Secretos en la oficina

Capitulo 24: Capturada

La irritante luz que entra por la ventana molesta en mis ojos, sin embargo no es tan irritante como el incansable sonido que hace mi teléfono, por lo que tomando todo mi cansancio y haciéndolo a un lado hago un esfuerzo sobrehumano y me levanto de mala gana para contestar la llamada.

— ¿Qué? —pregunto sin ver el nombre de la persona que llama

—Tienes 20 minutos para venir aquí o el señor Jones te despedirá Siena —dice Aylen —Date prisa, parece enojado —cuelga

Miro el teléfono y seguro si alguien me viera pensaría que jamás he visto uno en mi vida por la expresión que seguramente tengo en mi cara mientras observo el aparato.

Con un poco de miedo por el tener que ver a Will después de lo sucedido ayer decido ir, no sé si es buena idea pero si no hago ésto no podré continuar y necesito saber si mis sospechas son ciertas. Salgo de la habitación del hotel vestida con una camisa negra manga larga de botones y un jean oscuro junto a unos tacones negros, agradezco que el hotel quede a unas cuadras de la oficina y camino para luego de lo que supongo son 20 minutos llego y Aylen me mira preocupada.

—Siena, el señor Jones te quiere ver en su oficina con urgencia, llegas tarde y más que despedirte parece que quiere matarte —dice Aylen y trago duro —suerte —murmura como despedida cuando me encamino al elevador

—Gracias —respondo cuando las puertas de éste se cierran

Siento que todo tiembla pero luego de un minuto me doy cuenta que no es mi alrededor sino que soy yo la que tiembla, mis nervios por verle son incluso peores comparándolos con esos pequeños nervios que sentí el primer día que llegué a trabajar. Las puertas se abren y entonces lo veo, él está sentado en la silla frente a mi escritorio con un rostro serio, en su mano tiene un vaso con un líquido amarillento y de inmediato sé que es whisky, más específicamente el whisky que descansaba en un pequeño mesón donde tiene algunas botellas, fotos y carpetas.

—Señorita Adamas, pensé que jamás llegaría —dice con una sonrisa falsa

—No pensé que me quisiera aún como su asistente señor Jones —digo y el suelta un pequeña risa sarcástica

— ¿Es en serio? ¿Nos trataremos de señor y señorita? Joder yo estuve contigo, creo que eso del profesionalismo se acabó —suelta mientras deja el vaso en el escritorio con un golpe fuerte que me hace saltar del susto cuando el vaso se rompe por la fuerza

—Will creo que lo mejor es que me vaya, no creo que funcione ésto de trabajar juntos —murmuro y él suelta una risa

—Creo que ambos somos lo suficientemente maduros para poder convivir juntos a pesar de lo sucedido, espero los informes de la semana en una hora —responde y entra a su oficina cerrando de un portazo

—Mierda —suelto y me siento a hacer el trabajo

**

Adelanto lo más que puedo el trabajo pero cuando William sale tiemblo, el luce realmente diferente. Sus ojos fríos no demuestran ni un poco lo que demostraban antes, la ventana se ha cerrado y todo por culpa mía y de la persona que me mandó ese horrible mensaje.

— ¿Tiene el informe? —pregunta serio y trago mientras bajo la mirada

—No, lo tengo adelantado pero me faltan unas pequeñas cosas —respondo en un susurro

Escucho pasos y luego se detienen, no hace falta que alce la mirada para saber que está frente a mí y me mira molesto, justo como solía hacerlo los primeros días.

—Mírame —ordena y lo hago —A mi oficina, ya —gruñe y vuelve a entrar

Suelto un suspiro y me levanto, entro a la oficina pero al ver su silla él no está ahí, frunzo el ceño pero cuando abro mi boca para llamarlo una mano toma mi cintura y me gira con violencia. Sus ojos me miran y lo veo, sus ojos no están tan fríos ya, sino que me muestran un poco de esa ventana que tanto amo observar. Abro mi boca para decirle algo pero él no lo permite, me acerca a él rápidamente e inclinando su cabeza mientras que con sus manos acuna mi rostro une sus labios con los míos.

En un principio intento separarlo pero luego de unos segundos me detengo y le sigo el beso, es un beso desesperado, fuerte, húmedo y apasionado. Will nos hace girar y dando pasos termino contra la pared de su oficina, sus labios no sueltan los míos y yo no quiero que lo haga. Con mis manos tiro de su cabello y eso parece enloquecer a Will pues el de inmediato suelta un gruñido agarrando mi cintura y como si fuera la cosa más liviana del mundo me levanta y hace que rodee con mis piernas su cintura. William deja mis labios y besa mis mejillas, pómulos, nariz, barbilla y frente para luego dejar un casto beso en mis labios, abro mis ojos y sus hermosos y brillantes ojos azules, tan diferentes a los míos, me miran con ese cierto brillo que tanto amo.

—Sabía que mentías —dice con una sonrisa y bajo la mirada

—Will yo... —comienzo pero me besa de forma corta callándome

—No Siena, tu nada, sé que me mentiste, sé que tú me amas como yo te amo y eso todos lo pueden asegurar, tú lo acabas de demostrar hace un minuto y quiero que me digas ya mismo lo que sucede ¿Qué demonios pasa para que me quieras lejos de ti? —pregunta y el nudo que se instala en mi garganta no me deja hablar, levanto la mirada y la fijo en sus ojos y el verlos hace que los míos se cristalicen




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