Un frío insoportable se cuela por mi piel y me hace estremecer pero no despertar, algo me impide hacerlo y no sé qué es pero el frío es tan insoportable que molesta. Trato de descubrir donde estoy sin necesidad de mis ojos y poniendo en uso mi nariz percibo un olor fétido y también mohoso, el frío se cuela por mi piel y es entonces donde soy consciente de algo, yo usaba pantalones y una camisa manga larga, es imposible que el frío toque mi piel de forma directa.
Con toda la desesperación incrustada en mi cuerpo me muevo un poco y algo duro y puntiagudo golpea mi cabeza desconcertándome por unos minutos pero no lo suficiente para perderme de nuevo, por lo que reuniendo todas mis fuerzas lo intento y mis ojos responden abriéndose de forma lenta. Delante de mí se puede ver unas paredes negras que están sucias y llenas de moho, miro arriba y de un cable cuelga una bombilla amarilla algo desgastada pero que sin embargo me permite ver mí alrededor y para mi desgracia, a mí misma.
Las lágrimas se acumulan en mis ojos en cuanto veo con dificultad mi cuerpo, solo tengo puesta mi ropa interior y en mi cuerpo se encuentran algunos golpes que están comenzando a tomar un color purpura. Trato de mover mis brazos pero el esfuerzo es en vano, mi cuerpo está entumecido y no reacciona.
Un sonido chirriante se escucha cuando la puerta de metal frente a mí se abre y un hombre aparece dejándome sorprendida y a la vez confundida, su barba descuidada está larga y su cabello luce tan desaliñado como todo en él pero sin embargo soy capaz de reconocerlo.
—Veo que ya despertaste cariño —habla el Tío de Charlie con una sonrisa tétrica
Intento moverme para alejarme mucho más de él si el espacio me lo permite pero de nuevo mi cuerpo no reacciona y solo consigo moverme un centímetro lejos y él suelta una carcajada.
—Oh cariño tranquila, el sedante que te administré aún no desaparece por completo de tu sistema, relájate —dice y lo miro molesta
— ¿Cómo...demonios quieres...que me relaje? —digo con mi voz apenas audible pero sé que me escuchó, su sonrisa lo delata
—Haciéndolo o sino mandaré a uno de mis chicos a divertirse contigo —murmura y lo miro asustada cuando se acerca a mí y toma mi cara con una de sus manos —Oh no cariño tranquila, mientras te portes bien y ese bueno para nada aparezca, tu estarás bien o bueno, medianamente bien —habla y entonces golpea mi cara con su palma
Mi cara se voltea y arde, sé que esta roja y el dolor es verdaderamente agudo, quisiera regresarle el golpe pero mis extremidades no responden.
—Eres un asco de persona —susurro y escupo a donde está
Él mira la saliva en su zapato, su pierna se alza y conecta justo en mi estómago. El aire sale de mi cuerpo y toso por un poco de aire mientras el ríe y acomoda su cabello.
—Adularme no funcionará nena, nos vemos luego —dice y entonces escucho el sonido chirriante de la puerta cuando se cierra al mismo tiempo que mis ojos se vuelve a cerrar
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Despierto asustada cuando agua fría comienza a mojarme y entonces mi cuerpo reacciona corriéndose lo más lejos del agua pero es inútil, la persona que tiene la manguera de agua sigue apuntándola a donde estoy mientras ríe.
— ¡Ya! ¡Por favor déjame! —grito pero el agua no se detiene hasta unos minutos después
Una mujer de aspecto desaliñado que reconozco como la prima de Charlie entra y mira seria al sujeto que me mojo, él sale y luego ella me mira de forma triste mientras agarra una toalla y se acerca a mí pero yo retrocedo y ella se queda quieta.
—Yo no te voy a lastimar Siena —dice ella y su voz dulce y baja hace que la mire a los ojos
— ¿Qué quieren de mí? —pregunto y cuando va a responder alguien más habla
— ¿Qué queremos? Eso es fácil, queremos nuestro dinero de nuevo —dice el padre de Mila y lo miro
— ¿Qué dinero? Yo no tengo nada.
—Sé que tú no lo tienes querida niña pero el idiota de tu novio si, Charlie se robó una gran cantidad de drogas de mi oficina la cual ya tenía un destinatario, tuve que devolver el dinero y quiero que él me devuelva cada centavo que perdí por lo que hizo —dice furioso y Mila se aleja un poco de él
— ¿Drogas? —pregunto y el suelta una carcajada
—Tu muy querido novio trabajaba para mí, no somos familia —habla y me mira — Ese día que tu entraste a la casa y me viste junto a Mila estábamos buscando el dinero por vender las drogas del mes, pero el muy tonto se tuvo que enamorar de una estúpida chica buena y eso lo hizo querer ser mejor, renunció tiempo después pero no conforme con eso, quiso arruinar mi negocio así que llegó y se robó la droga un día que no estaba —cuenta molesto y ríe de forma siniestra —Tuve que hacerme cargo de él, si se hubiese ido tranquilamente lo hubiese dejado pero lo que hizo se paga con el tipo de muerte que una rata como el merece
Lo miro sorprendida y entonces caigo en cuenta de algo.
—El accidente ¿fuiste tú quien causo su accidente? —pregunto y él sonríe
—Solo quité unos pernos de su moto pero no fui el que aceleró a más de 120 km/h solo porque un auto lo perseguía, admito que estaba en ese auto y que le traté de disparar pero bueno, la moto se fue de lado, él salió volando y lo creí muerto, me fui y entonces resulta ser que el maldito si se merece su apodo, es como un gato con 9 vidas —narra y gruñe — La ambulancia llegó y lo salvó pero el muy maldito le conto al oficial lo que sucedió y él lo ayudó junto al doctor, fingieron su muerte y por un tiempo estuve bien con eso pues el negocio es bueno y me recuperé pero ¿Qué crees que paso cuando un día salí con Mila a pasar un día con mi querida hija? —pregunta y acaricia la cabeza de su hija la cual parece tan asustada como yo de su padre