Secretaria

XVII Vuelta a la rutina I (Reconciliación)

  • Víctor

(El domingo por la mañana, después de la convención, aún en la ciudad natal de Camino)

El domingo, después de la cena de clausura de la convención llevé a Carmen a dar un paseo por la ciudad de mi nuera. Me es extraño hablar de nuera con mi hija, pero es la vida.

Carmen: “¿En qué piensas?

Víctor: “En las sorpresas que nos da la vida. Sabes que su padre, Celestino, Francisco Ramírez de Bodegas y yo fuimos compañeros de clase. Éramos unos locos, ahora nuestra hija se quiere casar con la hija de mi amigo, antes eso de que dos personas del mismo sexo tuvieran una relación sentimental, era para que los apaleáramos. Ahora nos encontramos con nuestra hija que pertenece a ese grupo de personas que odiamos, y no sé que sentir…

Carmen: “Sabes que yo también opinaba igual que tú. Pero desde que he visto a mi hija con esa chica, no la quiero cambiar ni por el mejor hombre que hubiera en el mundo. Ella es feliz y eso es lo más importante, su felicidad no la nuestra. Hubiera preferido que se hubiera casado con Daniel Monterrey, pero ese chico está coladito por su secretaria…

Víctor: “De cara a sus padres era la secretaria, pero de forma interina la gestión la llevaba ella. De esa manera tenían tiempo para todo, me confesó Adolfo que se quedó sorprendido cuando le dijo su hijo que desde que la contrató como su secretaria personal, ella ha estado gestionando sola, y sin ayuda una par de departamentos, y los otros que llevaba Dani le ayudaba en la gestión.

Carmen: “También es la hermana de nuestra nuera, se me hace difícil decir “yerno” en vez de “nuera”. Pero ahora es nuestro momento.

Víctor: “Tienes toda la razón mi vida, ahora somos nosotros, es nuestro momento.

Carmen: “Me gustaría pedirte, sé que no la cumplirás, que la empresa no será ahora tu vida…

Víctor: “Puedo prometerte que la empresa no será mi vida, sino que será nuestra familia, incluyendo a la nuera…

Me dio un abrazo fuerte, como cuando éramos jóvenes y mi nombre era, para ella, Arturo de Doblas, al no cursar los mismos estudios no podía saber si su nombre era real o no. Víctor estaba cansado de la gente que, sabiendo de qué familia era, intentaban seducirle por lo grande que tenía la billetera.

Carmen: “Otra vez en las nubes, dime que es eso que tanto te preocupa…

Víctor: “Si te lo contara te reirías…

Carmen: “Que no me voy a reír, palabrita del niño Jesús…”, mientras se llevaba sus dedos índice y corazón a los labios más hermosos que hay en el mundo, en mi mundo.

Víctor: “Recordaba a Arturo de Doblas…

Carmen: “A ese farsante…

Camino no quiso salir, después del anuncio de su compromiso su madre tuvo un comportamiento bastante raro por no decir grosero, no le apetecía encontrarse con ella. Me indicó un parque, curiosamente al que ellos suelen ir los domingos después de misa. Veo a Celestino y a Fernanda solos, el rostro de él me dice que no lo está pasando bien con todo esto, creo que sería buena idea hablar con ellos total ya somos cosuegros.

Víctor: “¿Qué te ocurre pumki?

Celestino: “¡Victorín! Yo te hacía ya en la empresa…

Víctor: “Como dije en la cena, es la hora de “nuestras niñas”…

Celestino: “¿Desde cuando lo sabes?

Víctor: “Desde el mismo momento en que me enteré que mi proyecto de yerno se convirtió en tu yerno…

Celestino: “No te entiendo…

Víctor: “Desde el momento en que Daniel Monterrey nos dijo que se quería casar con tu hija María Isabel. Te voy a confesar algo durante todo este tiempo no sabía qué hacer nunca me ha gustado esa gente, pero cuando he visto a mi hija con la tuya comprendí que no podemos luchar en contra de los sentimientos. Sin embargo hay una cosa más importante que el que dirán, y es la felicidad de nuestras hijas.




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