Ibamos en mi coche, mi padre, mi futura y yo. Mariela me comentó que quería celebrar las dos bodas juntas, unir a las tres familias en una sola celebración, pero con dos ceremonias, distintas. Una religiosa, la de mi cuñada, y otra civil, la mía. Quería hacer algo que nadie había hecho antes, una mesa presidencial con un novio y tres novias, eso sin contar con los padres y padrinos de las dos ceremonias, veía como mi padre y Cami se entendían a las mil maravillas. La única pega eran sus padres, durante la copa la madre tuvo unas palabras muy duras para Cami, cuando la bruja se fue, eso es lo que me recordó, se vino abajo, estuvo llorando hasta el amanecer. Ellos piensan que ser como somos es tan fácil como decir “tú conmigo”.
No tardamos en llegar a la Torre Campos, allí estaban algunos miembros de la empresa de seguridad de la Corporación recibiéndonos y llevándonos al lugar de la reunión.
Lucía: “Bienvenidos a la Torre Campos, estamos en la cafetería de los ejecutivos, normalmente ésta la usamos para reuniones de trabajo y situaciones similares. En donde nos pongamos si lo deseamos nos pueden poner café, y similares…”
Mariela: “Espero que aún quede de ese vodka tan bueno…”
Lourdes: “No, porque no queremos que la gente de seguridad tengan que llevarlos a su destino…”
Mi cuñada con sus chistes de siempre, ya me voy habituando a ella, pero sino fuera por su extraño sentido del humor no sabría como superar lo que pasó con mi suegra después de la cena, pero estamos aquí para fábricar puestos de trabajo. La mesa era una “O” cuadrada, en la Presidencia, justo enfrente nuestra, se encontraban las Srtas Lucía y Lourdes, a nuestra derecha se encontraban mis cuñados, y a nuestra izquierda estaba Irene, junto con sus amigas y el viejo Ramírez de Bodegas.
Lourdes: “Sed bienvenidos a la Torre Campos, sede de la Corporación CampoViejo-Salvatierra. Estais aquí buscando crear una corporación similar a la nuestra, para nosotros el que nos tomeis como modelo nos honra y nos da fuerza para seguir por la senda que nos trazamos hace ya muchos años cuando pusimos los cimientos de lo que tenemos, siempre estaremos abiertos en cooperar con otras entidades similares o diferentes a nosotros, solo os pido que nos veáis como amigos y rivales, nunca como enemigos, los rivales pueden colaborar en un interés mutuo, los enemigos en la vida colaborarán.”
Después de las palabras de la Srta Lourdes comenzamos a hablar, al principio no había ni orden ni concierto.
Camino: “¡BASTA! No podemos estar así, hay que tener al menos una idea de lo que queremos, hacer. Me dirigiré a una persona de cada delegación para que explique lo que desea que sea esta corporación, para ello os pido cinco minutos para que se hable dentro de cada delegación…”
Todos asintieron, nos retiramos a una parte que habían delimitado para nosotros, curiosamente nosotros estábamos separados de las otras dos delegaciones. Me fijé en Víctor y tenía una media sonrisa que me recordó cuando en la fiesta de su casa, el día que se hizo público el compromiso entre Daniel Monterrey y María Isabel de Villegas Souza.
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*** Flashback ***
Víctor: “Pronto descubrirá que con estas cosas no me gusta bromear, así que sí todo lo que le he dicho es cierto…”
*** Fin Flashback ***
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