Siento como si mi espíritu se fuera, es como si no pudiera sostenerme en mi cuerpo por más tiempo. Recuerdo la sonrisa de Lussy y eso me ayuda a regresar un poco, es eso o lo que sucede a mi al rededor, no puedo concentrarme en lo que hace que la criatura me suelte, pero puedo respirar de nuevo y mi cabeza casi golpea el suelo, pero unas manos fuertes me sostienen.
Tomo bocanadas grandes de aire y siento como mis pulmones se llenan, y como mi cerebro vuelve a hilar la situación.
Para mi todo paso unos lentamente, pero en realidad todo sucedió en segundos y mi recuperación fue igual, la adrenalina ayuda después de todo.
Observó y la situación es la siguiente: La abuela de Noah recita una retahíla de frases en un idioma que no reconozco, que tienen dominada a la bestia, Noah se acerca a Lussy para que no la ataque y el que me sostiene es Nick.
—Gracias. —Me levanto y me pongo en guardia.
La bestia se retuerce e intenta luchar, pero la magia de la señora Miuriel la detiene.
—Hay que hacer algo, esto no resistirá por mucho tiempo, es un demonio muy fuerte —grita ella.
—Hay que llevarla al lago, esa es la manera de llevarla a la otra dimensión.
Le quito el libro a Lussy mientras la señora Miuriel arrastra con sus fuerzas a la sombra, todos somos arrastrados por la fuerza del hechizo y caemos al agua también, pero mantengo el libro a salvo para poder leer lo que dice mi abuela que abre el portal.
—Aperuerit ianuam introibo ad alternis universo —repito tres veces e imagino una puerta como leí más temprano que tenía que ser.
Pero nada sucede, todos me quedan viendo a la expectativa, solo hay dos opciones, o no trabajo bien bajo presión o simplemente no tengo el don de la abuela.
—¡Creo qué no tengo el don! -grito asustada.
¿Ahora que hacemos?
Lussy nada hacia mi en silencio y me arrebata el libro.
Lee en voz alta y entonces algo empieza a suceder, el mundo tiembla y el lago empieza a succionarnos , es como si unas manos invisible me tomaran por los pies y me arrastrarán hacia abajo.
En mi desesperada lucha por salir a la superficie, noto que no soy la única, que todos, incluyendo la bestia están pasando por lo mismo.
Al llegar al fondo del lago estoy sin aire y siento como las burbujas escapan de mi boca, cuando estoy por desmayarme por la falta de oxígeno, aparezco en la superficie de un riachuelo.
Escucho toses y pájaros cantando, observó mejor a mi al rededor, un río enorme, un bosque de árboles altos, un cielo negro y las estrellas iluminando la masa negra.
—¡Zoey! —La voz de mi hermanita me saca de mi ensoñación y la ayudó a salir del agua.
Cuando estamos en la orilla, Lussy me hace la pregunta que yo no me atrevía a hacer ni en mi mente:
—¿Donde estamos?
—Creo que lo lograste, pequeña.
—¿Estamos en otra dimensión? —susurra.
Noah se acerca a nosotras, su ropa está mojada.
—¿Han visto a Nick? —Se ve preocupado.
—No...
Mi voz es queda, me siento cansada.
—Tampoco se donde se fue Amiel.
Sin muchas esperanzas de descansar aún, me levanto y siento una brisa fría.
—Hay que buscarlos —digo abrazandome para intentar darme calor.
Ignoro mi necesidad de volverme loca por no saber dónde estamos, ni donde está mi verdugo.
Noah pone sus manos que son bastante calientes, una en cada hombro, su calor me reconforta y me hace sentir más segura.
Las horas pasan y nosotros seguimos caminando por el bosque sin rumbo alguno y en silencio, Nick no aparece y mucho menos el demonio de Amiel. Es como si se los hubiese tragado la tierra.
—Creo que es momento de descansar.
Noah nos detiene a mi hermanita y a mi.
—¿Seguro? ¿Qué pasará con Nick?
—El estará bien, pero nosotros debemos descansar si queremos seguir buscándolo. —Me guía hacia un tronco—. Vengan preciosas, intentaré hacer fuego.
—¿Tienes encendedor?
—Si.
Saca uno de su bolsillo, busca unas ramas que se ven secas e intenta prender fuego.
Lo logra diez minutos después, un pequeño fuego que no durará mucho si no seguimos poniendo leña, pero aún así nos calienta.
Lussy sin mostrar un apice de miedo se levanta y Susurra algo casi ininteligible, pero se que quiere estar sola y tomará el buscar leña para hacerlo, y no la juzgo, abrió un portal hacia otra dimensión, nuestra madre nos abandonó y como si fuera poco fuimos atacadas por un demonio ¿Cómo no estaría traumada la pobre?
Noah se acuesta junto al fuego y ve las estrellas.
—¿Como no estás volviendote loco justo ahora?
Me acuesto a su lado.
—Me ves tranquilo por fuera, pero en mi mente soy un manojo de nervios que no sabe que hacer, a donde ir —suspira.
—Mi mamá sabía todo esto.
Lo digo en voz alta, y aunque no se lo dije a Lussy sé que ella lo sabe.
—Mi madre también, de hecho, parecía feliz de librarse de nosotros, la única que vi arrepentida fue la abuela.
—Ella no cayó al lago.
—No vino con nosotros.
Me giro y lo abrazo fuerte, noto que su ropa está seca y la mía aún está húmeda.
—¿Cómo se te seco la ropa tan rápido?
—No lo sé. —Se encoge de hombros—. Puedo intentar calentarte con mis manos.
Sus palabras son solo palabras, unas que sonarían inocentes viniendo de otra persona, pero de el ¡Ja! lo dudo.
—Cállate.
—Lo digo enserio. —Se ríe—. Si no te calientas de alguna manera, tendrás que desnudarte o te resfriaras.
—No tiene mucha lógica, si me desnudo el frío podría resfriarme aún, así que de una u otra manera terminaré enferma.
Me doy vuelta dándole la espalda.
Tarda unos minutos en hablar, pero aún así lo hace.
—¿Aun estas molesta conmigo? —Se gira y se acerca, su aliento calienta mi cuello.
—No. &Me siento y veo hacia los lados—. Lussy está tardando mucho.
Levanto mi cuerpo a pesar de querer seguir acostada así sea en la dura tierra.
—¡Lussy! ¡¿Donde estas?!