Secretos en la oficina

Capitulo 28: Libre

WILLIAM

Entro a la estación de policías junto a Lili y pedimos hablar con el oficial Anderson, el cual lidera la investigación y una vez nos dicen somos escoltados hasta una sala y al entrar vemos a varios hombres colocándose chalecos, uno en frente de una mesa con muchas computadoras y en la esquina veo a Anderson junto a Charlie y otro hombre.

Nos acercamos y Anderson al vernos camina hacia nosotros.

—Señor Jones, señorita Adams —saluda —Les pedí que vinieran para informarles, Smith hizo contacto y pudimos rastrear el lugar donde se encontrará con el hombre que tiene a la señorita Siena —dice y Lili cubre su boca —Esperamos tener a Siena con nosotros para más tardar el anochecer —Lili me abraza y su cuerpo se estremece por los sollozos

—Agente Anderson, le pido por favor que la traiga sana y salva —pido rodeando a Lili y él nos mira

—Señor Jones, el reunir a Siena Adams con su familia es mi principal misión y le aseguro que la cumpliré —responde decidido y asiento

**

SIENA

No sé cuántos días han pasado pero de lo que estoy segura es que cada día es peor al anterior. Cada día que pasa me golpean, me insultan, me matan de hambre y puedo jurar que si no fuera porque me necesitan viva para atraer a Charlie, ya estuviese muerta.

Cierro mis ojos con fuerza al sentir el golpe en mi estómago y la risa de dos hombres se escucha por todo el lugar, ya no me quedan lágrimas para derramar pero el miedo no abandona mi cuerpo. Pensar que mi única salvación es Charlie me hace estremecer, fue por él que estoy aquí en primer lugar, fue él quien fingió su muerte para librarse de todo y ahora yo estoy aquí sin saber si el vendrá y me dejarán ir. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y siendo sincera yo la estoy perdiendo, si él aún me quisiera hace mucho habría venido por mí.

Un nuevo golpe llega y suelto un quejido que hace que uno de los hombres ría con más fuerza para luego ponerse de cuclillas frente a mí.

—Todo ésto tú te lo buscaste por andar de zorra, si te hubieses quedado en tu casa siendo una niña de mami y papi, nada te hubiese pasado —habla el hombre y entonces saca un cuchillo de su bota —Sabes leí un cuaderno tuyo cuando registramos tu casa, lamento lo de tu bebé pero creo que fué lo mejor, no merecía un padre y una madre como ustedes, una rata y una maldita zo...—le escupo en la cara y entonces él se calla mientras el otro sujeto se ríe

—Cierra la boca infeliz, no hables de mi bebé con tu sucia boca —digo molesta y en un rápido movimiento el hombre me toma del cabello y siento dolor en mi cuero cabelludo

El hombre sujeta mi cabello con fuerza y su cuchillo se encuentra en mi garganta presionando.

—Oye Owen basta, si la matas el patrón te matará a ti o quien sabe que más hará —dice el otro sujeto tomándolo del brazo

—No voy a dejar que ésta maldita zorra me falte el respeto, yo le voy a enseñar —habla el tal Owen

Siento el cuchillo encajarse en mi pierna y de inmediato suelto un grito de dolor, el hombre lo saca de mi pierna y grito de nuevo, después corta mi camisa y empieza a besar mi abdomen mientras yo grito sin parar mientras el otro sujeto le dice que me deje pero éste no lo hace, y cuando está por llegar a mis pechos se escucha el sonido de un disparo que me hace gritar asustada y la cabeza de Owen cae entre mis pechos, su sangre mancha mi piel y las lágrimas que creí desaparecidas surgen y bajan por mis ojos.

Alguien quita al sujeto de mí y entonces veo a Mila, ella está de pie con una pistola entre sus manos, luce pálida y sus manos tiemblan mientras apunta al otro sujeto que deja a Owen en la esquina.

—Sal de aquí —ordena Mila y el hombre con miedo sale de la habitación

Observo a Mila y cuando sus ojos se encuentran con los míos veo lágrimas en éstos, ella se acerca y trato de moverme pero el dolor de mi pierna es demasiado y me hace soltar un grito.

—No te muevas o será peor —pide y asintiendo la miro

Ella se acerca a mí y tomando la tela que solía formar parte de mi camisa la amarra en mi pierna.

—Ésto bastará para detener el sangrado —murmura

— ¿Por qué me ayudas? Tu estás del lado de tu padre —cuestiono

—No es así, yo solo estoy con el porqué si me voy me matará —habla y la miro

— ¿Mataría a su propia hija? —pregunto y ella sonríe triste

—Mi padre mataría a cualquiera que piense lo pueda delatar, yo no soy la excepción.

—Por favor ayúdame —pido y ella quita un mechón de mi cabello de mi cara

—En poco tiempo te irás de aquí, eso tenlo por seguro —dice segura y la miro

Mila sale de la habitación y entonces me quedo viendo la pared de nuevo.

Han pasado unas cuantas horas desde que Mila se fue y es cuando sonidos de disparos llegan a mis oídos y luego la puerta se abre dejando ver a Mila.

— ¿Mila que sucede? —pregunto

—Es la policía, ellos vinieron a salvarte —dice y la miro




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.