Secretos en la oficina

Capitulo 16: La Sorpresa de William

— ¿Segura que no quieres que te acompañe? Puedo faltar e ir contigo por si necesita algo —dice William al otro lado de la línea

—William, debes asistir a una reunión y ya que yo no voy a estar, es necesario que tú te asegures de que alguien tome nota de las cosas que se hablan, no puedes descuidar tus obligaciones por mí —hablo mirando ambos lados antes de cruzar la calle y lo oigo suspirar

—Tienes razón Siena —susurra y se escucha que le dice algo a alguien —Ya debo entrar, la veré mañana señorita Adams.

—Está bien, nos vemos mañana señor Jones —digo antes de colgar

Miro frente a mí el conocido edificio y sin perder tiempo paso caminando por los blancos pasillos hasta llegar a un corredor donde el consultorio de la doctora que me examinó la vez pasada me espera.

—Puede pasar señorita Adams —dice la doctora despidiéndose de una mujer

Entro y justo como la vez pasada ella pide que me cambie por una bata de hospital para comenzar con su chequeo a mi persona al mismo tiempo que me hace algunas preguntas para luego de terminar, sentarse y pedir que me cambie.

—Bien señorita Adams todo parece estar mejor en sus exámenes sin embargo sigue estando baja de peso por lo que le pediré que siga con las vitaminas y la dieta ¿de acuerdo? —pregunta cuando aparezco ya cambiada con mi ropa

—Claro, no hay problema ¿algo más? —pregunto

—Sus niveles de azúcar están bien, las defensas y valores parecen estar correctos pero me sigue preocupado su peso y la anemia, debo advertirle señorita Adams que debe tratar lo más que pueda de cuidar de su salud—explica y la miro preocupada —Señorita Adams, ésta en un estado delicado, ya que si la anemia pasa a un caso más severo podría llegar a tener complicaciones en su salud por lo que le pondré un nuevo tratamiento para así tratar de combatir su anemia y erradicarla lo más pronto posible, de lo contrario si ésta incrementa su gravedad podría ser muy peligroso para usted debido a que no sabemos sus antecedentes médicos familiares y debemos ser cuidadosas.

**

Corro de un lado a otro tomando pedidos y llevando la comida ya lista, el lugar hoy por la noche está repleto y es demasiado para Lou y para mí pero haciendo uso de todas nuestras fuerzas tratamos de llevarlo lo mejor que podemos y dándonos pequeños minutos de descansos para tomar aire. Regresar tardó dos días más de los necesarios debido a que William tan quisquilloso como siempre, quiso que esperara dos días más para trabajar y solo para asegurarme de estar completamente bien accedí, más ya estaba de regreso a mi casa.

—Hey Siena ¿ese no es tú querido jefe? —pregunta de repente Lou

Volteo y de inmediato mis ojos encuentran a un William Jones con ropa informal entrando al lugar y una vez que sus ojos caen en mi persona se dirige caminando hasta mí. Me acerco también dejando a Lou atrás para que no pueda escuchar a pesar de que seguro en unas horas estará enterada de todo.

— ¿Qué haces aquí William? —pregunto al estar frente a él, que al verme me escanea

—Te ves mucho más joven vestida así —murmura

Me miro un segundo y veo la camisa sencilla blanca junto al pantalón negro y mis vans, un atuendo seguro muy diferente al que está acostumbrado a verme usar en la oficina pero lo justo y necesario para realizar con toda comodidad mi jornada en mi segundo trabajo.

—Puedo decir lo mismo de ti pero no te hagas ¿qué haces aquí? —pregunto nuevamente y él sonríe

—Solo vine a comer Siena ¿o no tengo permitido venir a tu lugar de trabajo? —pregunta con un poco de burla sujetando mi mano y entrecierro mis ojos en advertencia haciéndolo reír

—Tome asiento señor, en un segundo mi compañera le tomara su pedido —murmuro soltándome

William asiente riendo pero antes de que pueda girarme para irme, el sujeta de nuevo mi mano evitando que me aleje por lo que girándome de nuevo lo miro.

— ¿Fuiste al médico ya? —pregunta serio y bufo

—Si pesado, fui en la mañana y no creas que no sigo molesta por tus insistencias, no soy una niña William —digo y él me mira con burla

—No pareciera por el cómo te has portado éstos días negándote a ir Siena —suelta y tomando mi mano con gentileza la alza —Solo quiero que mejores y estés bien —susurra antes de besar mi mano y suelto un suspiro de cansancio

—Lo sé, te prometo que te contaré todo lo que me dijo pero ahora siéntate y déjame ir, tengo trabajo que hacer.

—Está bien, tráeme lo de siempre por favor —pide y asintiendo me alejo

Camino de regreso a la cocina anotando el pedido de Will cuando soy interceptada por una Lou totalmente emocionada.

—Escúpelo ya ¿qué se traen tú y ese galán entre manos? —pregunta con gesto pícaro

—Solo estamos dejándonos llevar Lou, eso es todo —digo con tranquilidad y ella me mira sorprendida

—Oh por Dios, lo sabía, no era casualidad que viniera éstos últimos días sino que viene por ti —dice con una sonrisa para luego girar sobre sus pies y uniendo sus manos hace una pose chistosa —Es tan romántico.

—Sí pero ahora deja ya tu enamoramiento por él y sigamos con el trabajo, el lugar está a explotar —pido y asintiendo se va a tomar nuevas ordenes




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