo para estar con mi madre y sigue siendo un hombre joven, al menos de apariencia.
-Disculpen- dije mientras me acercaba un poco, la mujer, porque parecía ser una mujer, que estaba hablando con el hombre bajo, jamás había visto a un hombre tan bajito en toda mi vida, parecía algo emocionada al verme- no pude evitar escuchar de que venderán este hotel.
-Así es, desafortunadamente el dueño murió hace poco mas de un mes y su hijo heredo el hotel, el tiene mucho por hacer y no tiene tiempo de manejar el hotel- que infortunio.{
-A mi me interesaría conocerlo y hablar con el, me gustaría hacer una oferta conforme a la compra de este hotel- especialmente porque quisiera que mi madre y mi padre también celebraran su aniversario en este mismo lugar.
El hombre me miro como si yo hubiera hecho un chiste de mal gusto, ridículo, se que no soy conocido por estar en el mundo de los negocios, pero no es como si yo no hubiera involucrado en estos de todos modos, también tengo una empresa, una de la que no muchas personas saben, pero es una empresa de todos modos. Ese lugar en el que siempre hago mis exposiciones, ahi invierto dinero, no lo voy a negar, no soy dueño, pero si invierto dinero, tengo una escuela de artes privada, la cual es administrada por Mia, pero es mi empresa de todos modos.
Si, ya comprendo porque la mirada, aun así es ofensivo, aunque si seria bueno que yo manejara mis negocios, claramente no puedo porque Mia y yo tenemos un acuerdo en el que yo me hago cargo de complacer a nuestros clientes en vez de distraerme con los negocios, no completamente, yo si me hago cargo de algunas otras cosas que no requieren mucho tiempo como normalmente lo harían en la empresa de mi familia.
-Cuando el dueño venga por aquí, déjenle esto y pídanle que me llame- le di una de mis tarjetas con mi numero personal a la mujer esa, se que si se la doy a ese hombre el no se la dará a absolutamente a nadie, no debería confiar en aquella mujer tampoco porque uno nunca sabe las intenciones de nadie.
-¿Puedo yo llamarlo?- le di una sonrisa coqueta.
-Estoy en una relación- dije con dicha sonrisa, no soy un hombre infiel aunque así lo quiera o lo quieran otras personas.
-Eso no debería ser un problema- dijo coqueta.
-Soy un hombre fiel a mi novio- su sonrisa desapareció cuando le dije aquello, es mentira de que estoy en una relación pero la esperanza aun existe, en verdad quiero intentarlo nuevamente con William.
Camine hacia donde estaban mis padres, mi madre me miro con desaprobación cuando vio que le había dado mi tarjeta a aquella mujer, se que me regañara por haber hecho esto, no conoce a William y se que esta dispuesta a romperme la cabeza para que le sea fiel.
-Sebastian, ¿que se supone que fue eso?- ahi esta el tono molesto y reprobatorio de mi madre- te recuerdo que estas saliendo con alguien.
-Mi madre, la mas hermosa de todo el mundo, no tienes que preocuparte- dije abrazándola y dándole un beso en la mejilla- yo soy un hombre fiel, no traicionare a mi pelirrojo por nada del mundo.
-¿Pelirrojo?- asentí ante la pregunta de mi padre- Mierda- susurro alto, yo ya sabia de su apuesta así que solo rei- Hablaremos de esto luego, jovencito.
-Deberán pagar su deuda- dijo mi madre alejándose de mi para abrazar el brazo derecho de mi padre mientras sonreía como una niña- no quiero quejas y menos excusas de ningún tipo, ¿quedo claro?
Mi padre asintió como todo niño obediente ante las palabras de mi madre, se que le dirá a Carlo sobre la perdida de su apuesta, se lo merece.
Entramos al spa mientras hablaba con mi padre y le pedía consejos de que hacer para poder comprar el hotel sin que me engañaran, el me dijo que tenia que hablarlo con mi hermana ya que el estaba retirado, se lo mucho que le esta matando el no poder hacer o decir nada de volver a trabajar, me lo dejo muy en claro cuando mi madre le dio una mirada reprobatoria cuando le pregunte del tema, ahora entiendo porque el se retiro antes de la vida laboral, aunque no por completo ya que el trabaja con mi hermana de vez en cuando.
Durante los masajes de relajación, las sesiones en el salon del spa, al cual mi padre no quería entrar, mientras nos depilaban con cera brasileña entre otras cosas, no podia hablar de trabajo con mi padre ya que mi madre me daba miradas que me hacían querer salir corriendo de aquel lugar, déjenme decirles que las mujeres no exageran en lo absoluto cuando se quejan de que la depilación es dolorosa, no es la primera vez que me la hago por complacer a mi madre o mi hermana... o a mis abuelas, mierda, hago demasiado por estas mujeres.