Secretos

7 - Epílogo

Ihsahan estaba listo para partir hacia el planeta de la Emperatriz, pero antes de marchar escuchó un pequeño rumor de sus espías en la Academia Sith de Kaas. Xania estaba rodeada de dos robots y dos cazadores, sus ojos estaban exactamente dónde él estaba sin poder encontrarlo. Sus compañeros pensaban que sus antiguas técnicas siths servían para rastrearlo, estaban equivocados. Solo lo encontraban cuando él lo permitía. Tudra fue la primera en llegar, haciendo un gesto para que los robots y los cazadores se marchen. Rohus y Tharan entraron juntos para sentarse en la gigantesca mesa. Xania seguía mirando hacia él, que estaba apoyado contra la pared entre dos estatuas cruzado de brazos, listo para escuchar lo que tenían para decir. Extrañamente, ninguno de los cuatro quería empezar, su maestro era el único que sabía romper el hielo.
“Hablemos del elefante en la sala, Ihsahan.” Dijo sonriente Tharan. “Es la más grande arma del Imperio.”
“Lo hemos dejado crecer demasiado.” Opinó instantáneamente Tudra. “Derrotó a Indo como si fuera un niño… Estaba prácticamente desangrado.”
“Ya es demasiado poderoso.” Acusó con prestancia Rohus. “Yo lo predije y han ignorado mis advertencias.”
Tharan esgrimió con su violenta y filosa sonrisa.
“Así son mis aprendices, Rohus… ¿Qué piensa, Su Excelencia?” Agregó mirando a la silenciosa Xania.
“Que podría estar aquí mismo y nadie en este maldito Imperio puede saberlo.” Respondió con severidad la Emperatriz.
“Mis espadas y mis droides pueden encontrar a Ihsahan, Xania, por eso te siguen a todos lados.” Respondió divertido Tharan. “Por eso los mando a entrenar con él, no solo mejoran su técnica de combate, sino que tienen toda su información para el minucioso rastreo que un sith como él requiere.”
“Se está escapando de tus manos, Tharan. Cuando Indo atacó mi laboratorio estaba probando su temple y ese sith no tembló ni por un instante.”
“Hay muchas personas que no puedes aterrorizar, Tudra…” Dijo jocoso Tharan. “Ihsahan tiene demasiado uso para nosotros, este es el primer monstruo que derrota…”
“Tarde o temprano va a morir como un héroe, eso es lo que necesitamos de él.” Dijo pensante Xania. “Yo voy a domarlo en su visita a Maleris, así que no va a convertirse en un problema.”
“Eso es más interesante de lo que esperaba.” Dijo divertido Tharan. “Yo creo que están poniéndole demasiada importancia a mi pequeña herramienta. Voy a usarlo hasta que su utilidad acabe, en ese momento morirá peleando con un enemigo del Imperio, como el Guardián del Imperio…”
“¿Has escuchado los rumores? La gente lo quiere de Emperador.” Dijo ofuscada Tudra.
“Ya es una leyenda.” Dijo sonriente Tharan.
“Me dijo que era necesario para el futuro del Imperio.” Dijo al aire Xania mientras se inclinaba hacia adelante. “Es más popular que yo y no esperaba que eso sucediera, destruí a Mandalore solo para probar mi valía frente al Imperio.”
Ihsahan encontró el punto débil de Xania, su ego.
“Nada que lamentarse, Xania.” Dijo pensante Tharan. “Tú tienes un par de… monstruos para liberar en la galaxia. Ihsahan va a ser el encargado de derrotarlos.”
“Solo yo puedo derrotar a esos monstruos, Tharan.” Dijo con curiosidad Xania. “¿Cómo planeas usarlos?”
“Para empezar, nuestros amigos están aterrados de tu hermosa presencia, Xania. Con eso basta, solo tienes que darles una imagen de nuestro Ihsahan y ellos van a hacer lo que tu quieras. Mi aprendiz morirá como un héroe y nosotros podremos seguir con nuestros planes… Una lástima los Desoladores.” Terminó mirando a Tudra.
La sith destruyó los apoyabrazos de su sillón con la fuerza de sus manos.
“No me lo recuerdes, sith…” Dijo mientras respiraba con pesadez. “Nos ha retrasado años.”
“Tú sabes que el verdadero poder está en la Fuerza, Tudra. No necesitaremos demostrar nuestro poder militar cuando destruyamos a la República… Esta farsa fue una gran idea, Xania.” Dijo con prestancia Rohus. “Nuestras armadas son más populares que nunca y tenemos la mano de obra que necesitamos para todos nuestros proyectos…”
“Por eso soy la líder del Imperio, Rohus, porque tengo el poder para cumplir con mis deseos.” Dijo con severidad Xania. “¿Qué debilidad tiene tu alumno?”
“¿Mi Ihsahan? Ninguna.” Dijo sonriente Tharan. “Lo he creado para que sea perfecto, es una máquina de matar y es autónomo como todo sith de excelencia. Por pedido de Rohus ya no puede usar su vieja habilidad, pero es uno de los tres mejores espadachines del Imperio, solo detrás de nosotros, Xania.”
“Su estilo ya tiene nombre…” Dijo ofuscada Tudra.
“Soresu Imperial… Reinventó Shien ese sith.” Dijo con seriedad Rohus. “Lo vuelve predecible.”
“Nuestro gordinflón amigo debería haber entrenado su cuerpo.” Dijo sonriente Tharan. “Creo que su otra virtud es su telequinesis, le gusta compactar naves con la Fuerza.”
“Voy a pulverizarlo antes que se convierta en una molestia.” Dijo enojada Tudra para marcharse con un portazo.
“Todavía está sensible por la perdida de su laboratorio.” Dijo divertido Tharan. “Me encanta cuando su ira endulza el aire.”
“Tharan, debes tomar con seriedad a tu aprendiz, pronto va a superarte.” Dijo con seriedad Rohus.
“Ah, Rohus, quiero decirte esto hace años… El noventa porciento de tus predicciones son basura.” Dijo con su violenta sonrisa Tharan. “No has predicho nada hace años, dijiste que Kysho iba a matarlo, anunciaste que Frogo iba a superarlo… Lo único que falta es que anuncies que va a superar a nuestra amada Emperatriz.”
“Es solo cuestión de tiempo, sith. Estás ignorando a la Fuerza, el abismo de su poder no tiene fondo, es una herida en las profundidades de la Fuerza que ninguno de nosotros puede comprender.” Dijo con seriedad Rohus. “¿Por qué lo hiciste Ministro de Inteligencia, Xania? Ahora tiene más poder que antes…”
“Lo pensé como una manera de manejarlo, resulta que es… el mejor Ministro que he elegido desde que soy Emperatriz. Es eficaz, su gente lo respeta y puso en orden a todos los espías que se creían más importantes que sus misiones…” Dijo ofuscada Xania.
“Maldición… Es probable que tenga más espías que tú, Tharan.” Dijo con seriedad Rohus.
“Es imposible, Rohus. Lo tengo bien vigilado, tiene un par de agentes personales y un pequeño hangar en la Ciudadela, nada más. Ihsahan no es de esa clase de persona. Recuerda que solía ser un jedi, un jedi con poca experiencia. Básicamente, está armando una familia en lugar de un equipo, solo quiere gente que confíe en él.”
“Pareces muy seguro de ello, Tharan.” Dijo pensante Xania. “Esperemos que sea cierto.”
“Yo anunciaré cuando sea el momento de acabar con él, Xania. Lo tengo vigilado, pronto será mi Primer Espada, su jefe anterior está en rebeldía hace años, cuando lo anuncie lo tendré entre mis manos.” Dijo sonriente Tharan.
“No comprometas a tus espías de esa manera, Tharan. Son una de tus más grandes virtudes.” Opinó con severidad Rohus.
“Ah, me hiere la poca confianza que tienen en su buen espía Tharan… ¿Alguna vez les he fallado?” Dijo sonriente su maestro.
Ihsahan tenía algunos nuevos enemigos, pero iba a aprovechar su nueva información al máximo. Su nueva meta era convertirse en el mismo Emperador.



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En el texto hay: accion, starwars, star wars

Editado: 11.07.2023

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