Secretos en la oficina

Capitulo 18: Juntos

—Entonces ¿cómo va todo entre ustedes? —Pregunta Aylen como siempre sonriendo y me es imposible no devolverle la sonrisa

—De maravilla, William es increíble —respondo y ella brinca emocionada

—Ay Siena, ustedes se veían bien juntos pero nunca pensé que algo realmente pasaría, me alegra haberme equivocado, ambos lucen... diferentes, más felices de alguna manera —habla emocionada y la miro con sorpresa

— ¿De verdad? —Cuestiono y ella me mira

—Claro que sí, tu luces más relajada, feliz y hasta más joven pero ¿el señor Jones? Él parece otro hombre a pesar de seguir siendo serio en las oficinas —responde

Pienso lo que dice y puede que sea verdad, William y yo en todo el tiempo que hemos estado juntos quizás cambiamos o mejoramos en varios sentidos. Sonrío y cruzando la calle entramos a la cafetería donde Ben, como siempre, nos recibe con una sonrisa cuando llegamos al mostrador.

—Hola Siena —saluda con su sonrisa sincera

—Hola Ben, por favor dame lo de siempre pero agrega unos emparedados de pollo y una botella de agua —pido y el asiente tomando nota para luego mirar a Aylen

— ¿Y tú que quieres chica de las sonrisas? —Pregunta y Aylen ríe

—Solo un café y un emparedado de pollo por favor.

—En seguida se los traigo —dice Ben y va por nuestro pedido

— ¿Lo conoces? —Pregunta Aylen mirándolo y asiento

—Sí, me atiende casi todos los días cuando vengo ¿Por? —Cuestiono y ella sonrojada evita mi mirada

—No, por nada, solo preguntaba —susurra y la miro confundida hasta que lo capto

— ¿Te interesa?

—No, no lo conozco ¿Cómo podría interesarme? —Cuestiona sonrojándose aún más y me sorprende ese hecho

—No veo el problema, es muy posible ¿no conoces eso del amor a primera vista? —Pregunto con una sonrisa y ella niega

—No Siena, yo no puedo interesarme en nadie, por favor olvídalo, solo fue una pregunta —habla seria por primera vez

—Está bien, lo siento.

Guardamos silencio mientras esperamos la orden y cuando parecen haber pasado minutos vemos a Ben llegar frente a nosotras acelerado y con el rostro sonrojado.

—Lo siento, la maquina no quería servir y tuve que revisarla pero aquí está su orden chicas —dice tratando de calmarse

—No hay problema, gracias —susurra Aylen sonrojada y niego con la cabeza

Pagamos y luego de despedirnos salimos, cruzamos la calle y nos sentamos en una banca frente a la empresa. Saco uno de los emparedados y comienzo a comerlo junto a Aylen, ella toma su café y yo agua, todo es silencio y por un momento pienso que quizás arruiné las cosas con todo lo que dije en la cafetería pero entonces ella habla.

—Lo siento Siena, no quería hablarte así o incomodarte —susurra y la miro

—No Aylen, yo lo siento, lamento si te incomodé —hablo

—Está bien, olvidemoslo ¿sí? — pregunta y sonrío

— ¿Olvidar qué? —Cuestiono en broma y ella ríe

Comemos en un ambiente más relajado y tranquilo hablando de diversas cosas y entramos cuando el tiempo para comer pasa, me despido de Aylen dejándola en su puesto de recepcionista para luego yo seguir al elevador y subir. Las puertas se abren en mi piso dejando a la vista a un William perfectamente enfundado en trajo azul marino sentado en mi escritorio y al verme se levanta sonriendo.

—Hola ¿sucede algo? —Pregunto y el niega

—Solo te esperaba, necesito los balances que te pedí y también muero de hambre.

—Los balances los envié a tu correo junto a los informes que hice, también tengo aquí un mensaje que te dejó una empresa del éste y recuerda que tienes una reunión en una hora para mostrar el avance del proyecto que están realizando —informo y entonces saco la bolsa de papel —Te traje unos emparedados de pollo y un café, provecho Will —digo dándole la bolsa y tomo asiento

—No sé cómo hacía para tener el control de todo antes de que llegaras —susurra inclinándose y dejando un beso en mi cabeza —Gracias, estaré en mi oficina para luego ir a la junta

—Está bien —murmuro con una pequeña sonrisa y él entra a su oficina

**

—Pensé que nunca íbamos a salir de esa junta, no pensé que se extendería tanto —habla William en tono cansado limpiando los platos

—Debías dejar todo en orden, era necesario o pudo seguir el error que tenían y generarle perdidas a la empresa.

—Tienes razón, lamento te perdieras el turno en el otro trabajo —dice secando sus manos para luego girarse y verme con atención

—No te preocupes, estuve pensándolo y aunque no llego a una decisión todavía, creo que ambos trabajos son mucho para mí y ya que no tengo la deuda encima puedo volver a tener uno —comento

William me mira sorprendido y tomando mi mano nos lleva al sofá.

— ¿Renunciarás al cargo en la empresa? —Pregunta y niego




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