Alexa Pov:
De vez en cuando hay que emprender cuando una quiere obtener la libertad que desea, eso es algo que yo deseo mas que nada en este mundo ya que vivir al lado de mi padre y su nueva novia es un verdadero martirio, especialmente con los hijos de esta que necesitan constante atención de todos en casa, algo que yo no les puedo ni les quiero dar. No me lo tomen a mal, me gustan los niños, adoro los niños, siempre y cuando no me estén exigiendo atención porque sus padres no quieren prestarles atención.
Yo vivía en Bran, vivía con ellos, pero me mude a Sighisoara cuando supe que habían abierto un nuevo hotel en un antiguo castillo que había allí, aplique para trabajar como una de las recepcionistas en aquel lugar, encontré un pequeño departamento donde podia vivir por un tiempo hasta que encontrara la casa ideal a la que mudarme, el sueldo era bueno, podría ahorrar, decirle a mi padre que a penas y la paga me alcanza para la renta y evitar que me pida dinero para sus hijastros, los cuales el dice que ahora son mis hermanos, no es la manera en la que yo lo veo.
Los hijos de la nueva novia de mi padre son adolescentes, ambos lo son, entre las edades de dieciséis y quince, algo tedioso ya que no le veo sentido a que quieran tener toda mi atención cuando ni siquiera me caen tan bien, son unos consentidos.
Llevaba trabajando en el hotel alrededor de tres meses cuando algo llamó mi atención, el dueño había adoptado un gato, era un hermoso gato gris claro, al cual había comenzado a vestir como si fuera un delincuente, ¿sera algo que los americanos hacen?, tuve que buscarlo en la red mas confiable, la red que lo conoce todo, Google, pero esta vez no me había dado la respuesta que yo esperaba, por el contrario, solo me salieron cosas que no tenían nada que ver con la pregunta que había hecho, así que me di por vencida y lo ignore.
-Alexa, si estas trabajando para no tener dinero, sera mejor que regreses a casa, aquí te necesitamos- dijo la nueva novia de mi padre mientras yo estaba tratando de estudiar ya que aun estaba en la universidad, a mis veintitrés años de edad, porque nunca podia terminarla gracias a que mi padre siempre estaba necesitando dinero- aquí necesitamos que nos ayudes con los que haceres de la casa.
-Tus hijos pueden hacerlo y tu también- conteste mientras continuaba escribiendo en uno de mis cuadernos- Mi padre también puede hacer los que haceres de la casa, los hacia antes de que yo creciera, puede ayudar en la casa ahora.
-Esa no es manera de hablarle a tu madre- dijo el enojado.
-Esa mujer no es mi madre, te recuerdo, yo no tengo una- conteste ahora molesta por su atrevimiento de decir aquella cosa.
Mi madre nos había abandonado cuando yo aun era una niña, una vez crecí y pude buscarla le pregunte los motivos por los cuales lo había hecho, resulta que ella nunca quiso ser madre y por ello renuncio a mi, ese es el motivo por el que nos abandono, le había preguntado si ella quería tener una relación conmigo ya que yo era adulta y no necesitaba nada de ella, me dijo que no, no quería nada que ver conmigo, eso es todo lo que supe de ella hasta hace poco, supe que tenia una nueva familia y que tenia mas hijos, le envié un mensaje diciendo que la felicitaba por lograr lo que quería, lo único que me contestó es un gracias y me recomendó irme lo mas lejos posible de mi padre.
Le hice caso, a la primera oportunidad me fui lejos de mi padre, aunque mantenga contacto con el y su nueva familia, eso es un pequeño precio que debo de pagar por alejarme para ser feliz.
En varias ocasiones le pregunte si había algo de mi padre que yo debiera saber para usar en su contra, ella se ha negado a decir nada por miedo a que el la encuentre y le haga algo, claramente yo no la pondría en peligro de esa manera, ella no quiere una relación madre e hija, no la veo como una madre y se lo he dejado saber ya que me he criado sola, básicamente, pero no se ha negado a tener contacto conmigo, me trata como a una amiga de siempre y eso es mas de lo que yo podría pedir de la mujer que me dio la vida.
-Alexa, hemos hablado de esto- dijo el, estoy mas que segura de que su cara esta roja- He hecho hasta lo imposible para darte una madre.
-No necesito una, muchas gracias- conteste mientras continuaba escribiendo, ya estaba acostumbrada a hacer tareas mientras el me hablaba y yo le contestaba, algo a lo que tuve que acostumbrarme mientras estaba creciendo porque de lo contrario era obligada a dormir tarde mientras estudiaba- Papa, ya debo de irme a dormir, mañana tengo que ir a trabajar temprano en la mañana, tengo doble turno y usted ya sabe como son los americanos.
-Mantente alejada de ese sujeto, no son buenos para nadie- lo dice la voz de la experiencia.
-No te preocupes, no estoy interesada en acercarme a el- dije mientras leía uno de los libros que tenia delante de mi, relaciones publicas, eso es lo que estaba estudiando.
-Hablaremos mañana- mas bien vas a checar si me convences de enviarte dinero.
-Adios- conteste simplemente antes de colgar.
No soportaba hablarles mucho, he intentado mantener las conversaciones lo mas cortas posibles ya que no quiero y no deseo que intenten llenar mi cabeza con las mierdas que ellos dicen, no les creo nada de lo que dicen, pero ese no es el punto.
Había escuchado por mis abuelos de que mi padre había vivido por un tiempo en USA, era en sus años de juventud antes de conocer a mi madre y de casarse con ella, antes de que ella decidiera ya no estar mas con un hombre que solo quiere sacarle el alma a los demás por sus propios beneficios, eso no funciono con mi madre y no funcionara conmigo. Lo único que me fastidia es saber que soy hija unica porque ninguna buena mujer quería quedarse a su lado por lo toxico que es el.
Esta nueva pareja que el tiene se queda a su lado porque ella pensaba de que yo me quedaría de por vida al lado de mi padre y que no me alejaría, quería tenerme como a una sirvienta mientras ella se portaba de una manera ''amable'' conmigo cuando la realidad es que ella solo lo hacia para que mi padre no la dejara.