Secretos del Corazón

Capítulo 7

Tengo que hacer lo correcto. Lo que cualquier persona normal, común y corriente haría: alejarme.

Pero no lo hago.

Mis pies parecen anclados al suelo, mi cuerpo atrapado en esta habitación con él, como si una fuerza invisible me impidiera moverme. Logan sigue junto a mí en la enfermería, apoyado contra el escritorio con los brazos cruzados. La tenue luz del lugar resalta los ángulos de su rostro: su mandíbula afilada, sus pómulos marcados, sus labios rojizos y ligeramente curvados en una sonrisa de suficiencia.

Su cabello oscuro está un poco alborotado, desordenado de una manera que no parece accidental. Hace que su imagen habitual de estudiante ejemplar se desmorone un poco, revelando a alguien mucho más despreocupado, incluso tentador. Nadie adivinaría que es el mejor estudiante de la clase al verlo así, tan relajado, tan seguro de sí mismo.

Siempre fue atractivo. No es un secreto. Cualquier chica con ojos podría decirlo sin dudarlo. Tiene la apariencia de alguien que salió directamente de un anuncio para modelos, con su estructura facial bien definida y una mirada que parece evaluar cada pequeño detalle. Pero no es solo su rostro. Su cuerpo, esculpido por años de entrenamiento, es otra historia. Jugar al rugby lo ha mantenido en forma, y cada parte de él lo demuestra.

La remera blanca que lleva puesta es apenas lo suficientemente gruesa para ocultar las líneas de sus abdominales, pero lo suficientemente fina para insinuarlas. Sus brazos, cruzados sobre su pecho, son el doble que los míos, y su postura—relajada, despreocupada—solo añade más tensión al ambiente. Demasiada, considerando que estamos solos. Sin Nick.

—¿Te gusta la vista? —pregunta de repente, con una sonrisa que deja claro que sabe exactamente lo que estoy pensando.

Parpadeo, sorprendida, pero logro recomponerme rápidamente. Ruedo los ojos y suelto un suspiro pesado.

—No digas cosas sin sentido, Logan. Solo te hace ver como un tonto.

—¿Sin sentido? —Su sonrisa se amplía y noto el leve destello de diversión en su mirada—. ¿Vas a decir que no soy atractivo?

Su cuerpo no se mueve, pero su presencia parece volverse más intensa, más abrumadora.

—No deberías decir ese tipo de cosas —murmuro, desviando la vista.

Logan baja los brazos y se señala el abdomen con una expresión descarada.

—Claro... me olvidé que Nick no tiene todo esto —comenta con fingida inocencia, dándose un leve golpecito en los abdominales marcados bajo su camiseta.

Un calor inesperado sube por mi cuello. Aprieto los labios, negándome a darle el gusto de una reacción.

—Eres imposible —mascullo, intentando apartar la mirada, pero él solo sonríe aún más.

—Y sin embargo, sigues aquí.

Levanto la vista, atrapada en el brillo burlón de sus ojos. Quiere ver cómo reacciono, medir cuánto puede empujarme antes de que rompa esta burbuja de tensión entre nosotros. Pero mi mente solo puede aferrarse a una idea.

Es el mejor amigo… ¿qué estoy haciendo?

Tengo que irme. Esto está mal. Sea lo que sea, está mal.

Me bajo de la camilla. Logan recompone su postura, prestando atención a lo que hago.

—Debería ir a buscar a Nick. No se veía muy contento… —le digo, tratando de sonar lo más natural posible.

Él frunce el ceño.

—Te acompaño entonces, —dice, dando un paso hacia delante.

—No creo que sea lo mejor. No me malinterpretes, pero ya sabes que a Nick no le gusta que pase tiempo con vos.

Su sonrisa característica ilumina su rostro, —Claro. Créeme, más que nadie lo sé. Pero también lo conozco mejor que vos, y ahora está enojado. Solo va a insultarte y a tratar de apartarte. Desde hace tiempo que Carter lo viene jodiendo, Nick siempre se mantuvo bastante controlado, pero hoy simplemente explotó.

—Pensé que ya había pasado todo eso de Carter.

Y era verdad. Las peleas con Carter eran habituales durante la temporada de rugby. También lo fueron después de que ganaran, pero nunca creí que llegaría a provocar a Nick de la manera que lo hizo hoy.

—Por un rato, sí. El problema volvió a surgir cuando los chicos fueron y vandalizaron su colegio. Ahí volvió todo. Me sorprende que no te lo haya contado.

—Probablemente se olvidó, —o simplemente me está ocultando cosas.

—Deja que te acompañe, Nick también es mi amigo y lo que hizo hoy seguro algún tipo de consecuencia va a tener como capitán del equipo.

Asiento. No quería discutir, Logan era su mejor amigo, tal vez hasta lo escuche más a él que a mí en esta situación.

Pero antes de salir, la puerta se abre de golpe.

Nick aparece en el umbral de la enfermería, con el rostro contraído por el dolor. Sus ojos van de Logan hacia mí, y si antes estaba enojado, ahora se ve peor.

No dice nada. Simplemente se da la vuelta y sale, cerrando la puerta deun portazo.

Sin pensarlo, lo sigo.

—No es lo que piensas, ¿sí? Solo…

Se detiene en seco y se da vuelta de golpe, enfrentándome.

—¿Solo qué? ¿Eh? ¡Estoy harto de que me mientas! ¡Admítelo de una vez!

—Cálmate y habla con ella de forma civilizada. Ahora estás enojado por lo de Carter, no digas algo de lo que te puedas arrepentir, —le dice Logan tratando de hacerlo entrar en razón.

La voz de Nick es tan fuerte que me hace retroceder. Nunca lo había visto así. Sí, Nick tenía su carácter, pero esto… esto es distinto. Su mirada está cargada de rabia, pero también de algo más.

Celos.

—No voy a tener esta conversación hasta que te calmes —digo, tratando de sonar firme, aunque mi voz tiembla un poco.

—¿Calmarme? —suelta una risa amarga, incrédula—. Te dije que te alejaras de él e hiciste lo contrario, Mel. No seas hipócrita y acepta que hay algo entre ustedes.

Siento un nudo en la garganta.

—No le hables así. Ella no tiene la culpa de nada.

La voz de Logan vuelve a surgir detrás de mí. Su postura es tensa, ya no estaba tan relajado. Estaba enojado, igual que Nick.




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