Secreto Volk

33. Red

Todos corrieron en al lado opuesto de las ventanas para que no les llegara un pedazo de estas.

Lo único que se escuchaba por todo el gimnasio eran los gritos de las personas, asustadas por el repentino rompimiento de las ventanas.

-¿Crees que haya algún Grom?- estaba agachada al lado de Red quien estaba viendo a todas partes.

-Probablemente, pero no va a ser uno de los que ya conocemos, no serian tan tonto como para mandar a uno que ya sabemos como luce.

-¿Y que pretendes hacer?

-Voy a buscar a Gigi y Débora para que vayan a la comunidad, y me voy a quedar con Mark para ver que hacemos.

Buscó a Gigi y a Mark y cuando los encontró los llamo para que vinieran hacia nosotros.

-Gigi necesito que busques a Débora y luego se vayan las tres a la comunidad.

-Okey, pero no eh visto a Débora en toda la noche, no se donde se podría encontrar.

-Vamos, tenemos que buscarla- le di un beso corto a Red y luego nos fuimos con Gigi en busca de Débora.

Estuvimos buscando como cinco minutos a Débora hasta que la encontramos en el baño, llorando.

-Débora ¿Qué te paso?- me acerque corriendo a ella pero preocupándome de no tocarla

-Nada, estoy bien, solo un poco extraña

-Pero ¿Por qué lloras?- Gigi se acerco también, preocupándose de no tocarla.

-Por Zed- se seco las lágrimas con las manos y sorbió los mocos

-No lo entiendo, ¿Zed?- Gigi estaba completamente confundida.

-Da lo mismo, son cosas mias, ahora ¿Por qué me buscaban?

-Tenemos que irnos a la comunidad, es posible que Groms estén acá y nos estén atacando.

-Okey, vamos.

Salimos del gimnasio y nos dirigimos al auto de Mark para volver a la comunidad. Nos subimos Débora atrás y yo de copiloto.

-Cuídate y al bebé- su voz me llego directo a la cabeza

-Claro, tu también cuídate-

-Cualquier problema no dudes en llamar a Dominic o hablar con Gigi-

Ibamos en camino a la comunidad, estábamos todas en silencio, no había ánimo de hablar, es ambiente estaba serio.

Estaba preocupada por Débora, sabia la historia de Zed con los padres de Débora, pero hasta donde yo sabia, ella no tenía idea de eso.

Estábamos cerca de llegar a la comunidad cuando me vino un dolor intenso en el abdomen, tenia ganas de gritar, el dolor era cada vez pero, y no podia gritar, porque tendría que confesarle a las chicas que estaba embarazada.

Estaba dando mi mejor esfuerzo por no gritar, pero era imposible, mi bebe me estaba dando mucho dolor. Las gotas de sudor caían por mi rostro y humedecían mi cabello. Obviamente Gigi lo noto y se preocupó de mi.

-Dios York, estas sudando y ardiendo, puede que tengas fiebre- paso su mano por mi frente tratando de sentir mi temperatura.

-No- tenia que hablar entre cortado, porque si no me saldría un grito- Solo tengo- me mordía la lengua entre medio- calor, voy a prender el aire.

Como puedo aleje la mano de mi barriga y trate de prender el aire, pero me demore un poco.

••••••

Veinte minutos después llegamos a la comunidad, y en todo el camino, Gigi no dejó de preguntarme como me encontraba, ya que a pesar de haber prendido el aire no me empezaba a bajar la temperatura y el sudor no cesaba.

Me baje del auto y me acerqué a mi casa y más atrás, como a unos treinta pasos, venían Gigi con Débora.

Tome la manija y ya no pude aguantar más el dolor y me caí de rodillas, lanzando un grito desgarrador que alerto a las chicas.

Ellas corrieron hacia mi y me tomaron con la intención de levantarme, pero no podía ya que era peso muerto.

-York, que sucede, debo llamar a alguien- Gigi sonaba aún más preocupada que en el auto.

-No, no pasa nada- me agarre con más fuerza la guata y trate de hacerme un ovilló- Voy a estar bien, solo entremos a la casa.

Me pare como puede y trate de abrir la puerta pero no pude, así que Débora termino abriéndola.

Me ayudaron a llegar a el sillón de la sala y hay me dejaron recostada. Seguía sudando como loca, pero al menos ya no me dolía tanto como antes.

Gigi se fue a la cocina y luego volvió con un paño, con el cual empezó a secarme un poco el rostro.

Al par de minutos tocaron la puerta y Débora fue a ver quien era. Cuando volvió a la sala venia acompañada de Red, quien a penas me vio en este estado corrió hacia mí.

-York ¿Qué está sucediendo?- paso su mano por mi frente y luego por mi pelo, y con la otra tomo mi mano.

-Es, es el bebe, algo esta pasando- lo mire con cara triste, tratando de transmitirle todos mis temores mediante mis ojos, con la esperanza de que me entendiera y pudiera consolarme

-Gigi necesito que llames a Dominic ahora, voy a llevara a York a nuestro cuarto, dile, cuando llegue, que vaya para arriba- Red me tomo en sus brazos con cuidado, de no hacerme algún daño a mi o al bebe, pero al mismo tiempo con fuerza para que no me cayera de ellos.

Pase mis brazos por su cuello y escondí mi cabeza en su pecho, ocultando las lágrimas que empezaban a caer por mis mejillas.

Camino con cuidado por la sala y luego subió con calma las escaleras, preocupándose cada escalón de que me encontrara bien.

Cuando llegamos a nuestro cuarto me dejo con cuidado sobre la cama y luego de dirigió al armario lo más rápido posible.

Salió vistiendo unos pantalones de chandal gris y una polera blanca que tenia un símbolo de paz en el costado izquierdo, a parte en su mano traía otro pantalón deportivo rojo, y una polera blanca, para mí.

-Ven siéntate- me ayudó a sentarme en la cama y dejo la ropa al lado mío -¡Dios York! Estas hirviendo, vamos al baño te vas a remojar en agua fría.

Como pudo me ayudo a pararme y nos dirigimos hacia el baño, se sento en el vater y fue a prender el agua fría, luego se dirigió a mi y me paro.

-Date la vuelta, voy a soltarte él vestido- le hice caso y me di vuelta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.