Secretos en la oficina

Capitulo especial:

WILLIAM

—No puedo creer que estemos aquí —dice Siena con una muy dormida Angela en brazos

—Pues créelo hermosa, estás aquí —murmuro sujetando sus caderas para acercarla a mí y sin aplastar a nuestra hija me inclino para besar sus labios

—Y todo gracias a ti —susurra y entonces alguien se mete en medio de ambos

—Querrás decir gracias a nosotros cuñada —dice Oliver metido en medio de ambos abrazándonos

Gruño molesto por haber interrumpido nuestro momento y él solo ríe junto a Siena para luego inclinarse y dejar un beso en la pequeña cabeza de mi hija. Angela Jones es un pequeño ángel que no puedo dejar de admirar.

—No puedo creer que tú crearas un ser tan hermoso, lo puedo creer de Siena pero ¿tú? —ríe y gruño de nuevo molesto

—¡Oliver! compórtate y deja de molestar a tu hermano —regaña su novia

—Pero amor... —comienza mi hermanito y su novia niega

Resignado camina hasta ella como si fuera un perrito regañado y cuando está a su lado la carga haciendo que ella grite y luego ría. Ver a mi hermano en familia es algo que nunca esperé ver, pero pasó y nos sorprendió ya que nadie esperaba que el menor de los Jones estuviera con alguien de forma seria y menos aún que tuviera un hijo, pero mi sobrino llegó para alegrar aún más su vida.

—Será mejor que vayamos al hotel a descansar unas horas, quiero conocer todo el lugar —murmura Siena y asiento pasando un brazo por su espalda

—Vamos entonces, quiero mostrarte todo y darte muchos recuerdos en éste lugar —digo besando su cabeza y ella sonríe

**

 

—Ésto es hermoso —susurra Siena viendo el hermoso paisaje nocturno que tenemos al frente

Los enormes canales de Ámsterdam más los edificios y casas están iluminados por una serie de bombillas de diferentes colores que junto a una Siena completamente feliz admirando todo, daban como resultado la vista más hermosa para mis ojos.

—Tomémonos una foto juntos —pido sacando la cámara que hace unas horas Siena compró específicamente para este viaje

—Tomemos una con Angela y otra de nosotros —pide y asiento

—Le diré a Oliver que la tome —informo y miro a mi hermano con su novia abrazados

—Oliver ¿puedes tomarnos una foto? —pregunta Siena antes de que pueda hablar

—Seguro, no hay problema —dice y saca su teléfono

—No, usa la cámara —pido entregándole la cámara de Siena

—¿Por qué usan una vieja cámara y no sus teléfonos o una cámara mejor? —pregunta y le gruño

—La compré especialmente para éste viaje y me gustaría tener algunas fotos de éste tipo —explica mi esposa y él asiente no muy convencido

—De acuerdo, sonrían —pide y ambos nos ponemos en posición para luego hacer que Angela mire a la cámara —Haz una cara rara amor, seguro que con eso ve para acá, esa niña es igual que Iván

—Extraño a nuestro hijo —habla la rubia y Oliver la ve

—Lo sé cariño, yo también lo hago pero él está con mi papá pasando unos días de abuelo y nieto, pronto lo veremos de nuevo — consuela y ella asiente

—Si quieres te puedo dejar a Angela unas horas —dice Siena y Oliver mira su novia

—Eso sería genial, gracias Siena

—Bueno pónganse entonces —pide Oliver y hacemos todo con calma, toma la foto y nos mira —Listo, entrega a la niña por favor —pide y reímos mientras Siena se la pasa a la rubia que no tarda en abrazarla

—Toma una de Siena y de mi por favor —pido y el asiente

—Sonrían —pide Oliver con la cámara en sus manos y nosotros posamos para la foto —Oh —suelta viendo la cámara y lo miramos— Esperen

Oliver comienza a ver la cámara como si algo estuviese mal y nos mira.

—Chicos creo que algo anda mal con la cámara. ..oh creo que...esperen— dice revisándola y por un segundo casi la deja caer lo cual nos tiene a Siena y a mi viéndolo serio— Creo que ahora si...no...esperen

—¡Toma la foto ya Oliver! —grito molesto atrayendo la mirada de muchos y entonces Siena como si mi molestia fuera graciosa rompe en carcajadas haciendo que yo también ría pues su risa siempre termina sacando la mía

—¡Ya la arreglé! —grita Oliver pero nosotros seguimos riendo— 3...2...1...¡listo! —dice Oliver muy contento acercándose

La cámara es puesta en mis manos haciendo que deje de reír. Reviso que todo esté bien con ella y cuando confirmo que es así procedo a ver la foto que nos tomó Oliver, así que entro a la galería de fotos y de inmediato aparecemos Siena y yo en la pantalla.

La foto es bastante natural, casual y linda. Salimos ambos lado a lado riendo con el paisaje nocturno de la ciudad a nuestras espaldas.

—Me encanta Will, es una gran foto —susurra Siena viendo la foto con una sonrisa y me es imposible no agarrar su cara entre mis manos con delicadeza y luego posar mis labios en los suyos comenzando un beso lento y dulce




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