Segundo día de clases, parecen años que llevamos en este extraño y tan familiar lugar. Mi corazón acelerado, el sudor perlando mi frente, ropa deportiva enfunda mi cuerpo y hago una danza contra mi contrincante.
—Vamos Zoey, no te dejes vencer —El profesor me alienta, sabe que voy ganando.
Los movimientos gráciles de una bailarina de ballet ayuda a mi destreza. Patada, abajo, esquivo y puntillas para alejarme de mi oponente, sonrió al ver el cansado rostro de Noah, cualquiera diría que no es justo, su peso y complexión física es mucho mayor que el mío, soy físicamente una niña, pero aún así tengo ventajas.
—¡No te distraigas!
Todos en la clase observan maravillados nuestro espectáculo, el profesor Frederic nos emparejo a cada uno para practicar lucha cuerpo a cuerpo, mi pareja es Noah.
Su sonrisa torcida aflora en su rostro haciendo brillar sus falsos ojos cafés, distrae mis pensamientos y en medio de mi alejamiento caigo sentada.
—Sabia que mi mejor arma era mi encantó, es mi último recurso —dice mientras me toma por la cintura y hace una llave sin ejercer presión, cuando me tiene totalmente sometida en el suelo, susurra—. Gane.
El silbato del profesor suena, él me suelta y yo me levanto molesta, salgo del ring y entra otra pareja, otro chico y otra chica, parecen ser amigos también; es interesante que te hagan luchar contra tu amigo, el profesor aclaro que, mientras mejor luchas con alguien conocido, mejor será la lucha a su lado.
—Los que ya participaron pueden retirarse, disfruten de su día y entrenen en casa.
Seco mi sudor con una toalla y la cuelgo en mi hombro, camino fuera del aula y busco mi otra ropa en el casillero que me fue asignado, como todo en esta dimensión, Arauzys con Arauzys, sin excepciones, así que todos los casilleros a mi al rededor son de chicos de mi raza.
Pasos pesados se escucha en el pasillo vacío, el resto de chicos están en clases, solo unos pocos de entrenamiento que salieron antes como yo están en el pasillo.
Manos fuertes se posan en mis caderas, armaría un escándalo si no conociera el delicioso olor a dulces de Noah, me giro hacia el.
—¿Sabes lo que es espacio personal? —pregunto, me alejo un poco yendo hacia atrás.
—¿Lo que estoy invadiendo?
Se acerca un poco más, yo me alejo otro poco, es así hasta que mi espalda se da contra los casilleros y no puedo escapar más, me siento acorralada, pero el sentimiento no es del todo malo, empieza a agradarme su coqueteo sutil.
Es como una danza entre nosotros, ese coqueteo suave sin rallar en lo cursi.
¡Pero que estoy pensando! A mi no me gusta Noah, él es un chico arrogante y es mi amigo.
Me pierdo en sus ojos cafés, que frustrante se está volviendo no poder ver esos ojos hipnotizantes color violeta.
Chillidos de alegría se aproximan a nosotros, Noah se aleja y finge buscar algo en mi casillero, Domenica y Marisol se acercan a nuestro encuentro.
—¡Adivinen! —empieza a decir Domenica.
—¡El viernes será el baile de bienvenida a los reintegrados! —concluye Sol.
—¿Irán cierto? —preguntan.
Al hablar con Noah, habíamos quedado de empezar la búsqueda de Nick el viernes, ya que por lo visto, terminaríamos agotados todos los días de la semana y aqui, como en casa, el fin de semana se descansa.
Así que cuando estoy por responder en negativa, Noah habla por mi.
—Claro que iremos ¿Todos en grupo? ¿o estas preciosuras ya tienen pareja?
Las chicas ríen bajito y con verguenza.
—Iremos en grupo, ¡Zoey! Hay que pensar que usar, hay una tienda para nosotros los Arauzys, tienen unos vestidos realmente hermosos. —Sol, la chica de cabellos rosas que es de mi raza, exclama emocionada.
Me aleja de Noah junto con su hermana, ambas me llevan por los pasillos mientras hablan sobre el baile, lo que usarán y todo al respecto.
Camino con ellas pero no las escucho a decir verdad, aún sigo reproduciendo la situación anterior con Noah, ¿Le atraigo? ¿Por qué siempre se comporta asi? Pero si es lo que pasa, no hay manera que siquiera pase, no me gusta. Además Zoey, no seas tonta, el coquetea con todas ¿Acaso no ves como acaba de tratar a las chicas?
—Tierra llamando a Zoey. —Una mano pasa en frente de mis ojos.
Me habia perdido tanto en mis pensamientos, que había entrado en modo automático y hasta me senté en una banca sin darme cuenta.
Casi respondo, pero toda mi atención se dirige a las dos chicas que entran por las puertas grandes de entrada, las princesas menores son escoltadas por unos guardias con uniformes blancos que casi se mimetizan con las paredes. Cada una con un vestido diferente, la que lleva el pelo completamente negro y ojos grandes, viste un vestido lavanda que la hace parecer aún más una muñeca; A su lado, su hermana, una delgada chica con cabellos negros de puntas azules, lleva un vestido amarillo pastel.
Todos a mi al rededor, incluyendo a mis amigas hacen una reverencia, viéndome obligada hago lo mismo, la princesa con cara de muñeca habla ante todos los presentes, los cuales no son muchos, de lejos veo a Noah un poco incómodo.
—Queridos súbditos, para los nuevos, que no han tenido el placer de conocernos a mi hermana Luzze y a mi, Alba Alhelí, me presento. —Hace una pausa—. Cada año se realiza un baile en honor a nuestros reintegrados, en honor a cada uno de ustedes que regresan a Novakwies, su hogar, y es por esa nuestra presencia, como cada año, cae dos días después de nuestro festejo de nacimiento, así que lo celebraremos junto con ustedes, sin más que decir, espero disfruten lo que tenemos preparados para todos.
Al concluir sonríe mostrando sus inusuales colmillos, ambas dan una vuelta y caminan hacia la oficina de la secretaria y rectora de la Academia de magia elemental.
—Wow, somos nuevas y tendremos el honor de ir al baile en presencia de la realeza, esto se pone cada vez mejor —susurra Sol.
La campana suena arriba de nuestras cabezas, Noah sale por la puerta y lo pierdo entre las personas. Balbuceo una excusa y salgo también, busco a mi vecino pero este se ha ido.
Camino por las calles amplias y extrañas, no son las mismas calles que camine toda la vida en casa para ir por mi hermana al colegio, ahora son diferentes y no estará mamá esperando en nuestra llegada, ¿Cual es el sentido de traer a adolescentes a una dimensión desconocida sin sus padres? Sólo porque ellos no poseen el don no quiere decir que no sean especiales ¿verdad?