Secretos De Familia

Capítulo 6: Es lo que quiere el corazón

-La mentira más grande y estúpida que me pudieron haber dicho, fue de quien menos lo pensé, qué más puedo hacer si es un viejo, pero no me rendiré, en las evidencias debe haber algo más oculto que revele la verdad - expresó sí mismo, el detective

La noche había alcanzado al agente Marrufo, quien se preocupaba por cumplir con su trabajo, debía irse a descansar, no sin antes pedirle de nueva cuenta a la policía que no baje la guardia

Cuando todos se acostaron en sus respectivas alcobas, la hermana Mary Eunice quiso dar un rondín nocturno para bendecir la casa a la luz de luna, sin embargo se percató que no era la única despierta, escuchó ruidos en la cocina, así que decidió asomarse

Y para su sorpresa nadie se encontraba ahí, solo pareciera que alguien preparó un sándwich y dejó un chuchillo tirado, el cual estaba manchado con sangre, para no alarmar a nadie, la monja tomó el objeto y lo guardó en sus bolsillos, entonces los ruidos continuaron y ella alcanzó a ver a una persona que entró en el cuarto de Don Alejandro, una pequeña pieza musical, tocada a través de un piano sonó, un pasadizo en el mismo cuarto se abrió y cuando la persona entró se volvió a cerrar.

La madre Mary Eunice se apresuró a entrar a la habitación y descubrir quién era, pero hizo demasiado ruido al azotar la puerta, que despertó a don Alejandro enseguida

-¿Qué haces Mary? ¿Intentas matarme de un infarto? ¿Que no  deberías estar durmiendo? –

-no señor, discúlpeme es que vi a alguien entrar aquí y tocar un piano-

-¿de que estas hablando? Yo estoy solo aquí ¿acaso ves a alguien más? Y ¿de qué piano hablas? Yo no tengo pianos -

-señor le prometo que lo que yo escuché fue un piano, y el ruido provenía de aquí –

-la edad te está afectando más a ti que a mí, Mary, mejor ya vete a dormir-

-sí, creo que es eso, mejor me voy a descansar, con su permiso-

La hermana Mary evitó enseñar el arma ensangrentada, solo esperaría a que el detective llegase a la mañana siguiente para mostrar la evidencia y ver si la sangre era de Charles.

Mientras que Lucía después de algunos eternos días encerrada, por primera vez escuchó a alguien asomarse, pero estaba tan débil por el hambre, que no podía pararse y observar bien de quien se trataba, ni siquiera podía abrir al 100% sus ojos, estaba moribunda

-Lucía Ortegón Monroy, ya se me había olvidado que estabas encerrada aquí, pero no temas no te pienso dejar morir aquí, es por ello que te he preparado un sándwich, para que tengas algo en el estómago, come algo, lo necesitas y para que veas que si pienso dejarte libre, mira estas son las llaves de tu cárcel, protegidas una caja de cristal, cuando recuperes tu energía, canta, rompe tus cuerdas bucales, canta lo más fuerte que puedas, destruye ese cristal que protege las llaves y libérate...

-Sí, si así de simple, no quiero que mueras solo que te mantengas callada, y como le expresaste a todos, tú tienes la voz para dejarte en libertad, así que hazlo, canta, canta tan fuerte hasta que se te vaya la voz, solo así estarás libre - 

Esa persona se fue por el mismo camino que vino, dejándole el sándwich y a llave encerrada en el cristal a Lucía, lo primero que la chica hizo fue alimentarse después de varios días sin comer, y por lo que logró escuchar, las pisadas de la persona eran como si usara tacones, así que determinó que una mujer la había capturado, ya que la voz no la reconoció bien por el eco resonante de las paredes

A la mañana siguiente el agente Jair Marrufo estaba pensando en que podría hacer para evitar que den una declaración falsa los miembros que faltaban por interrogar, así que antes de entrar a la mansión decidió dar un paseo por el Jardín, el cual era muy extenso y hermoso gracias al trabajo de Rosendo.

-agente ¿Qué hace tan temprano en el Jardín? –dijo una mujer

-Pues solo quise relajarme un rato, al lado de la naturaleza, madame, ¿usted es la esposa de Manuel Monroy, cierto? –respondió el detective

-Sí, soy Samanta Flores, para servirle -

-qué curioso Madame, fíjese que ayer encontré algo que creo que le pertenece, no estoy seguro si tiene que ver con la muerte de Charles  pero me hace pensar cosas raras, por lo que dice -

-no lo entiendo ¿Qué es lo que encontró? -

-Una grabación, o una declaración si le se puede decir de esa manera, pero me preocupa la manera en la que se expresa, como si alguien la hubiese torturado, ¿todo se encuentra bien con usted? -

-Bueno, creo que ya sé de qué se trata, no sé cómo lo encontró, porque eso estaba guardado en mi habitación, pero yo no le negaré la verdad ¿desea ir a otro lugar mejor para platicar?-

-desde luego madame, para eso tenemos designada una habitación de interrogatorio, ahí tendrá la privacidad de expresarse libremente –

Cuando los dos se dirigieron al lugar, el detective reprodujo la cinta de grabación y si sonaba muy desesperada aquella joven Samanta Flores:

-“sentía que lo conocía, creía conocer su corazón y que no lo hacía por lastimarme, pero me di cuenta que me sentía tan confundida, me sentí tan bien conmigo misma y luego me sentí completamente destrozada por una cosa, por algo tan estúpido, pero entonces él me hizo sentir como una loca, me hizo sentir que era mi culpa... que estaba sufriendo”... -

-señorita Samanta, sus niños estaban jugando con esta cinta y la dejaron tirada ´por el piso, así que la recogí y la reservé, la escuché y me dio mucho que pensar ¿se encuentra bien? –




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