WILLIAM
¿Cómo demonios fue que todo ésto pasó? ¿Cómo es que todo puede pasar de ser bueno a malo en cuestión de horas e incluso minutos? ¿Cómo?
Estaba en la oficina impaciente terminando mi jornada para poder llegar lo más rápido a mi casa y ver a Siena, decir que extrañé tenerla conmigo creo que es innecesario porque eso es algo más que obvio, me acostumbré tanto a tenerla por la casa y oficina que no verla fue como un golpe en la entrepierna. Me volví a sentir solo y luego de pensar y pensar llegué a la conclusión de que me negaba a perder la batalla sin antes haber peleado.
Llamé a la amiga de Siena y le pedí que le dijera que si no llegaba la despediría, y aunque no tenía seguridad de si aparecería, el verla entrar por la puerta de la oficina fue como un soplo de aire limpio y puro. Ver su cabello marrón oscuro, su piel pálida y delicada cual porcelana y esos ojos verdes que tanto me encanta observar fue como sentir que todo mejoraría, que lo podía arreglar y recuperarla.
Mi corazón se aceleró y quise sonreír con todas mis fuerzas cuando dijo que no tenía el informe listo, pues eso era justo lo que necesitaba para llevar a cabo mi plan, consistía en llevarla a mi oficina, arrinconarla y descubrir de una vez por todas si en verdad dejó de amarme o todo era una excusa para alejarme y entonces pasó, la besé, recordarla devolviéndome el beso fue lo mejor del mundo y es lo que me da consuelo justo ahora, pensar que cuando todo ésto termine la volveré a tener conmigo y nada malo le volverá a pasar, porque no permitiré que nada malo le vuelva a pasar a Siena.
Vuelvo al presente cuando el oficial que está frente a mí me habla y frunciendo el ceño lo miro.
— ¿Conoce usted entonces a la señorita? —pregunta y lo miro con rabia
—Escúcheme bien señor, usted debe encontrarla, esa mujer es lo más importante en mi vida ¿entiende? No me importa si necesitan gente o equipo haga que ella aparezca —gruño y el asiente
— ¿Qué relación tiene la desaparecida con usted? —pregunta
—Es mi novia —respondo y lo anota
—Muy bien solo una pregunta más señor Jones ¿sabe por qué alguien la secuestraría? —interroga y gruño
—No, ella estaba muy asustada y hasta se fué de la casa de mi hermana pero nunca dijo porqué.
—¿Sería posible que la señorita tenga algunos problemas con personas turbias? ¿Drogas? ¿Apuestas? ¿Algún vicio? —pregunta y entonces pierdo mi paciencia agarrando al oficial de la camisa de su uniforme y lo acerco a mi cara de forma violenta.
—Escúcheme bien oficial, porque no lo repetiré ni una vez más —gruño —Siena Adams es la chica más increíble que conocerá en su infeliz vida, es inteligente, dulce, nadie que la conozca es capaz de no encariñarse y ella no está involucrada en ninguna de esas porquerías —digo y mi voz se quiebra a la vez que una lagrima resbala de mi ojo derecho —Por favor tráigala a salvo, se lo suplico —pido y me dejo caer al piso
Recuerdo que me sentía feliz saliendo de la empresa con una sonrisa por verla y aclarar todo finalmente, cuando de repente unos oficiales llegaron para preguntar si trabajaba una Siena Adams en la empresa y entonces el alma se me fué al suelo, recuerdo preguntar que pasó y entonces dijeron que una cámara captó como se la llevaron y el guardia del local llamó a la policía y al salir encontró su identificación tirada en el suelo y así dieron con su identidad y, como es obvio, con la empresa y conmigo.
Siento unos brazos pequeños rodearme y al alzar la mirada veo a mi hermana, ella me ofrece una pequeña sonrisa pero al ver sus ojos es visible que ella ha estado llorando también. Siena y ella no comenzaron bien, pero cuando se juntaron hubo una conexión entre ellas que hizo que ambas se llevaran bien y que en poco tiempo se consideraran amigas, Laura hasta la aceptó como cuñada y la noticia me alegró el alma, ella tiene que volver.
—Ella volverá —dice mi hermana y me abraza con más fuerza
— ¿Cómo lo sabes? ¿Qué pasa si le hicieron algo? Juro que mataré a esos desgraciados con mis propias manos si le hicieron algo o si se atrevieron a tocarla —aseguro y ella comienza acariciar mi cabeza
—Ella volverá, tiene que hacerlo —habla mi hermana y la miro
— ¿Por qué lo dices? —pregunto y ella me mira con una leve sonrisa
—Estoy embarazada Will —suelta y la miro sorprendida para luego abrazarla
—Felicidades hermanita, aunque ésto significa que aún no tendrás un puesto en la empresa —digo y ella me mira sorprendida
—Te lo dijo ¿ella te dijo que quiero trabajar en la empresa? —pregunta y asiento mientras otra lagrima resbala por mis ojos
—Lo hizo, discutió como toda una leona pidiendo que te diera un puesto o hablara con tu esposo y papá para conseguirte uno, ella en verdad peleó por eso y lo consiguió —sonrío y ella llora —Aún no sé en qué cargo te pondré
—Eso no importa ahora, ella tiene que volver, ella debe conocer a mi bebe y estar contigo, jamás habrá otra chica más digna para ti que ella —susurra con voz rota y comienza a llorar de nuevo
Abrazo a mi hermana como no lo hacía desde hace años, es justo como cuando éramos niños, nos abrazamos como antes de que ocurriera todo lo que nos separó y entonces me doy cuenta de algo. Siena nos volvió a unir, ella hizo que algunas cosas que nos molestaban desaparecieran, lo hizo conmigo enseñándome el tipo de persona que estaba siendo y demostrándome que se puede cambiar para mejorar, ella me hizo mejor.