Secretos De Familia

Capítulo 3: Me encanta tu manera de mentir

—Quisiera que las cosas hubieran siendo distintas para usted señora Mariana, después de haber analizado las pruebas, no veo culpa por completo del asesinato, por el momento puede ir con sus familiares, pero aún no está libre de sospechas —comentaba el detective Jair

—Gracias detective, ahora no sé cómo dividirme para ir a varios lugares a la vez —

—¿a qué se refiere?

—pues como le había comentado debo ver a mi hija en el hospital, y hoy es el entierro del cuerpo de Charles, y debo presentarme en el trabajo, ya que soy la administradora ejecutiva de la empresa Ortegón S.A.  —

—Oh ya entiendo, trabaja en la empresa de su marido, supongo que entenderá si llega algo tarde, después de todo, es una causa noble, pues primero va despedirse de Charles, aunque no se quede mucho tiempo solo dele el último adiós si representó al amor de su vida y luego vaya a ver a su hija que seguramente se recuperará —

—Tiene razón detective, mi esposo debe entender, bueno realmente después de todo lo que pasó me estoy arrepintiendo de no actuar correctamente, me tengo que ir, pero no olvide que es probable que en las pruebas se encuentre la verdad del asesinato, pero todos le mentirán porque es lo que mejor saben hacer, así que analice muy bien cada palabra y conecte todas las historias, todos los secretos, y así podrá hallar al verdadero culpable —

—Gracias lo tomaré en cuenta —

El velorio se comenzó a realizar a partir de que la policía levantó el cuerpo y comenzaron las pruebas de peritaje, la familia se reunió en el cementerio general de la ciudad, todos mostraron el dolor de perder a un ser querido, incluso con mariachi le dieron el ultimo adiós, cientos de flores adornaban su lápida, y antes de ser sepultado, uno a uno pasó a despedirse del buen Charles.

Mariana fue la última en pasar, derramó unas lágrimas al verlo, tomó sus manos frías y le dijo “te amaré eternamente, siempre serás mi héroe, gracias por protegernos, seguramente Dios tiene un espacio muy grande para ti en el cielo, descansa en paz”

Aquella tarde se volvió muy dolorosa para los Monroy, todos estaban cabizbajos, cada quien procesó el dolor a su manera, a unos se les notaba más tristes que otros.

La familia Ortegón Monroy, fue visitar a Lucía, ya que solo esperaban a que Mariana se desocupara para poder ir todos juntos, Laura y Daniel extrañaban mucho a su hermana, y solo querían volver a verla, pero algo extraño los sorprendió al llegar hospital, pues fueron informados que Lucía fue dada de alta, y un hombre “familiar” había pasado por ella.

—¿Señorita, Como es posible que le hayan dado a mi hija a un extraño? —expresó Francisco en un tono enojado  

—El señor que vino por ella dijo ser un familiar, un tío muy cercano, además nos comentó que nadie más vendría por Lucía porque sus padres estaban muy ocupados — respondió la enfermera

—¿Quién? ¿QUIÉN CARAJOS VINO POR ELLA? Si toda mi familia estaba en la mansión Monroy —

—Déjeme reviso el expediente por favor... aquí está registrado que el señor Charles Monroy —

—¡Que! —expresó Mariana en un susto

—¿Es una maldita broma, verdad? —dijo Francisco hirviendo en rabia

—No, el señor Charles vino a recogerla y nos mostró su identificación y al tener el mismo apellido  supimos que era familiar.

—¡Charles está muerto! —exclamaba llorando, Mariana

—Además Charles no tenía el apellido Monroy, así que nos han estafado, ¿POR QUÉ SON UN HOSPITAL TAN INCOMPETENTE? Los demandaremos por negligentes, desgraciados — amenazó Francisco

La desesperación de Mariana la llevó a contactar de nuevo al detective, quien ya estaba en camino al hospital, cuando llegó las noticias le hicieron notar que el asesino había avanzado rápido y no quería  que el prestigio familiar siguiera en descenso si Lucía se atrevía a hablar, por lo que había sido raptada

—Detective Marrufo, sé que está ocupado con el caso de Charles, pero mi hija fue raptada, no sabemos quién puede ser —

—Descuide, activaremos la alerta Amber y la policía comenzará a buscar a su hija, tranquila señora Mariana, encontraremos a Lucía, se lo prometo —

—Estoy cansada de esto, nos quieren callar, no desean que mi hija se exprese, me da miedo que termine como Charles solo por querer expresar la verdad y todos se están quedando ahí parados sin hacer nada, pero yo conozco a alguien que le puede revelar algo mas—

—¿Quién? — Cuestionó el detective

 Mariana sacó de sus bolsillos un papel que tenía grabado una dirección

—acuda a esta dirección y pregunte por la hermana Mary Eunice, pero por favor no le diga a nadie más que yo le pasé esta dirección —

—No se preocupe, si esta persona puede ayudarnos, cuente con mi discreción

La dirección que le habían pasado era exactamente la del Convento de Santo Domingo, en Oaxaca, al parecer el agente debía hacer un pequeño viaje.

Tenía muchas dudas sobre si era seguro arriesgarse, pero su intuición le decía que era necesario, así que tomó su carro y sin perder más tiempo se dirigió al convento, ordenando a los policías que mantuviesen vigilada la mansión Monroy en busca de actividad sospechosa.




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