N/A: Espero me disculpen por el tiempo perdida, la verdad tuve unos días muy duros, espero ustedes y sus familias estén bien y pues ya que me perdí un poco pues les traigo buenas, hare maratón debido a que ¡MAÑANA 01 DE SEPTIEMBRE ES MI CUMPLAEÑOS!
Maratón 1/3
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Al despertar por la mañana, un extraño sentimiento de tristeza me acompaña y no logro entender del todo a que se debe. Quizás es melancolía por lo que era mi vida antes, pero la tristeza que siento en el fondo de mi corazón, me agobia un poco hasta el punto de sentirme realmente mal. Mi alma se siente cargada de sentimientos negativos y por un breve minuto considero la opción de faltar el día de hoy a mis dos trabajos pero desecho la idea de inmediato.
Suspirando me pongo de pie y luego de arreglarme salgo del lugar donde vivo. Camino a paso lento hasta que, alzando la cara, noto de inmediato lo oscuro que el cielo se encuentra y de inmediato sé que este día no será bueno. Es un día oscuro, tal vez y solo tal vez el cielo sabe mi estado de ánimo. Quizás sabe que no estoy bien y que en mi interior me siento mal, que mi alma está triste y a la vez igual de rota que antes. Sigo caminando y pienso que quizás el cielo oscuro es un reflejo de mi alma oscura por la cantidad de sentimientos negativos que llevo dentro.
Al llegar saludo con una pequeña sonrisa a Aylen, que de inmediato me sonríe con su gran y tierna sonrisa pero, rápidamente la borra, quizás al ver que algo no está bien, por lo que formo mi mejor máscara y pongo una gran sonrisa en mi rostro. Aylen parece analizarme un segundo y luego me sonríe, en vez de acercarme y saludarla me limito a hacerlo desde lejos con una mano mientras entro en el ascensor para subir, sin embargo, antes que las puertas se cierren puedo ver su mirada, bastante preocupada, que me hace romper un poco cuando las puertas se cierran completamente.
Las puertas se abren en el piso indicado y noto que no compré el café de William, suelto un gruñido queriendo de inmediato darme un gran golpe. Presiono el botón de primera planta pero al levantar la mirada veo que ya es tarde.
William se encuentra reclinado en mi escritorio mirándome pero su mirada parece o mejor dicho está perdida, me mira pero al mismo tiempo pareciera no hacerlo. Me acerco pero él no reacciona, es como si su mente estuviera lejos de aquí y solo vuelve en sí sacudiendo su cabeza al verme y notar que estoy frente a él.
— ¿Te encuentras bien? —pregunto preocupada por su rostro un poco pálido y su actuar
—Sí, solo... —comienza pero se calla cortando completamente lo que iba a decir para luego mirarme y sacudir un poco la cabeza — Te esperaba para pedirte que por favor canceles todas mis reuniones de hoy y si llaman di que no estoy disponible —habla serio y una vez asiento él se pone de pie completamente derecho
—Claro señor, ya mismo despejo su agenda —digo y él me da una pequeña sonrisa
—Gracias Siena, debo irme pero vigila que nadie entre en mi oficina ni siquiera a limpiar ¿de acuerdo? —pregunta y me quedo extrañada
—Si señor pero ¿está usted realmente bien? Es raro que deje el trabajo —murmuro y de inmediato quiero golpearme por ser tan entrometida —Lo siento, no debí preguntar —me disculpo y el niega con la misma pequeña sonrisa
—Aprecio tu preocupación pero no es nada así que no te preocupes—dice tomando mi mano y de inmediato miro el gesto un poco sorprendida —Volveré más tarde, debo atender algo fuera de la empresa —habla y lo miro
—Está bien —murmuro un poco aturdida por su mano aún en la mía y él parece notarlo porque de inmediato la retira
Camina al ascensor y antes de que se cierren las puertas por completo alza una de sus manos como despedida y me giña el ojo. El gesto me deja un poco aturdida por la sorpresa y por la leve incomodidad pero alzo mi mano despidiéndome también hasta que las puertas se cierran.
— ¿Qué fue lo que pasó? —pregunto a la nada saliendo de mi aturdimiento y bajo la mano
Agito mi cabeza saliendo totalmente del aturdimiento y de inmediato me pongo en marcha para comenzar con mi jornada de trabajo ignorando el raro momento que acaba de pasar.
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Falta media hora para salir y sin duda puedo decir que el día no fue bueno luego de haber pasado casi 1 hora atrapada en un ascensor con el miedo de que éste cayera, por lo que cansada termino el informe final de las sedes y una vez listo lo dejo en la oficina de William. Analizo todo el lugar asegurándome de que, como lo pidió él, la oficina esté en orden después de no haber dejado a nadie entrar y cuando estoy por salir algo llama por completo mi atención y eso es la vista.
Camino completamente hipnotizada hacia la ventana hasta quedar frente al cristal levemente opaco y cierro mis ojos un minuto. Tomo una respiración y de inmediato suelto el aire para abrir mis ojos, un suspiro sale de mi boca cuando veo el increíble atardecer que se presenta ante mis ojos.
El cielo ya no se ve oscuro sino que, por el contrario, luce una gran cantidad de tonalidades entre el naranja y el amarillo que me hacen sentir una gran paz por dentro, como si ese atardecer quitara toda la oscuridad de mi alma esfumándola por completo al igual que todo lo malo del día. Suspirando de nuevo y con una completa sensación de tranquilidad en mí alma cierro mis ojos y me quedo así un segundo hasta que siento una mano en mi hombro que me hace saltar del susto.