El sonido familiar de la alarma sonando logra despertarme, decir que extrañaba el despertar tan temprano seria mentir ya que la realidad es que odio levantarme tan temprano para arreglarme y correr a la empresa pero sin retrasarlo más me levanto con el cuerpo totalmente agotado y en poco tiempo estoy lista.
Pasé toda la noche pensando en los pros y contras de volver pero en realidad no lo tuve que pensar mucho ya que necesito con desesperación el sueldo. Una vez afuera, camino tranquila y al llegar me detengo frente a la empresa observandola, debo decir que la principal razón por la que no quería volver y por la que me están temblando las piernas es que no quiero encontrarme con William después de lo sucedido en el apartamento. Recordar su beso y actitud me hace temblar, no entiendo como pasó pero el hecho es que sucedió y ahora no sé como actuar.
Gran parte del fin de semana me dediqué a partirme la cabeza analizando todo lo que dijo William y el porque me besó, pero al no obtener una razón creíble a ésto último decidí buscarlo por internet y solo salían artículos de él como un buen empresario, de su padre, de la empresa y lo que llamó mi atención es que en un artículo que le hicieron decía que era soltero, lo que llevó a que lo coloran en otro artículo como el soltero más codiciado del momento.
Agito mi cabeza saliendo de mi ensoñación y agarrando aire entro a la empresa, el muy conocido recibidor me da la bienvenida junto a un grito bastante conocido que me hace voltear pues gritaron mi nombre con tanta fuerza y entusiasmo que me dejó sorprendida, creo que a cada persona que voltea a ver a la chica corriendo hacia mí también le sorprendió.
—Volviste —dice Aylen con una gran sonrisa mientras me abraza y le sonrío
—Sí, extrañaba un poco el infierno de la empresa —digo riendo y ella me imita
—Supongo que ahora los jefes estarán más tranquilos —comenta y la miro sin comprender
— ¿Qué quieres decir con eso? —pregunto confundida
—Los señores Jones estuvieron discutiendo por tu renuncia, el ambiente estuvo tan tenso en los pisos superiores que todo el lugar se enteró —murmura mirando el lugar —No sabía que eras tan importante.
—No lo soy, seguro es un error —digo restándole importancia ¿una pelea de jefes por mi renuncia? Ni en mis mejores sueños
—Bueno yo creo que...— comienza pero se calla de repente y mira algo a mis espaldas con rostro sorprendido
Totalmente seducida por la curiosidad volteo a ver qué es eso que mira con tanto interés y el color de mi cara estoy segura que desaparece al igual que mi sonrisa al verlo después de lo sucedido noches atrás.
—Sera mejor que subas y yo que vuelva a mi sitio antes de que se de cuenta —dice Aylen aun sorprendida
—Dudo que se dé cuenta.
—Créeme, se dará cuenta y gracias a esa mujer seguro estará irritable.
Al frente de la empresa se encuentra William con una chica de cabello negro corto, contextura delgada y de piel blanca como la nieve. La chica a simple vista se ve hermosa, delicada y elegante con ese traje ejecutivo de falda y unos tacones bajos, pero lo que me sorprende no es verlo con ella sino el como están.
En un primer momento ella estaba abrazándolo con una efusividad digna de un pulpo dejando a William totalmente impresionado haciendo que la sujete de la cintura mientras ella le rodea el cuello con sus brazos pero luego de un segundo el parece darse cuenta de algo y la separa de su cuerpo dejándola sorprendida.
— ¿La conoces?
—Es la ex del jefe —murmura sin dejar de verlos a ambos
Miro la escena que se arma frente a la empresa con sorpresa, William comienza a discutir con la mujer frente a él, mientras ella intenta de nuevo abrazarlo. Sé que es tonto pero siento una pequeña molestia que no logro entender del todo al saber, ahora, que esa mujer es su ex y al recordar que hace unos días fue a mí a la que tenía agarrada cuando me besó, pero agitando mi cabeza olvido eso, después de todo, William es solo mi jefe.
— ¿Nos vemos en el almuerzo? —pregunto mirando a Aylen y ella asiente
—Claro, volveré a mi puesto antes de que me despidan —dice y camina a su lugar
Sonrió despidiéndome y camino al elevador, el cual se encuentra solo por lo que suspiro y presionando el botón de mi piso espero que la puerta cierre pero antes de eso una mano detiene el cierre de la puerta haciendo que éstas se abran de nuevo para dar paso a dos personas.
—Buenos días señorita Adams —saluda William serio mientras entra al elevador con su acompañante
—Señor Jones, señorita —saludo y de manera disimulada me aparto de ellos hasta el final del elevador
—Buenos días —saluda la acompañante de William con una sonrisa dulce
El viaje en el elevador es incómodo o por lo menos yo lo siento así al ser testigo de que la ex de William no paraba de acariciar su brazo y acercarse a él, lo que ocasionaba que William se alejara hasta el punto de casi llegar a mi lugar y dejarme en medio.
Suspiro cuando llegamos a nuestro piso y saliendo de primera pasando entre ambos llego a mi escritorio donde coloco mis cosas.